El motivo por el que los españoles tenemos dos apellidos

En España tenemos dos apellidos, por lo general primero el del padre y después el de la madre. Una norma que cambió en 2017, tras una reforma del registro del Código Civil, en el que permiten a los padres escoger libremente el orden de los apellidos de su recién nacido. A día de hoy, al cumplir la mayoría de edad, también es posible intercambiar dicho orden si así se desea. 

Pero, ¿por qué tenemos dos apellidos? Seguro que te has percatado de que ciudadanos de otros países como Estados Unidos tienen únicamente uno.

Solo hay que leer los nombres de los títulos de crédito de las películas de Hollywood para ver que lo más común es ver solo un apellido entre el elenco de actores, guionistas y directores que componen el elenco. 

¿Por qué los españoles tenemos dos apellidos? 

Para conocer la razón de por qué los españoles tenemos dos apellidos es necesario remontarse a varios siglos atrás. El origen data de la Edad Media, concretamente el siglo XVI, en el que se tiene constancia de que las clases altas de Castilla empezaron a emplear ambos, lo que se fue extendiendo a los señoríos vascos como una forma de agilizar la Administración, que veía dificultades para diferenciar a la población únicamente empleando el primer apellido. 

Si bien la práctica caló en España, siendo ya en 1833 muy común, no fue hasta 1899 cuando se empezó a aplicar por ley, con la creación del primer Código Civil español. El artículo 114 del mismo recoge que los hijos deben portar el apellido paterno y materno. 

Otros países que sus habitantes tienen dos apellidos

El uso de los dos apellidos se extiende a otros países, aunque su utilización es menos frecuente que en España. Un ejemplo es Italia, en el que desde 2016, la ley permite emplear los dos apellidos, aunque es más tradicional que se emplee únicamente el del padre. 

Una caso muy similar es del Francia, en el que desde 2005 la ley contempla que se puedan usar los dos apellidos y cambiar el orden, siendo el primero el de la madre o del padre según la decisión de los progenitores. 

Más curiosa es la situación de Suecia, que sí que se emplean los dos apellidos, en el orden que se prefiera, siempre que haya un acuerdo entre los padres. De no conseguir un consenso entre la pareja, sólo se usa el de la madre.