Los ‘desvaríos’ del socio ‘hater’ del Ateneo: cartas al Rey, a Sánchez y al Fiscal General del Estado atacando a su presidente
Francisco José Alonso lleva dos años acosando a la nueva directiva del Ateneo de Madrid a través de escritos a altas personalidades bajo el membrete de asociaciones sin actividad.
La Casa Real, el presidente del Gobierno, el ministro de Cultura, la presidenta de la Comunidad de Madrid y hasta la Fiscalía General del Estado. Todos estos organismos -entre otros- han recibido en los dos últimos años una o varias cartas firmadas por Francisco José Alonso Rodríguez. Se trata en todos los casos de acusaciones de malversación, de insultos a socios y de actuaciones presuntamente ilegales. En las cuatro ocasiones en las que Alonso ha acudido a la Fiscalía o a los juzgados, sus acusaciones han sido archivadas o sentenciadas en su contra.
¿Quién es Alonso Rodríguez? Según plantean las fuentes, “una persona obsesiva” que ha centrado toda su atención estos dos últimos años en analizar y “acosar” a la cúpula del órgano cultural. Es socio del Ateneo y, según se presenta él mismo, presidente de la Liga Española pro-Derechos Humanos, también del Centro de Estudios Manuel Azaña y de una organización denominada Centro de Estudios Ateneos de reciente creación.
Todas las cartas enviadas por Alonso a las que ha tenido acceso El HuffPost están escritas bajo el membrete de estas instituciones que dice liderar. Asociaciones y organizaciones ubicadas todas ellas en la misma dirección postal que coincide con su domicilio. ¿La actividad de las mismas? Ninguna que no consista en enviar misivas con denuncias y quejas sobre la actual dirección del Ateneo de Madrid y sus presuntas tropelías. Tal es su fijación con el asunto que la web de Centro de Estudios Ateneos cuenta con una sección dedicada en exclusiva al “caso Ateneo”.
En una de las últimas misivas dirigida al presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, el pasado mes de febrero, el socio indignado se refiere a él como “estimado y respetado amigo” y le tutea para contarle lo sucedido con el actual presidente de la institución cultural, Luis Arroyo:
“Como nuevo socio quiero ponerte al corriente de la situación tan grave que está viviendo el Ateneo desde la llegada de Luis Arroyo (…) Debido al descontento existente hacia sus actuaciones en las Juntas de Socios son frecuentes las palabras dirigidas a él de dictador, fascista, narcisista, redentor, difamador “has venido a secuestrar el Ateneo y hacerte rico” etc
En otra de las cartas -enviada tan solo un mes después también a Moncloa- Alonso no dio demasiados rodeos a la hora de exponer los hechos: “Dicho en castizo (Luis Arroyo) se pasa por el forro a las instituciones, a los socios y a la legislación vigente”, explica a Sánchez.
El Rey de España, Felipe VI, también ha recibido en las últimas semanas un escrito suyo vía email donde se ponía en su conocimiento que “va a realizar una inauguración que ya se realizó en su fecha octubre 2020”, haciendo referencia al bicentenario del Ateneo de Madrid que presidió precisamente el monarca hace tan solo unas semanas. En el correo, Alonso hace alusión a que “S.M. tenía conocimiento completo de ella. Aunque en un principio pensaba asistir por cuestiones de agenda no pudo. Pero sí recibió en el Palacio de la Zarzuela a la Junta de Gobierno de entonces del Ateneo”.
En esta carrera por airear los presuntos intereses ocultos de la nueva cúpula del Ateneo, el exdirector del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, aunque -por ahora- no ha recibido un escrito de Alonso, sí que fue increpado públicamente por el protagonista de este artículo hace tan solo unas horas.
Según relatan fuentes asistentes, durante la celebración del III Congreso Nacional de la Sociedad Civil -celebrado este mismo jueves en Madrid- el polémico socio tomó la palabra en mitad de un abarrotado Wizink Center para dirigirse al general retirado y arremeter, sin venir a cuento, contra la actual gestión del Ateneo y plantear de nuevo su tema fetiche: los poderes que están matando a la institución cultural. Cabe destacar que otra de las teorías de Alonso sostiene que el CNI es una de las manos que mece la cuna en el histórico centro.
