La "violencia intrafamiliar", el primer gran 'charco' en el que Vox mete al PP
Los 'populares' hacen equilibrismos para explicar sus pactos con la ultraderecha, que niega la violencia de género, y su defensa de la lucha contra esta lacra.
Ya lo dice el refranero popular: soplar y sorber, no puede ser. Y el PP trata de hacer equilibrismos para pactar con la extrema derecha y defender ciertos avances sociales.
En eso lleva las últimas horas desde que se conoció el contenido del acuerdo de Gobierno en la Comunidad Valenciana entre la formación liderada por Alberto Núñez Feijóo y Vox, donde no se habla de violencia de género y sí de "violencia intrafamiliar", algo completamente distinto.
Medio centenar de medidas para hacer presidente de la Comunidad Valenciana a Carlos Mazón, que pasó en pocas semanas de decir que su línea roja era gobernar en solitario a, en apenas unas horas, cerrar un acuerdo que meterá la ideología de la ultraderecha —y a tres de sus dirigentes— en el futuro ejecutivo regional.
En dicho acuerdo, se puede leer este párrafo:
"Defenderemos los derechos de las familias y promoveremos políticas que perseguirán erradicar la violencia intrafamiliar, en especial las que sufren mujeres y niños, garantizando la igualdad entre todas las víctimas".
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Ante el revuelo que generó este punto del acuerdo, el PP tuvo que dar explicaciones. Y el primero en salir a dejar claro que el PP va a seguir defendiendo la lucha contra la violencia de género fue Borja Sémper, portavoz de campaña de los populares, quien al ser preguntado este jueves por la inclusión del término "violencia intrafamiliar" en el pacto con Vox en la Comunidad Valenciana, respondió así:
"Lo que es mucho más importante que la denominación de las cosas, yo no digo que no sea importante, es que no se dé ni un paso atrás en los avances sociales conseguidos. España y Occidente en general tiene un problema con la violencia que se ejerce sobre las mujeres. Es un problema muy serio, real, es un problema que existe y que no se puede negar. Y los poderes públicos están obligados a dar una respuesta razonable, por encima y más allá de la denominación que tengan las diferentes consejerías o responsabilidades políticas. Lo que sí estoy a disposición de asegurar es que allá donde esté el PP, y en este caso en Valencia, no va a haber ni un paso atrás en la lucha contra esta lacra que afecta principalmente a las mujeres".
Pero, pese a estas palabras iniciales, el PP se ve en la tesitura de tener que hacer equilibrismos, puesto que todavía le quedan por cerrar acuerdos de investidura para formar gobiernos en varias comunidades autónomas como Extremadura, Baleares, Murcia y Aragón.
Precisamente en esta última, su candidato, Jorge Azcón, ha tratado de contentar a todos al ser cuestionado por el pacto en la Comunidad Valenciana cuando ha afirmado que hay "otro tipo de violencias en la sociedad y es bueno que también se atiendan", según recoge Europa Press.
Por si acaso, ha pedido "estar a los hechos" y ha recordado sus años como alcalde de Zaragoza en los que, dice, "no ha habido ni una sola cesión en la lucha por la igualdad".
Pero la bomba le estallaba al PP en las manos poco antes de las 13:30 horas, cuando José María Llanos, 'número dos' de Vox en las listas por Valencia, decía esto en declaraciones a TVE:
"La violencia intrafamiliar supone que en las relaciones afectivas se puede generar violencia y si la víctima muchas más veces, como es cierto, es una mujer, estará protegida con penas mucho más duras en los gobiernos en los que Vox esté. La violencia de género no existe. La violencia machista no existe. Vamos a acabar con esos test, esas pruebas de género que están obligando a realizar a los funcionarios y a los trabajadores también en algunas empresas, en los que nada menos que se dice que ser hombre y ser machista es lo mismo".
La indignación en las redes no se hacía esperar y obligaba al PP y a su líder a contestar. Feijóo lo hacía a través de Twitter, a la hora y media de conocerse las palabras del dirigente de Vox, el partido con el que su formación está firmando acuerdos por todo el país, incluida la Comunidad Valenciana.
"La violencia de género existe y cada asesinato de una mujer nos conmociona como sociedad. Desde el PP no daremos ni un paso atrás en la lucha contra esta lacra. No vamos a renunciar a nuestros principios, cueste lo que nos cueste", ha escrito el presidente del PP.
Un "cueste lo que cueste" final que ha repetido, también a través de Twitter, Borja Sémper: "Cero bromas con lo serio. Ni un paso atrás, cueste lo que cueste".
También ha reaccionado el candidato del PP a presidir la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón. Lo ha hecho con dos mensajes en Twitter en los que ha asegurado que "la violencia de género y la violencia sí existen" y que "es una lacra" contra la que no va "a dejar de luchar".
"El Gobierno que presida no solo no va a dar un paso atrás, sino que reforzará cualquier medida de protección sobre la mujer contra cualquier forma de violencia", ha agregado. Y por si quedaba alguna duda, ha insistido con otro mensaje: "Violencia de género o violencia machista. Sin ninguna duda".
Cuca Gamarra, portavoz parlamentaria y secretaria general del partido, se ha sumado a las respuestas al dirigente de ultraderecha con cuyo partido el PP está negociando para sacar adelante varios gobiernos municipales y regionales. "La violencia de género existe. Desde todas las instituciones no pararemos de luchar contra ella, con todos los medios a nuestro alcance. Con esta lacra ni se juega ni se negocia", ha escrito.
La 'rectificación' del dirigente de Vox
Tras el revuelo generado, Llanos ha querido 'rectificar' con este mensaje en Twitter:
"Me gustaría rectificar y condenar todo tipo de violencia contra la mujer, incluida la machista, lo que niego es la existencia de la violencia de género. Lucharemos por erradicar todo tipo de violencia y por ofrecer un marco jurídico que nos permita proteger a todas las víctimas".
Segundo lío en la Comunidad Valenciana
Se trata del segundo lío que genera Vox al PP en apenas unos días en la Comunidad Valenciana, después de que Génova pusiera como línea roja no incluir en el acuerdo de coalición con Vox al candidato de este partido a presidir la Generalitat, Carlos Flores, quien fue condenado precisamente por violencia machista.
Apenas horas después de que Sémper trazase este límite, la formación de Santiago Abascal cedía, enviaba a Flores al Congreso como 'número uno' por Valencia y dejaba abierta la posibilidad de un pacto que se cerró inmediatamente.
Un pacto que, después, incluyó entre sus medidas la "violencia intrafamiliar" que ha hecho que asociaciones feministas hayan puesto el grito en el cielo.
"La violencia de género puede no ser intrafamiliar y no toda la violencia intrafamiliar es contra las mujeres", ha asegurado Marisa Soleto, jurista y directora de la Fundación Mujeres, a la Agencia EFE.
Soleto ha alertado de que "confundir ambos tipos de violencia lleva a confundir las causas y las necesidades de protección de las víctimas y a tomar malas decisiones para el abordaje".