Una semana "muy larga" para Sánchez
El escándalo Koldo sacude a un PSOE ya muy tocado por el resultado de las elecciones gallegas. "Las generales son en 2027", avisa Sánchez
"Las elecciones generales son en 2027. Tengo todo el tiempo del mundo". En público y en privado, Pedro Sánchez no se cansa de repetir que la legislatura no está en riesgo. Él seguirá los próximos cuatro años al frente del Gobierno y Alberto Núñez Feijóo, en la bancada de la oposición. Tiempo de sobra, arguye, para que el “cambio de ciclo” que pregona el PP quede en la nada. Si bien, prácticamente nadie en el PSOE discute que esta semana se le ha hecho “muy larga” al presidente y a toda la organización. Aún consternados por el desastre en Galicia, llegó el escándalo Koldo: “Está siendo terrible”, en palabras de un diputado socialista.
En las estructuras territoriales del PSOE cunde el pesimismo. En Castilla-La Mancha, Aragón o la Comunidad de Madrid sus referentes políticos han alzado la voz exigiendo autocrítica tras el batacazo en Galicia. También se han escuchado voces críticas en otras comunidades, como Andalucía, siendo la de Susana Díaz la más relevante. “La pérdida de poder institucional es total. Sánchez sigue en la Moncloa pero el PSOE se diluye en comunidades y ciudades”, en opinión de un líder territorial.
Al madrileño Juan Lobato Ferraz le ha llamado al orden en privado en los últimos días mientras que a Emiliano García Page, el presidente de Castilla-La Mancha, las acusaciones de jugar a favor del PP son ya públicas. “Uno tiene que saber cuándo juega su equipo y qué camiseta lleva”, le avisó la vicepresidenta María Jesús Montero, de la máxima confianza de Sánchez. Él le respondió: “La camiseta del PSOE no es una camisa de fuerza”. “Si te mueves, te señalan”, denuncian los críticos, como avanzó El HuffPost. Jordi Sevilla, el que fuera ministro socialista, no dudó en participar en la discusión: “Lo que hace el PSOE con Page me recuerda al estalinismo”, dijo en una entrevista en El Mundo.
Lo cierto es que los ánimos están muy bajos en el PSOE en un año con otras dos citas electorales más. Las urnas se abrirán en el País Vasco el 21 de abril y en toda España, para celebrar las elecciones europeas, el 9 de junio. Y los pronósticos no son nada halagüeños. En este marco, lo que pretende Moncloa es desatacar de una vez por todas la ley de amnistía, que volvió a la Comisión de Justicia después de que Junts votara en contra de ella en el Congreso. Las fuentes consultadas por este diario dan por descontado que “esta vez sí” no habrá contratiempos aunque los independentistas “teatralicen” y apuren los plazos.
PSOE y Junts tienen hasta el 7 de marzo para alcanzar un acuerdo, después de que la Mesa de la Cámara Baja aprobara una prórroga para que la Comisión de Justicia cuente con 15 días más para dictaminar sobre el texto de la amnistía. Según dijo Sánchez, la ley ya no se puede tocar más, y no puede incluir todos los delitos de terrorismo ni el de alta traición. Ceder en eso podría llevar a la inconstitucionalidad de la norma, según su equipo. Aunque, precisan, se continúa negociando y hablando de otras opciones.
Incluso en el peor de los escenarios, que conllevaría el bloqueo total sobre la ley y seguir con los Presupuestos Generales del Estado prorrogados, Sánchez no sopesa tirar la toalla. En la conversación informal que mantuvo con los periodistas que cubrieron su viaje a Marruecos, el presidente fue muy rotundo en este sentido. “He escuchado al señor Feijóo decir que él está en pie. Pues bien, es verdad, él está en pie, en la oposición, y yo estoy de pie y en el Gobierno. Y así seguiremos cuatro año más y entonces los españoles decidirá lo que quieren”, afirmó, ya en rueda de prensa, con rostro serio.
Su semblante fue todavía más severo cuando le preguntaron por Koldo García, el que fuera asesor de José Luis Ábalos, protagonista del primer gran caso de corrupción que salpica al Ejecutivo. Era miércoles por la tarde, y entonces el escándalo ya abría todas las portadas de los periódicos para desesperación de miembros de su Gobierno y del PSOE. “Llegamos al poder reivindicando la lucha contra la corrupción. Esto es muy serio”, resumía un parlamentario socialista, rememorando la moción de censura que hizo caer a Mariano Rajoy.
Son varios los cargos dentro del PSOE que creen que Ábalos debe dar un paso atrás por “responsabilidad política” y para limitar las consecuencias del caso, a pesar de que el exministro haya asegurado que no tenía conocimiento de nada. “Cuando uno ve estas noticias siente una auténtica vergüenza. Es un escándalo”, subrayó públicamente Margarita Robles, que pidió “llegar hasta el final” y “dilucidar todas las responsabilidades”. Anticorrupción ya ha cifrado en millón y medio la mordida de Koldo García por los contratos de mascarillas, afectando a varios ministerios y comunidades otrora gobernadas por el PSOE.
Según el entorno del presidente, se actuará “con firmeza” cuando se tengan todos los datos encima de la mesa, aunque el Gobierno presiona Ábalos para que sea él quien renuncie a sus puestos de responsabilidad. “Las elecciones, lo de la amnistía que nunca acaba y ahora esto”, se desahogaba un importante dirigente socialista, en conversación informal con este diario, que remataba: “Que la semana acabe ya… hay que recuperar el pulso a través del Consejo de Ministros, con la aprobación de medidas progresistas”.
Para el PP, el caso Koldo es también el de Sánchez. Este viernes, Cuca Gamarra convocó una reunión de “coordinación y seguimiento” del escándalo y anunció que el partido se personará en la causa judicial. “Koldo no era ningún desconocido en Ferraz ni en Moncloa. Era el hombre para todo de Ábalos y Sánchez, el que custodió las papeletas en las primarias socialistas (…) Ahora no pueden escurrir el bulto ante toda la basura que está saliendo a la luz”, resumen fuentes de la dirección nacional.
El equipo de Feijóo está seguro de que esta nueva “semana negra” para el presidente del Gobierno reforzará la inercia electoral de cara a las elecciones europeas, en la que votan todos los españoles. “El batacazo del PSOE será enorme”, pronostican, eufóricos por revalidar la mayoría absoluta en Galicia. Algunos barones, que ya alertaron en privado de “los errores” cometidos en la campaña de las gallegas, recomiendan eso sí “calma” y mantener “los pies en la tierra”. “Vamos bien. El resultado de las elecciones gallegas ha sido muy bueno después de una campaña con demasiado ruido. Pero la legislatura será larga y no podemos volver a caer en la frustración de pensar que habrá un adelanto electoral en dos días”.