¿Cuándo se considera fiebre?

¿Cuándo se considera fiebre?

Según el grupo de edad al que pertenezca la persona afectada varía la temperatura considerada 'elevada'.

Una mujer enferma midiéndose la temperatura con un termómetro.Getty Images

La fiebre es un fenómeno común y a menudo mal entendido. Se define como un aumento temporal de la temperatura corporal, generalmente debido a una enfermedad o infección. Aunque la fiebre puede ser incómoda, es importante recordar que no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma de que algo está sucediendo en nuestro cuerpo. Es una señal de que el sistema inmunológico está trabajando para combatir alguna infección.

La temperatura corporal normal de un adulto es entre 36 y 37.5 grados centígrados. Cualquier elevación por encima de estas medidas se considera fiebre durante el día. Durante la noche, como la temperatura corporal es normalmente más alta, se considera que hay fiebre si la medición supera los 38°C. Por lo tanto, para que se considere fiebre en un adulto, la temperatura debe superar los 38.1°C.

En el caso de los bebés y los niños, la fiebre se define de manera un poco diferente. Según la Asociación Española de Pediatría, se considera fiebre en los niños cuando la temperatura corporal supera los 37.5°C. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la fiebre en los niños puede ser un signo de una infección más grave, por lo que siempre se debe buscar atención médica si un niño tiene fiebre alta o si la fiebre persiste durante varios días.

Para las personas mayores de 65 años, la definición de fiebre puede variar. Aunque no se encontró una definición específica para este grupo de edad en la búsqueda web, es razonable suponer que la definición de fiebre para los adultos también se aplica a las personas mayores. Sin embargo, las personas mayores pueden tener una respuesta febril atenuada a la infección, lo que significa que pueden no desarrollar fiebre tan alta como los adultos más jóvenes en respuesta a la misma infección1.

Es importante recordar que la fiebre en sí misma no es necesariamente algo malo. De hecho, la fiebre puede ser beneficiosa en algunos casos, ya que puede ayudar a acelerar el proceso de recuperación al hacer que el cuerpo sea un lugar menos hospitalario para los virus y las bacterias. Sin embargo, una fiebre alta puede ser peligrosa, especialmente en niños pequeños y personas mayores, y puede requerir tratamiento médico.

La fiebre puede ser tratada con antipiréticos de venta libre o con algunos remedios caseros. Cuando la temperatura no cede al tratamiento, resulta necesario acudir al médico para conocer su causa y recibir la atención adecuada.

En resumen, la fiebre es un síntoma común que indica que el cuerpo está luchando contra una infección o enfermedad. La temperatura que se considera fiebre varía dependiendo de la edad del individuo, pero generalmente se considera fiebre cuando la temperatura corporal supera los 38.1°C en adultos y 37.5°C en niños. Siempre es importante buscar atención médica si tiene fiebre alta o si la fiebre persiste durante varios días.