Una ley muy inteligente: análisis de la histórica norma europea para regular la inteligencia artificial

Un paso inteligente, pero, sobre todo, histórico. Europa se pone a la cabeza del mundo y todo parece encaminado a que saque adelante este mismo año la primera ley hasta la fecha para regular la Inteligencia Artificial.

El último paso lo ha dado el Parlamento Europeo este mismo miércoles. Con una amplia mayoría, 523 votos a favor, 46 en contra y 49 abstenciones, la Eurocámara ha avalado la norma que vio la luz el pasado mes de diciembre por parte de las tres instituciones comunitarias.

Su objetivo primordial es el de poner fin a los altos riesgos que también se encontraban en la IA, protegiendo los derechos fundamentales, la democracia, el Estado de derecho y la sostenibilidad medioambiental.

Los miedos a que este sistema aprovechara sus mecanismos para poner en peligro a la ciudadanía han sido importantes para que las tres instituciones comunitarias alcanzaran un difícil acuerdo que todavía necesita una comprobación jurídica-lingüística y debe ser adoptada formalmente por el Consejo.

Un antes y un después

La nueva norma europea busca hacer frente a todas las incógnitas que en los últimos meses se habían multiplicado respecto al posible crecimiento de una herramienta que no ha dejado de crecer.

De hecho, algunos de esos avisos llegaron desde los propios creadores. Sam Altman, impulsor de ChatGPT, pidió en mayo del año pasado al Congreso de los Estados Unidos que regule el desarrollo y el uso de la Inteligencia Artificial porque "si esta tecnología va mal, puede ir bastante mal".

La UE se ha anticipado al país norteamericano y pretende dar ejemplo para impulsar la industria europea con dicha regulación. Unos marcos fijados para que los ciudadanos no sufran ningún tipo de riesgo.

Entre sus parámetros, se encuentra la prohibición de la vigilancia masiva en los espacios públicos, a excepción del uso de las fuerzas del orden para identificar, con autorización judicial, a alguna persona relacionada con un posible ataque terrorista.

También se empleará para aquellos que cometan delitos como el tráfico de personas o la explotación sexual. Aunque no sólo afecta a la privacidad de la ciudadanía, sino también a los posibles ataques al sector cultural.

Las denuncias de artistas sobre la utilización de sus voces sin consentimiento, la creación de campañas con este sistema y otros problemas que podían generar en el sector, ahora contarán con un mecanismo de protección para garantizar que los datos respetan los derechos de autor y que en cada creación se especifique si se ha creado a través de este procedimiento.

Restricción de aplicaciones

Las nuevas normas que se están impulsando desde la UE pondrá coto a aquellas aplicaciones en la que se utilice la Inteligencia Artificial y suponga un atentado contra los derechos de la ciudadanía. 

Es decir, entre ellas se encuentran los sistemas de categorización biométrica que se basen en características sensibles. Se evitará que estas apps puedan capturar de forma indiscriminada imágenes faciales de los usuarios, ya sea por internet o por cámaras de vigilancia. 

La legislación europea busca bloquear que toda esta información personal no se utilice para crear bases de datos de reconocimiento facial. Algo que va ligado a otra de las restricciones relacionada con la posibilidad de manipular el comportamiento de una persona aprovechando la vulnerabilidad de algunas personas.

Un "triunfo de la democracia europea"

Ibán García del Blanco, eurodiputado socialista, ha sido el único español en participar en las negociaciones finales de la Ley de IA. Una norma inédita en el mundo que define como "un triunfo de la democracia europea".

Una regulación que se ha dado esquivando todos los obstáculos burocráticos que suele haber en el "procedimiento regulatorio europeo". "Es complejo, con muchos trámites, tiene que conciliar muchas voluntades, visiones nacionales y, con todo eso, ante una regulación de una materia tan compleja como la IA, hemos alumbrado una ley equilibrada", explica.

Para el eurodiputado socialista, esta ley tiene que ver con "la visión de futuro de la UE". "Protege los derechos fundamentales de las personas, protege también algunos valores colectivos y fomenta la innovación y un espacio amigable para la inversión y la investigación", razona.

Ibán García reconoce que la IA generativa es una herramienta que "promete grandes avances para la humanidad" y confía en ello. Pero el principal propósito es el de intentar que "una herramienta de estas características, que genera tantos riesgos, se pueda aprovechar mejor y proteja frente a lo peor".

Como único eurodiputado español que ha participado en la negociación, reconoce que el consenso, pese "al ascenso de la extrema derecha y los populismos", ha sido rotundo. "Hemos sido capaces de aislarnos. Hemos protegido valores que son compartidos y esenciales para el proyecto de la UE", resalta.

Ahora Europa va a terminar "un proceso de 5 años" con la norma y, este primer paso sirve para dar "el primer golpe". "Vamos a marcar un modelo que va a influir en los modelos de los demás y, sobre todo, en una regulación de carácter internacional en las que nos podamos poner de acuerdo en cuestiones muy básicas", añade.

Una norma que entrará en vigor en 2026

La nueva ley de inteligencia artificial está cerca de terminar el periplo comunitario y en las próximas semanas será aprobada de forma definitiva. Aunque no entrará en vigor de forma efectiva hasta dentro de dos años, en concreto, hasta el año 2026.

Los expertos también consideran que el paso era "necesario", aunque destacan que la UE sea la primera en hacer un movimiento que sirve para transmitir "tranquilidad" y favorecer "la innovación".

Juan Ignacio Rouyet, profesor experto en IA de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), cree que la ley "no es suficiente", pero sí es algo importante porque "la ciudadanía lo ha demandado en estos dos últimos años".

"La IA lleva desde el siglo pasado. Pero estaba oculta, en el sentido de que estaba en el proceso operativo. Ahora con la IA generativa ha trascendido a la sociedad", señala.

El experto en la herramienta justifica que la legislación "lleva mucho tiempo amasándose" y la considera clave porque "transmite tranquilidad". "Esto lo necesitaba Europa. Se está quedando atrás en IA, comparándolo con las empresas de EEUU y China", explica.

Juan Ignacio Rouyet vaticina que la nueva norma va a ser buena para "desarrollar la innovación y el resto de los competidores tendrán que adaptarse".

Tras cinco años de lucha democrática para sacar adelante la primera ley de inteligencia artificial del mundo, se ve la luz al final del túnel y, en un mundo en el que dicha herramienta ha crecido sin precedentes, Europa ha dado el "primer golpe" a escala global. Una legislación inteligente con la que disipar todos los miedos.