Dicen 'basta' a un cura con el discurso demasiado largo y el obispo se toma la justicia por su mano al día siguiente

Dicen 'basta' a un cura con el discurso demasiado largo y el obispo se toma la justicia por su mano al día siguiente

Al obispo no le gustó nada que le interrumpieran con silbidos y gritos.

Un sacerdote, durante una misaSebastien Desarmaux / Godong

El obispo de Brindisi, una ciudad italiana portuaria ubicada a orillas del mar Adriático, no acogió con agrado las quejas de algunos vecinos que interrumpieron con gritos de protesta su discurso durante la tradicional procesión marinera de los santos patronos que se celebra la primera semana de septiembre. Un rito religioso de origen griego que se repite desde mitad del siglo XX.

Como también es tradicional, autoridades civiles y religiosas hablan durante esta pintoresca procesión. El alcalde de la ciudad, Giuseppe Marchionna, habló durante ocho minutos. Acto seguido, llegó la intervención del obispo Intini. Su discurso, que comenzó más tarde de lo previsto, duró 18 minutos, durante los cuales se escucharon algunos gritos en contra por su excesiva duración.

Al obispo no le gustó nada que le interrumpieran con silbidos y protestas. Y, como consecuencia, Intini decidió cancelar su homilía durante la misa del domingo: "Para no cansarlos a ustedes también esta tarde, como cansé anoche a los oyentes, y no quisiera que nadie más gritara 'Basta', guardaré silencio esta tarde", señaló ante la sorpresa de los feligreses que habían acudido a la Iglesia. Sólo añadió: "Acojamos en el silencio la palabra de Dios que ha sido sembrada en nuestros corazones”.

Su actitud, muy sorprendente, ha sido recogida por nunerosos medios italianos como Il fatto quotidiano

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Brindisi se alza entre dos bahías, donde destaca su impresionante “Castello Rosso”, un Castillo Rojo que recibe su nombre por el particular color de su piedra. Este Castillo aragonés se construyó como defensa de la ciudad en el 1491 sobre una isla frente al puerto, y se divide en dos partes: el castillo rojo, y el fuerte, sede del comando marino.