El pueblo perdido de 700 habitantes convertido en el laboratorio de reproducción del lince ibérico en España

El pueblo perdido de 700 habitantes convertido en el laboratorio de reproducción del lince ibérico en España 

Hasta la fecha, se han liberado 55 linces en Castilla-La Mancha.

Imagen de archivo de un ejemplar de lince ibérico.Getty Images

Hasta los años 80, Castilla-La Mancha había sido una región donde abundaban los linces ibéricos. Sin embargo, la persecución humana y la falta de conejos llevaron a esta especie al borde de la extinción. Con la población drásticamente reducida, el lince desapareció casi por completo en esta región, al igual que en gran parte de la Península Ibérica. Pero, desde inicios del siglo XXI, varios programas de conservación, principalmente bajo el proyecto Life, han invertido más de cuatro millones de euros (con una financiación europea del 60-70%) para devolver a estos felinos su hábitat natural, según recoge La Tribuna de Ciudad Real.

El primer proyecto Life para el lince comenzó en 1994, enfocándose en vigilar y estudiar sus áreas de vida. Desde entonces, se han desarrollado cuatro proyectos adicionales que han permitido localizar y proteger a los últimos ejemplares de linces en la región. Paco Sánchez, biólogo de la Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad, destacó que estos fondos europeos fueron clave para la supervivencia de la especie, ya que, sin ellos, "se hubieran destinado a otras iniciativas de conservación en Europa".

En 2014, el proyecto Life+Iberlince marcó un punto de inflexión con la primera reintroducción de linces en Castilla-La Mancha. El 2 de julio de ese año, tres linces—Kaplán, Kairós y Kiowa—fueron liberados en la finca municipal de Navarredonda, en Almuradiel, Ciudad Real. Este histórico evento permitió establecer una población estable de linces en la región, con Kiowa como la primera hembra reproductora, que ha dejado 14 descendientes, consolidando la presencia de esta especie en la zona.

Desde ese día, la población de linces en Castilla-La Mancha ha crecido sostenidamente. Hasta la fecha, se han liberado 55 linces en la región, principalmente en Sierra Morena, y la especie se ha extendido hasta ocupar más de 100,000 hectáreas. Actualmente, la provincia de Ciudad Real cuenta con casi 400 linces, y los Montes de Toledo albergan 336 ejemplares según el último censo del Ministerio para la Transición Ecológica.

A pesar de este notable avance, los desafíos persisten. La mortalidad, especialmente por atropellos, sigue siendo un problema crítico: 40 de los 56 linces encontrados muertos el año pasado fueron víctimas de accidentes viales. Sánchez aseguró que se continúa trabajando intensamente para mitigar este riesgo mediante la instalación de vallas y pasos subterráneos.

Para asegurar la recuperación total de la especie, Castilla-La Mancha aún busca ampliar las áreas de reintroducción. Este año, Campos de Hellín, en Albacete, fue catalogado como la cuarta zona estable de linces en la región, y se explora otra área en Cuenca.