Compró comida con 2 euros durante 15 años y consiguió tres casas y una cafetería
Al parecer, su sueño era tener tres viviendas cuando cumpliese 34. Consiguió el reto siguiendo esta regla: "Nunca compres...".
Un programa de la televisión japonesa ha hecho emerger a la que ya es considerada como una de las mujeres más frugales del país del sol naciente. Y con traducción directa en su economía. Se trata de 'Happy! Bomby Girl', un espacio que da voz a casos de jóvenes que han logrado transformar su vida trabajando muy duro.
En dicho programa aparece el ejemplo de Saki Tamogami, que a sus 37 años ya ha completado el objetivo que se marcó cuando tenía solo 19. Tener la friolera de tres viviendas en propiedad con 34.
Puede sonar extraño o excesivamente materialista, pero esta mujer lo logró con una auténtica filosofía de vida que rehúye los lujos... y, quizás, muchas cosas que consideramos necesarias en nuestro día a día. Así lo recoge el portal SCMP en una información.
Comidas a... unos 30 céntimos de euro
Tamogami logró su sueño a base de puro ahorro y con una estricta disciplina de gasto. Tras terminar sus estudios universitarios -no, de la educación no restó-, comenzó a trabajar con un agente inmobiliario. Pero la clave estuvo en ese control de lo que destinaba a sus compras. En cualquier ámbito de su vida, incluso en la comida.
Siempre vino apostando por platos muy sencillos y baratos. Pan frito, fideos udon y rábanos era un clásico. A 50 yenes salía la comida. Unos 0,31 céntimos de euros. ¿Y los días buenos? Quizás un poco de mermelada sobre pan o un trozo de salmón con arroz, pero tenía topes. En escasas ocasiones se pasaba de los 200 yenes diarios en comida. Es decir, poco más de 1,2 euros.
¿Funcionó? Con 27 se compraba su primera vivienda en Saitama (Kanto, Tokio), con la friolera de 10 millones de yenes -cerca de 62 millones de euros-. ¿Se fue a vivir a ella? No, la alquiló para utilizar los ingresos en el siguiente paso que conseguiría dos años más tarde, la hipoteca de otra casa, pero de 18 millones de yenes. En 2019 se hacía con la tercera por 37 millones de yenes.
Su fórmula secreta del éxito: "Nunca compres..."
Cuenta que incluso llegó al extremo de pasar de los tazones -clásico recipiente en la gastronomía asiática para el arroz y el complemento que lleve- y comía directamente de la olla. Desde los 19, en plena adolescencia, dejó de comprar su propia ropa y pedía la de segunda mano a familiares. No dudaba en aventurarse a la basura para conseguir el mobiliario de su vivienda.
Ya se pueden imaginar cuánto destinaba a belleza. No se tiñó o peinó el pelo en la peluquería, en su lugar, aprovechaba que estaba tan bien cuidado para venderlo a unos 3.100 yenes -menos de 20 euros- y con eso ya cubría los gastos de medio mes. Ella misma tiene una frase que funciona como una especie de 'fórmula secreta del ahorro extremo', una máxima que se resume en "nunca compres nada sin descuento".
Su otro sueño cumplido: Café Yuunagi para gatos
Cabe destacar que el sueño de Tamogami no se reducía únicamente a lograr esas tres viviendas. Había otro asunto pendiente relacionado directamente con lo que le motivó a llevar toda esta filosofía de vida para en el futuro disponer de sus propios inmuebles. Explica que siempre quiso rescatar a gatos callejeros, después de haberlo hecho con uno cuando era solo una niña.
Con la misma pasión que la que se narra en la 'casileyenda' de la geisha Usugumo Dayu, destinó la planta baja de su tercera casa a convertirla en el llamado Café Yuunagi, que sirve de refugio para animales callejeros o abandonados.