El incendio de Campanar no se originó en un toldo, sino en un electrodoméstico
Fue un "accidente fortuito", confirma la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana. No hay indicio penal alguno.
El origen del incendio del edificio del barrio valenciano de Campanar en el que fallecieron diez personas fue un "accidente fortuito", ya que aparentemente empezó en un electrodoméstico de la cocina de una vivienda y no en un toldo, según ha adelantado este lunes la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé.
En declaraciones a los medios, Bernabé ha dicho que las investigaciones de la Policía Nacional apuntan a que el incendio se originó posiblemente en un electrodoméstico de una cocina, según recoge el sumario sobre el que desde el pasado viernes se ha levantado el secreto que se había declarado.
La delegada ha afirmado que en la causa judicial abierta por este siniestro se ha descartado que haya un "indicio penal", por lo que las aseguradoras pueden entrar ya al interior del edificio y llevar a cabo sus trabajos con el fin de que las personas afectadas por este siniestro "puedan empezar de nuevo su proyecto vital".
El pasado 26 de febrero, cuatro días después del incendio, fuentes próximas a la investigación señalaron que el siniestro se pudo haber originado por un cortocircuito en el mecanismo del toldo del apartamento 86, según el informe preliminar una vez concluida la inspección de la Policía Científica.
El estado del proceso
El Juzgado de Instrucción número 9 de València, encargado de investigar el incendio, acordó la pasada semana el sobreseimiento provisional de la causa después de que la Brigada Provincial de Policía Judicial de Valencia del Cuerpo Nacional de Policía comunicase que las primeras investigaciones permitían descartar el origen criminal o delictivo del incendio de los edificios de la calle Rafael Alberi, número 2, de València.
El juzgado, a la vista de esta información, acordó provisionalmente el sobreseimiento de las actuaciones a la espera de que concluyan las investigaciones y análisis policiales oportunos, que continúan para poder esclarecer el origen concreto del incendio que tuvo lugar el pasado 22 de febrero.
Por otro lado, el juzgado de instrucción autorizó el acceso de las compañías aseguradoras al inmueble siniestrado, con supervisión policial, al objeto de permitir la realización de las oportunas gestiones para indemnizar a los perjudicados, ya que esta medida no interfiere en las investigaciones policiales.
El incendio se originó el 22 de febrero, sobre las 17.30 horas, en el apartamento 86 de uno de los dos edificios conformados por 138 inmuebles que fueron arrasados por el fuego.
Transcurrida apenas una hora del origen del fuego, las llamas habían devorado los dos bloques de viviendas, de 10 y 14 plantas, en las que vivían unos 450 vecinos. Como consecuencia, 10 personas fallecieron y otras 15 resultaron heridas, entre ellas, siete bomberos.
A raíz del incendio declarado en estos edificios construidos en 2009 -época del boom inmobiliario- por una promotora que quebró, se puso en marcha toda la operativa de emergencias -bomberos, policías, sanitarios, forenses- y se abrió una causa judicial para investigar lo ocurrido y determinar las causas del fuego, que se propagó en tiempo récord.