Arantxa Sánchez Vicario pide dinero a amigos antes de ser juzgada
"Estoy haciendo un esfuerzo económico brutal, que seguiré haciendo toda mi vida", ha asegurado en una entrevista con 'El País'.
La extenista Arantxa Sánchez Vicario, ganadora de tres Roland Garros y un Abierto de Estados Unidos, y su exmarido Josep Santacana serán juzgados desde el martes hasta el viernes en el Juzgado Penal 25 de Barcelona por un presunto delito de alzamiento de bienes.
En el escrito de Fiscalía, consultado por Europa Press, se pide condenar a la extenista y a su exmarido a cuatro años de prisión por un presunto delito de alzamiento de bienes al supuestamente ocultar su patrimonio a través de un testaferro para evitar pagar al Banco de Luxemburgo una deuda de 7,5 millones de euros.
El fiscal detalla que la tenista actuó "bajo las consignas de su marido" una vez se le notificó la reclamación de la deuda en julio de 2010. Asegura que la entidad bancaria adelantó a un banco español el dinero que la tenista tenía que abonar como garante de una deuda con Hacienda, y por eso después el Banco de Luxemburgo le reclamó pagar la cantidad que había abonado.
En este contexto, la tenista ha concedido una entrevista al diario El País en la que confiesa sus dificultades económicas. Actualmente, Sánchez Vicario debe ingresar la mitad de sus ingresos al Banco de Luxemburgo para ir condonando su deuda, habiendo entregado 1,9 millones de euros hasta el momento.
"Saco adelante a mis hijos gracias, también, al dinero que me dejan los amigos. Con eso voy tirando", ha señalado. Además, ha contado que su principal actividad laboral consiste en dar clases particulares de tenis en Miami y, en ocasiones, ayudar en la organización de torneos o hacer de comentarista. "Estoy haciendo un esfuerzo económico brutal, que seguiré haciendo toda mi vida", ha agregado.
Sánchez Vicario también ha señalado que parte de su patrimonio ha desaparecido, de lo que acusa a su exmarido: "Ganar lo que gané me costó kilómetros corriendo en la pista, horas de entrenamiento, sacrificio y esfuerzo. Me lo tuve que ganar, nadie me regaló nada. Lo que es mío es mío, y de mis hijos. Eso es lo que más me motiva para recuperarlo".
"Es muy injusto. Con lo que he ganado, no poder vivir del tenis es un golpe muy duro que no me esperaba. Mi error, como he dicho otras veces, fue enamorarme. Confié en la persona que tenía al lado, en mi marido, y me la jugó", ha afirmado.