El piloto pide a los pasajeros que bajen del avión y luego despega vacío hacia Mallorca

El piloto pide a los pasajeros que bajen del avión y luego despega vacío hacia Mallorca

Para ver y no creer.

Un avión de Eurowings espera por su pasajeros en un aeropuerto europeo.Thomas Banneyer

El vuelo EW6819 de Eurowings, con salida programada el martes desde el aeropuerto de Saarbrücken, en el suroeste de Alemania, se transformó en una escena propia de una comedia absurda, donde los pasajeros se vieron atrapados en una versión moderna de Esperando a Godot, solo que este caso, el Godot en cuestión era su propio avión. Porque lo que se suponía que sería un placentero viaje hacia las soleadas playas de Mallorca, se convirtió en una anécdota para contar entre risas, aunque dejase perplejo a más de uno.

El vuelo, inicialmente previsto para las 11:05 de la mañana, no arrancó con muy buen pie, pues sufrió un retraso como consecuencia de las condiciones meteorológicas adversas que se estaban registrando en Palma de Mallorca. Hasta aquí, nada fuera de lo común; los retrasos por cuestiones climáticas son habituales, pero lo que estaban a punto de vivir los pasajeros de este vuelo, no vienen indicados en ningún protocolo de seguridad. Ya listos para disfrutar de unas merecidas vacaciones, acomodados en sus asientos, listos para lo que asumían sería una corta espera antes de despegar hacia su ansiado sol mediterráneo, se transformó en una pesadilla.

Sin embargo, las horas comenzaron a acumularse como los cubitos de hielo en los vasos de agua que, generosamente, repartía la tripulación de este vuelo de Eurowings. En un giro irónico del destino, el piloto, con la mejor de las intenciones, sugirió a los pasajeros que abandonaran el avión para, así, poder estirar un poco las piernas y tomar aire fresco mientras se resolvía toda la situación. Lo que nadie podía esperar era que, al bajarse del avión, sus vacaciones también saldrían volando, literalmente.

El reloj marcaba las 14:16 cuando el Airbus A320, con matrícula 9H-EUR, despegó hacia Mallorca, pero lo hizo sin un solo pasajero a bordo. Así es, el avión partió vacío, dejando tras de sí solo el eco de lo que debería haber sido un entusiasta "¡por fin de vacaciones!". Según un portavoz de la aerolínea, la decisión de despegar sin ningún pasajero se tomó para no perder la franja horaria de aterrizaje en Palma que, sorprendentemente, reabrió antes de lo previsto. Una suerte para el avión, pero no para los pasajeros que se quedaron en tierra, atónitos, viendo cómo su vuelo despegaba sin ellos.

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"Embarcar de nuevo a todos los pasajeros habría provocado más retrasos", justificaba la aerolínea después. A pesar de los vales de comida entregados para compensar la pérdida del vuelo y la búsqueda de alternativas para viajar al día siguiente, fmuchos pasajeros optaron por cancelar sus vacaciones.