Bofetadas a una mujer soldado, diente roto y el ojo morado: "Te colgaré de la puerta"

Una militar italiana denuncia por violencia de género a uno de sus compañeros. La víctima, "tras días y días de maltrato", decidió demandar a uno de sus superiores por acoso. Sin embargo, este delito "no está registrado" dentro del Ejército italiano. 

Según el medio italiano Il Gazzettino, la mujer sufrió violencia física y acoso durante días. "El presunto acosador le abofeteó en la cara y golpeó su cabeza. La empujó contra su coche, le agarró por los pelos y le dejó el ojo morado".

"La demanda surge después de que el comandante mayor del Ejército en Nápoles se percatase de que la mujer se presentaba al servicio con evidentes signos de maltrato en el rostro", afirma la publicación. Sin embargo, "inicialmente, la militar no quiso compartir con el psicólogo del cuartel la identidad de su maltratador, con el que había tenido una relación y del que estaba enamorada". 

Tras de semanas de terapia, "decide mencionar su nombre, después de otro altercado que resultó en un escupitajo y una amenaza: 'Te cuelgo en la puerta de tu casa". En los documentos del juicio, a los que ha tenido acceso del medio italiano, "se pueden leer otras amenazas e insultos como: 'Eres una enferma mental".  Ella tiene 40 años, y su ya excompañero 48. "La llamaba hasta 100 veces al día y se presentaba en su casa y en su trabajo", lamenta.

De acuerdo a la información publicada, la Fiscalía de Nápoles sigue investigando el caso. Además, "el Tribunal Militar ha escuchado a numerosos testigos. Entre ellos, al Doctor Angelo, el psiquiatra de la mujer, quien dice que había contraído una relación del tipo 'síndrome de Estocolmo' con su agresor". "Como resultado del acoso recibido, había perdido el interés en el trabajo, así como su vida privada, ocultando lo que sucedía incluso a su familia".

Sin embargo, el tribunal militar ha absuelto al hombre "porque cree que fue la mujer la que estaba celosa" y "porque los documentos en el juicio carecerían de certificados médicos significativos". La publicación lamenta que este órgano penal no haya tenido en cuenta "ni los testimonios de sus compañeros de cuartel, ni el de su dentista, que tras acudir a la consulta por una fractura dental, intuyó que fue violencia a manos de su pareja".

"Somos optimistas con la futura reforma de la sentencia. Todo ello gracias al impoluto trabajo de la Fiscalía. Sin embargo, el caso es una prueba de la necesidad inaplazable de introducir un código rojo militar para estos casos concretos", dicen fuentes de la defensa. Un tribunal de Roma se encuentra estudiando las posibles reformas del dictamen.