En cualquier caso, no conforme con la respuesta apelando a la democracia que recibió por parte de Sanz Roldán, a la salida del acto Alonso decidió repartir a los asistentes copias impresas de un texto titulado "Muerte del Ateneo. Nace un club privado y mercantilista", firmado y publicado por él mismo en uno de los pocos altavoces mediáticos que le quedan, un digital cercano a la ultraderecha llamado 'Rebelión en la Granja'.
Asociaciones y obsesiones
A esta inagotable lucha por “el bien” de la institución cultural, que ya va para dos años, hay que sumarle otras actuaciones y preocupaciones previas como su obsesión continuada por el conflicto del Sáhara, su apoyo público a la Iglesia de la Cienciología en su propia sede de Madrid o la petición de una medida cautelar contra una carroza en una cabalgata de reyes de Vallecas por usar “vestimenta drag queen” y provocar una “alarma social”.
Según relatan fuentes conocedoras, esta trayectoria surrealista responde a un claro “desequilibrio” propio de un “impostor”. “Para formar parte de la Liga Pro-Derechos Humanos el propio Alonso pide un ingreso de 100 euros en determinado número de cuenta y recibe a los interesados en una casa” del barrio madrileño Sainz de Baranda, explican. Cuando se le pregunta por las funciones, por un registro de miembros o una sede Alonso “no explica nada”.
En dicha organización no consta ninguna estructura corporativa. Por su lado, en el Centro de Estudios Ateneos sí que se presenta en el apartado ‘sobre nosotros’ a un supuesto equipo directivo formado por el propio Alonso, su abogado y ex secretario primero del Ateneo Alfonso José Vázquez Vaamonde y Ernesto Ríos López, que se define a sí mismo como “profesor universitario, directivo de empresas y alto funcionario de la Administración General del Estado”.
No deja de ser subrayable que en el mismo epígrafe se incluye a Federico Mayor Zaragoza, ex ministro de Educación, como “presidente de honor” del Centro. El expolítico ha exigido la retirada de su nombre de la web de Alonso, según aseguran miembros del Ateneo de Madrid a este medio.
El origen de la incansable indignación
El esfuerzo diario de Francisco José Alonso por sacar a la luz ante las administraciones públicas las supuestas irregularidades en la planta noble del Ateneo de Madrid es indiscutible. Sin embargo, ¿cuál es el origen de esta fijación? ¿Por qué lo hace?
Según ha podido saber este diario, la llegada a la presidencia de una nueva Junta de Gobierno en mayo de 2021 apoyada por cientos de nuevos socios y la mayoría de los socios veteranos (a los que se han sumado personalidades como Mariano Rajoy, Rodríguez Zapatero, Pedro Sánchez, Pedro Almodóvar, Joan Manuel Serrat, Miguel Ríos y decenas de personalidades y ciudadanos anónimos), supuso para la vieja guardia del Ateneo un revés que alteró sus costumbres y jerarquías. Las iniciativas llevadas a cabo por la nueva cúpula para resucitar la vida de la histórica cuna cultural madrileña no cayeron bien a la treintena de socios que controlaban la institución hasta ese momento. En este sentido, mientras algunos decidieron protestar o debatir los cambios desde dentro para adaptarse al nuevo contexto, Alonso comenzó a enviar sus quejas por escrito a Isabel Díaz Ayuso, Pedro Sánchez, Felipe VI o José Luis Martínez-Almeida.
En la misma línea, este medio ha podido confirmar que Francisco José Alonso se ha puesto en contacto con numerosos periodistas para hacer públicos asuntos como la reforma del histórico salón de actos de la institución, ante sus ojos ilícitas.
Cabe destacar que la gran mayoría de sus advertencias han sido respondidas por dichos órganos, pero no han sido tantos los medios de comunicación que se han hecho eco de su relato debido a que las dos denuncias que ha interpuesto ante la Policía al actual presidente del Ateneo han tenido resultado absolutorio y le han condenado en costas.
Contestando a la llamada de este diario, el presidente del Ateneo de Madrid, Luis Arroyo, resta importancia a lo que considera que es “un acoso molesto pero poco representativo de lo que sucede en la Docta Casa”. “Decenas de socios veteranos y nuevos estamos dando lo mejor de nosotros para devolver la luz de sus mejores tiempos al Ateneo. Es normal, por molesto e injusto que sea, que haya unos pocos socios que se molesten, porque vivían mejor controlando un espacio tan maravilloso: aunque fuera un sitio triste y oscuro”, afirma. “No me preocupa el daño personal, pero sí el que pudieran hacer unos pocos al Ateneo de Madrid”, concluye Arroyo.