Descubren en una zona de España la clave para aclarar el misterio de la caída del antepasado del hombre
Han obtenido datos que permiten desafiar a las creencias más consolidadas sobre nuestros parientes lejanos.
Una investigación en un yacimiento arqueológico de nuestro país está adquiriendo relevancia internacional debido a los datos que está proporcionando. Esta información permite arrojar luz sobre un período poco conocido de la historia de los neandertales, la especie o subespecie con la que el Homo sapiens compartió una parte de su pasado.
Se trata del proyecto arqueológico que realiza la Universidad Nacional Australiana (ANU) en una zona pirenaica poco explorada. El yacimiento de Abric Pizarro, en Lleida, uno de los escasos ejemplos que fueron testigos del período denominado como MIS 4, entre 100.000 y 65.000 años.
En el marco de dicha iniciativa académica que ha sido publicada en la revista especializada Science Direct, los expertos que integran el equipo han reunido cientos de miles de artefactos, como herramientas de piedra o huesos de animales, que permiten contar con información relevante sobre el estilo de vida de los neandertales en ese momento de la historia.
"Implica un grado de planificación que rara vez se tuvo en cuenta en los neandertales"
En este sentido, desde el equipo destacan que se han obtenido datos que ofrecen otra visión sobre lo que se creía a pies juntillas sobre los neandertales y su forma de vida. En esa línea se ha pronunciado la doctora Sofia Samper Carro: "Nuestros sorprendentes hallazgos en Abric Pizarro muestran la gran capacidad de adaptación de los neandertales".
"Los huesos de animales que hemos recuperado indican que explotaban con éxito la fauna circundante, cazando ciervos, caballos y bisontes, pero también comiendo tortugas de agua dulce y conejos, lo que implica un grado de planificación que rara vez se tuvo en cuenta en los neandertales", señala la experta, apuntando que esto difiere de la creencia de que esta especie apostaba solo por la caza de animales grandes, desde caballos a rinocerontes.
"A través de los huesos que estamos encontrando, que presentan marcas de corte, tenemos una prueba directa de que los neandertales eran capaces de cazar animales pequeños", añadió por su parte el doctor Samper Carro, precisando que "los huesos de este yacimiento están muy bien conservados y podemos ver marcas de cómo los neandertales procesaban y masacraban a estos animales".