El padre del detenido por el crimen de Mocejón: "Ha dejado de hacerme caso"

El padre del detenido por el crimen de Mocejón: "Ha dejado de hacerme caso"

El progenitor del joven de 20 años que confesó haber apuñalado a un niño de 11 años reitera que tiene una discapacidad intelectual del 75% y que "se ha vuelto un niño contra su padre", en declaraciones a 'El País'.

La Guardia Civil rastrea el canal de Mocejón y registra dos domicilios de esta localidad toledana en la que fue asesinado el niño de 11 años Mateo, un crimen por el que ha sido detenido este lunes un joven de 20 años.EFE/ Ismael Herrero

"Es callado, sin amigos, necesita salir a la calle para estar bien, casi sin hambre ni sueño", así ha descrito Fernando a Juan. El segundo es el joven de 20 años y autor confeso del crimen de Mateo en Mocejón (Toledo), el niño de 11 años que fue apuñalado mortalmente mientras jugaba al fútbol en un polideportivo de la localidad por un encapuchado. 

Después de una rápida y efectiva operación de la Guardia Civil, los agentes han logrado identificar y detener al chico del que su padre todavía le costaba creerse lo que había hecho. En declaraciones en el interior de su vivienda, revela a El País que "desde hace un tiempo ha dejado de hacerme caso" y que "se ha vuelto un niño contra su padre". Ya arrastraban problemas de comunicación desde que se divorció de su madre, hace 9 años.

El progenitor, que ha venido asegurando que su hijo padece una discapacidad intelectual del 75% -dice que está matriculado en el Colegio Público de Educación Especial Severo Ochoa de Alcorcón (Madrid)-, también se sincera con el mencionado diario dejando entrever la respuesta de algunas personas al trascender la identidad de Juan y su declaración a los agentes. "Mira cómo me lo han dejado. 'Asesino', me ponen", indica señalando el capó rallado de su coche.

Los pasos de su hijo el día del crimen: polideportivo,  iglesia y piscina

El padre del joven arrestado por el crimen de Mocejón también repasó la rutina que viene realizando este, durante unos días que mostraba su habitual cariz huraño. Acostumbraba a levantarse a las 9.00 horas, desayunaba un cola-cao que le ponía el progenitor, con galletas o quizás algún plátano u otra fruta. Luego tocaba paseo por el campo y a comer a la casa de la abuela donde se cambiaba -punto clave en la investigación- y ya la tarde la pasaba en casa "al sol" en el patio. 

El funesto día de la tragedia, también habían desayunado juntos, pero asegura que no vio si su hijo llevaba algún objeto cuando abandonó el domicilio y se dirigió al lugar de los hechos, el polideportivo Ángel Tardío. "Comprobé su ropa, que no estuviera sucia, y que llevara la documentación y el teléfono", explica a El País. A las 11.00 horas, Juan ya estaba con la abuela, duchándose y cambiándose la ropa que habría llevado momentos antes durante el suceso.

A las 12.00 estaban en la iglesia, escuchando misa. Fue en ese momento cuando tuvo lugar un momento significativo. El párroco anunció la triste noticia de que habían apuñalado a un niño del pueblo horas antes. Según su padre, Juan no se inmutó. Después de comer y durante la tarde en la piscina, Fernando no dejaba de mirar las noticias que iban llegando, pero el joven solo preguntó qué se comentaba sin mostrar mucho interés, según indicó el padre.

"Le digo que vea cosas de matemáticas, pero solo pone vídeos incomprensibles"
El padre de Juan, autor confeso del crimen de Mocejón

Después, como suele hacer cada noche, Juan subió a ver vídeos en el ordenador. El padre incide en que "yo le digo que vea cosas de matemáticas, pero solo pone vídeos incomprensibles y escucha música repetitiva". Según Fernando, aquella noche Juan lo habría encendido para ver qué se comentaba sobre la tragedia.

La frase que su padre no entendió: "Veo máscaras, papá"

Por otra parte, Fernando explica que se quedó con una incógnita tras visitar a Juan en dependencias policiales tras su arresto, una detención que no terminó de creerse en un comienzo: "Al principio yo no me creía lo que decía la Guardia Civil, pensaba que mi hijo había salido directamente a casa de su abuela". 

"Después vi que tenían un montón de datos, que tenían toda la información necesaria para detenerle y le dije que les hiciera caso. Hicieron el registro, dejaron todo como lo ves ahora y se llevaron a Juan detenido. Entonces empecé a creérmelo", añade. Según el relato del padre, Juan apenas dijo nada durante esa visita, pero sí pronunció una frase que es incapaz de entender. "Veo máscaras, papá", dijo.