Un resumen de la fracasada aventura de Ayuso con Milei

Javier Milei ha vuelto a España. Pero esta vez no para cantar ni para insultar a los españoles, sino para recibir un premio de Ayuso. Sí, sí. Como lo oyes. Premio por insultar al presidente de España y por llamarnos zurdos de mierda. 

De hecho, a Feijóo le dio tanta vergüenza que se fue a una escuela de música con niños y no quiso saber nada. Y hasta Alsina (“populismo faltón, se ha sacado de la manga una medalla de la comunidad de Madrid”) Vicente Vallés (“Ayuso actúa por su cuenta, incluso al margen del interés político de su partido”) Pedro J. y un editorial de El Mundo también han criticado la concesión de este premio.

 Imaginaos lo sola que se quedó Ayuso. Pero ella sabrá lo que hace cada día estando más cerca de Vox. Y espera, porque algo más tarde Milei fue a lo que llamaron “la cena de la libertad”, que por cierto, libertad si tenías 150 euros para pagar el cubierto, claro. 

Y en esa misma cena, Milei se puso a llorar porque le dieron un cuadro de cuatro metros de alto. Ríete tú de Corea del Norte y su culto a la personalidad al lado de estos supuestos liberales. ¿Y lo más importante? Todo esto pagado con los impuestos de los argentinos que, según él, son un robo. 

Un abrazo, Peluca, es un placer que vengas a hacer el ridículo a nuestro país.