El exchofer de Eduardo Zaplana admite que le llevó una decena de sobres
Tras ser advertido por el presidente del tribunal de la posibilidad de incurrir en un delito de falso testimonio, el testigo ha admitido que fueron una decena y no solo dos.
El exchofer de Eduardo Zaplana ha asegurado este martes en su declaración como testigo en el caso Erial que llevó al exministro y expresident de la Generalitat una decena de sobres hasta su detención, en 2018, que le entregaba normalmente su secretaria, Mitsuoko Henríquez.
Este testigo, que ejerce como taxista, ha explicado que entró en contacto con Zaplana a través de un familiar suyo que hacía de escolta para el exministro. Tras una prueba fue contratado como conductor de fin de semana, guardaba el Audi Q7 de Zaplana en un garaje alquilado por él mismo y cobraba en metálico a través de la secretaria Mitsuoko.
El exchofer de Zaplana ha explicado que las órdenes de trabajo llegaban a través de la secretaria de Zaplana, nunca en persona, y que solía llevarle a Cartagena, Alicante o Barcelona cuando lo requería. Este testigo ha explicado que no sabe lo que contenían los sobres, ni lo preguntó tampoco.
Ha admitido que fueron una decena y no solo dos sobres
Inicialmente ha declarado que había llevado varios sobres, pero después, a preguntas del abogado de Zaplana, ha dicho que únicamente recordaba haber llevado dos sobres y que probablemente contenían billetes de tren. No ha sido hasta después de ser advertido por el presidente del tribunal de la posibilidad de incurrir en un delito de falso testimonio cuando ha admitido que transportó una decena de sobres y que no sabe su contenido.
Otro de los testigos citados por la Fiscalía este martes ha sido el conserje de fin de semana del edificio de la calle Núñez de Balboa, donde residía Zaplana en Madrid.
Ha asegurado que no vio nunca entrar o salir a nadie del 2ºB, que según la Fiscalía era propiedad del exministro, y que únicamente tuvo constancia de que pudo haber vivido ahí por unas notas que le entregó el anterior portero en las que ponía el nombre de Eduardo Zaplana junto al de la empresa Costera del Glorio, propiedad de su amigo Joaquín Barceló.
Este testigo ha confirmado que en ese inmueble no hay ningún ascensor que conecte el portal con el garaje, sino que hay que tomar un montacargas que llega a la primera planta.
Otra de las testigos, trabajadora del puerto deportivo de Altea (Alicante) ha vinculado a Eduardo Zaplana con una embarcación denominada Loix, sobre la que le habría mandado alguna documentación. En la misma línea, el capitán de esta embarcación ha dicho fue directamente el exministro quien le contrató para patronearla.
También han comparecido como testigos tres exempleadas de los departamentos de publicidad y comunicación de Sedesa, quienes han coincidido en señalar que no conocen ni han tenido contacto con la firma Dobles Figuras ni con su administrador, Juan Francisco García -ex jefe de gabinete de Zaplana-, que según consta en el sumario facturó a la empresa familiar de los Cotino por servicios supuestamente inexistentes.
Invitado a navegar por Zaplana con "amigos y conocidos de la política"
El último testigo en declarar este martes ha sido el exdiputado, exmiembro del gabinete de Presidencia de Eduardo Zaplana y actual comisionado para la lucha contra la violencia sobre la mujer, Felipe del Baño.
A preguntas del fiscal, ha admitido que fue invitado a navegar por Zaplana en las costas de Francia, Italia y Croacia, junto con otros "amigos y conocidos de la política", si bien no ha recordado las fechas exactas ni el nombre de la embarcación.
Estaba citado también el primer abogado del exgerente de Imelsa y autodenominado 'yonqui del dinero', Marcos Benavent, en cuyo despacho encontró la Guardia Civil la documentación que dio origen a la causa contra Zaplana. Una cita médica le ha impedido acudir a la vista y previsiblemente lo hará mañana.