Condenada a nueve meses de cárcel una mujer de Granada que dejó morir a su perro de hambre y sed
La Justicia considera que la última moradora de la casa, tras mudarse, abandonó intencionadamente en el interior a una de sus mascotas.
El Juzgado de lo Penal número 3 de Granada ha condenado a nueve meses de prisión a la vecina de Vegas del Genil que en 2019 dejó morir a su perro por inanición en el interior de una vivienda sin alimento ni agua y le ha impuesto también inhabilitación especial para el ejercicio de cualquier profesión que tenga relación con los animales, además de que no podrá tener cualquier tipo de animal durante dos años y tres meses.
El Ayuntamiento de Vegas del Genil, a través del Grupo de Voluntarios de Protección Animal de Vegas del Genil (dependiente del mismo) se personó en 2019 como acusación particular en la denuncia que el Seprona puso contra esta vecina de Purchil que ha sido condenada por maltrato animal, según informa en una nota el consistorio.
La investigación comenzó en mayo de 2019 cuando desde el Ayuntamiento se informó al Seprona de que habían descubierto el cadáver en avanzado estado de descomposición de un perro y que estaba flotando en el interior de la piscina de una vivienda unifamiliar deshabitada, la cual habían ocupado meses antes.
La patrulla del Seprona de la Guardia Civil de Sierra Nevada se hizo cargo de la investigación y sus averiguaciones dieron como resultado que la última moradora de la casa, tras mudarse, había abandonado intencionadamente en el interior a una de sus mascotas, un perro joven de raza pastor malinois.
El concejal de Bienestar Animal, Medio Ambiente y Urbanismo de Vegas del Genil, Alejandro Martín, se ha mostrado "muy satisfecho" con esta condena, que aún no es firme y también obliga a la denunciada a asumir las costas del juicio. "Nuestro Grupo de Voluntarios de Protección Animal de Vegas del Genil, el primero de estas características que se puso en marcha en toda España, ha conseguido que se haga justicia y se condene a esta vecina, cuya crueldad estuvo fuera de todo límite".
El Grupo de Voluntarios de Protección Animal, formado por vecinos de la localidad, vela por el bienestar de los perros abandonados y las colonias felinas del municipio. Esta es la segunda vez que consigue que se condene a un vecino de la localidad por maltrato animal, después de que hace unos meses un juez condenara a otra vecina que abandonó a dos mastines a su suerte en un terreno ubicado junto a la autovía.