Libertad para el propietario del local derrumbado en Palma en el que murieron cuatro personas
Se trata del empresario que explotaba el Medusa Beach, cuya terraza se vino abajo el pasado 23 de mayo dejando cuatro muertos y que pasó a disposición judicial a primera hora de este miércoles.
El titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Palma ha acordado este miércoles dejar en libertad al dueño del Medusa Beach, el local de la Playa de Palma que se derrumbó el 23 de mayo donde murieron 4 personas, le ha retirado el pasaporte y le ha prohibido salir del país.
El juez, en funciones de guardia, ha fijado también comparecencias periódicas, como había pedido la Fiscalía, para este empresario investigado por 4 delitos de homicidio imprudente y 6 de lesiones imprudentes, ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Baleares.
El empresario que explotaba el bar de la Playa de Palma donde el pasado 23 de mayo murieron 4 personas tras derrumbarse la terraza superior ha pasado a disposición judicial, tras haber sido detenido por 4 homicidios por imprudencia grave y 6 delitos de lesiones graves, también por imprudencia.
La detención del empresario se ha producido una vez ha concluido la investigación del derrumbe, que ha determinado que la terraza que colapsó parcialmente había sido reformada para explotar como negocio sin disponer de permiso para ello, no fue reforzada y recibió una sobrecarga de peso que provocó su hundimiento, ha informado este miércoles la Policía Nacional.
Los hechos ocurrieron el pasado 23 de mayo, sobre las 20:20 horas en el Medusa Beach Club, un local de ocio de la primera línea de la Playa de Palma, donde una parte de la terraza en la que se encontraban clientes y trabajadores se desplomó.
La estructura no había sido reforzada para dicho uso y como consecuencia de las modificaciones había recibido una sobrecarga de peso. Ese peso añadido a la estructura, junto con el de las personas que estaban allí, provocó el colapso de la estructura y su hundimiento.
La terraza de este restaurante-bar de la principal zona turística de la ciudad no tenía licencia de actividad municipal para poder acoger clientes, por lo que el uso de la zona del edificio que se derrumbó era ilegal. Como precisó el Ayuntamiento de Palma, tanto el sótano del inmueble, donde se ubicaba un bar musical, como la planta baja, con uso de restaurante, sí disponían de las preceptivas licencias, pero no la terraza que colapsó.
De acuerdo con el consistorio, la terraza ilegal se derrumbó por la combinación del sobrepeso derivado de obras realizadas de forma irregular en ese espacio y la sobrecarga de 21 clientes que se encontraban sobre la primera planta cuando la terraza se vino abajo.
Los fallecidos son una trabajadora del establecimiento de 23 años natural de Navarra, dos turistas alemanas de 20 y 30 años y otro cliente de 44 años, un senegalés residente en Palma.