El castillo más alto de España está en un precioso pueblo de Andalucía
La torre del homenaje, que alcanza los 47 metros de altura, es la característica más destacada del castillo.
El Castillo de Belalcázar, también conocido como Castillo de los Sotomayor y Zúñiga, se erige en el norte de la provincia de Córdoba, en la región de Los Pedroches. Su construcción se remonta al siglo XV, cuando Juan II de Castilla otorgó las tierras a Gutierre de Sotomayor, Maestre de la Orden de Alcántara, en agradecimiento por sus servicios. La fortaleza fue edificada sobre los restos de una antigua población romana y posteriormente musulmana, lo que le confiere una rica herencia histórica.
La torre del homenaje, que alcanza los 47 metros de altura, es la característica más destacada del castillo y la que le otorga el título de ser el más alto de España. Esta torre, construida en estilo gótico-militar, es un ejemplo de la arquitectura defensiva de la época y ha sido testigo de numerosos eventos históricos. Durante la Guerra de la Independencia, el castillo sufrió importantes daños debido al fuego de artillería, y parte de sus materiales fueron utilizados para la construcción de casas en el pueblo.
Belalcázar, el pueblo que alberga esta magnífica fortaleza, es un lugar lleno de encanto y tradición. Situado en una llanura rodeada de campos de cereales y dehesas de encinas, el paisaje de Belalcázar es tan impresionante como su patrimonio histórico. Las calles del pueblo, con su diseño irregular y sus casas típicas, ofrecen una visión auténtica de la vida rural andaluza. Entre los monumentos más destacados se encuentran la iglesia de Santiago el Mayor, construida entre los siglos XVI y XVIII, y el convento de Santa Clara de la Columna, fundado en 1476.
La historia de Belalcázar está marcada por su posición estratégica en el Valle de Bellotas, conocido en árabe como Fahs al Ballut. Este valle fue crucial para las comunicaciones durante la reconquista y fue un punto de gran importancia para los musulmanes y cristianos. La fortaleza de Belalcázar, junto con los castillos de Capilla y Madroñiz, formaba parte de un baluarte defensivo en el norte de Córdoba.
El castillo de Belalcázar ha pasado por diversas etapas a lo largo de los siglos. Tras la reconquista, se le añadió una zona palaciega de estilo renacentista en el siglo XVI, convirtiéndose en una residencia señorial. Sin embargo, su declive comenzó con la ocupación francesa durante la Guerra de la Independencia, y los daños sufridos llevaron a los vecinos a solicitar el desmantelamiento de las torres para evitar mayores males.
Hoy en día, el Castillo de Belalcázar es un importante atractivo turístico que atrae a visitantes de todas partes del mundo. Su imponente torre del homenaje y sus muros cargados de historia ofrecen una experiencia única para aquellos interesados en la arquitectura medieval y la historia de España. Además, el entorno natural y la belleza del pueblo de Belalcázar hacen de esta visita una experiencia completa y enriquecedora6.