Juan Cruz, salir ileso del gran Gatsby
En los circuitos periodísticos se considera a Juan Cruz un ser ubicuo. Está en todas partes, siempre con su cuaderno y su bolígrafo, entrevistando a todos los escritores que tanto conoce, escribiendo reportajes, garabateando sus artículos, participando en tertulias de televisión o en programas de radio...
En los circuitos periodísticos se considera a Juan Cruz un ser ubicuo. Está en todas partes, siempre con su cuaderno y su bolígrafo, entrevistando a todos los escritores que tanto conoce, escribiendo reportajes, garabateando sus artículos, enviando sus posts para el blog que tiene en El País(Mira que te lo tengo dicho), participando en tertulias de televisión o en programas de radio... Juan Cruz (Tenerife, 1948), además, tiene tiempo para escribir libros. El más reciente es su ensayo titulado Especies en extinción. Memorias de un periodista que fue editor (Tusquets), donde echa la vista atrás, a su época al frente de Alfaguara. En él reconoce que "editar es un circo, un carrusel, una ginkana, un ritornello, una pasión, es como cuidar a un hijo, a un viejo, como cuidarse a uno mismo cuando no tiene ganas de levantarse de la cama". Es también autor de novelas como Ojalá Octubre, El sueño de Oslo o Crónica de la Nada hecha pedazos e incluso de poesía, como Edad de la Memoria. En 2012 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Cultural por su contribución en esta disciplina. Estas son las respuestas que nos da para invitarnos a sumergirnos en el mundo de los libros, con motivo de la Feria del Libro de Madrid.
¿Qué libro estás leyendo ahora?
Ahora leo Libros y Libertad, de Emilio Lledó, publicado por RBA. Es mi maestro, sus reflexiones sobre el libro siempre me han acompañado, desde que era un estudiante adolescente. Y ahora compartimos preocupación: el libro es el instrumento de las ideas. Desnutrirlo es un riesgo social, no solo cultural.
¿Qué libro te marcó en tu infancia o adolescencia y por qué?
El extranjero, de Albert Camus; su atmósfera física era la de mi tierra, Tenerife, y la historia era conmovedora y terrible. Me abrió a todo tipo de reflexiones, sobre la vida, la muerte, la amistad, el odio o el azar.
¿Qué autores te han marcado más a lo largo de tu vida como lector?
Camus, Scott Fitzgerald, Unamuno, Cabrera Infante... Y después muchos más. Pero esos fueron los primeros, con Neruda y Azorín, por cierto.
¿Qué libro del que tuvieras un buen recuerdo te ha defraudado con el paso del tiempo o viceversa?
No tengo esa conciencia; quizá la lectura de Baroja luego se me fue diluyendo, acaso por la lectura de los latinoamericanos. Rayuela de Julio Cortázar, por ejemplo, acaba con Shanti Andía; son muy distintos, pero las lecturas tienen esas consecuencias: unas sobrepasan a otras.
¿Qué libro tuyo recomendarías a los lectores que todavía no te han descubierto?
Ojalá octubre. Y el último, Especies en extinción. Creo que ahora me doy cuenta de que este último representa mucho más para mi literatura que lo que pensaba mientras lo escribí.
Y de tus contemporáneos, ¿a quién recomendarías para iniciarse en el mundo de la lectura?
A Manuel Rivas, a Julio Llamazares. Por citar a dos cuya escritura tiene más que ver con mi ansiedad de memoria. A Juan José Millás: su novela El Mundo me pareció un libro excepcional y raro en este país.
Y los niños, ¿cómo podemos contagiarles la pasión por los libros?
Contándoles libros.
Por último, ¿qué historia de ficción te hubiera gustado vivir en carnes propias?
El gran Gatsby, y salir ileso.
Foto: cortesía de Alfaguara.