El increíble lago de Europa que oculta una iglesia con más de 6 siglos en su corazón
En el centro del lago se encuentra la Isla de Bled, la única isla natural de Eslovenia.
El Lago de Bled, situado en los Alpes Julianos al noroeste de Eslovenia, es uno de los destinos turísticos más impresionantes de Europa. Este lago glaciar, con una longitud de 2120 metros y una anchura de 1380 metros, se encuentra a una altitud de 475 metros sobre el nivel del mar y alcanza una profundidad máxima de 30,6 metros. Rodeado de frondosos bosques y majestuosas montañas, el lago ofrece un paisaje pintoresco que atrae a visitantes de todo el mundo.
En el centro del lago se encuentra la Isla de Bled, la única isla natural de Eslovenia, que alberga una iglesia construida en el siglo XV. Para llegar a la iglesia, los visitantes deben subir 99 peldaños, lo que añade un toque de aventura a la experiencia. La iglesia es famosa no solo por su antigüedad, sino también por la leyenda de la campana de los deseos.
Según la historia, una viuda llamada Poliksena, tras la desaparición de su marido, mandó construir una campana fundiendo toda su riqueza para que sonara en su honor. Sin embargo, durante el traslado de la campana a la isla, una tormenta hundió el barco y la campana se perdió en el lago. Se dice que de vez en cuando aún se puede escuchar su sonido, y cada Navidad, los buceadores la sacan del agua para demostrar su existencia. El Lago de Bled no solo es conocido por su belleza natural y su rica historia, sino también por ser un lugar ideal para la práctica del remo.
Las condiciones del lago son perfectas para este deporte, y ha sido sede del Campeonato Mundial de Remo en varias ocasiones, incluyendo los años 1966, 1979, 1989 y 2011. Los remeros de todo el mundo vienen a Bled para entrenar y competir, aprovechando las tranquilas aguas del lago. Además de sus atractivos naturales y deportivos, el Lago de Bled es famoso por el festival de verano “Bled Days and Bled Night”, que se celebra el penúltimo fin de semana de julio.
Durante este festival, la ciudad se llena de actividades, desde ferias de artes y artesanías hasta conciertos al aire libre. Una de las tradiciones más encantadoras del festival es la flotación de velas en el lago. Los barcos salen al anochecer y dejan caer velas caseras metidas en cáscaras de huevo, que flotan en el agua creando un espectáculo mágico.
En total, se colocan 15.000 velas en el lago, todas fabricadas por el ciudadano local Andrej Vidic, quien dedica varios meses a su preparación. La pastelería Zima, conocida por su tradicional “Pastel de Crema de Bled”, suministra las cáscaras de huevo para las velas. El Lago de Bled está convenientemente ubicado a solo 35 kilómetros del Aeropuerto Internacional de Ljubljana y a 55 kilómetros de la capital, Liubliana, lo que facilita el acceso para los turistas