Siete ejemplos de cómo el PP y Bildu unieron sus votos en los últimos tres meses
Las fuerzas de los populares y los abertzales han concordado en multitud de iniciativas, desde los permisos para prevenir el suicidio hasta el freno a la reforma de la ley mordaza.
Tanto, tanto, tanto, demasiado ruido, cantaba Joaquín Sabina, y bien podría haberle dedicado el tema a la campaña de las elecciones municipales y autonómicas del próximo 28 de mayo. Ni 12 horas tardó en aparecer ETA otra vez, y las acusaciones del Partido Popular contra el presidente del Gobierno de ser poco menos que un rehén de los abertzales de EH Bildu por ser su aliado parlamentario en el Congreso de los Diputados.
El PP se rasgó las vestiduras tras descubrirse que 44 exetarras se encontraban en las listas de la formación vasca para distintos municipios de Euskadi. Siete de ellos cumplieron condena por delitos de sangre cuando formaban parte de la banda. El revuelo ha sido tal que los siete han anunciado este martes que, de resultar elegidos, no asumirán el cargo.
Sin embargo, a pesar del paso atrás dado por los exmiembros de la banda, eso no ha impedido que el tema haya monopolizado el cara a cara entre Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez en el Senado.
Por contra, los gritos en el cielo del Partido Popular, que incluyen la petición de Isabel Díaz Ayuso para contemplar la ilegalización de la formación vasca, algo a lo que ni Feijóo se ha atrevido, choca con las iniciativas que la derecha ha apoyado junto con la formación. Y es que no son pocas las votaciones en las que ambos han hecho coincidir el sentido de su voto.
Condena al golpismo, prevención del suicidio, 'ley mordaza'...
La web del Congreso de los Diputados da buena fe de ello en el apartado de Votaciones. Al menos en seis ocasiones los de Otegi y Feijóo se han puesto de acuerdo en cuestiones altamente nobles. Ejemplo claro de ello fue la votación del 23 de febrero de este año, cuando unieron sus votos junto con el resto de los grupos para apoyar la concesión de permisos que enfocados a la prevención del suicidio, presentada por el Grupo Parlamentario Plural. Ni siquiera Vox sacó los pies del tiesto.
Unas semanas antes, el nueve de ese mismo mes (y esta vez sin el apoyo de Vox, que se abstuvo), populares y abertzales apoyaron la condena que se hizo desde el Congreso contra el asalto que sufrió el congreso de Brasil por parte de la ultraderecha tras la victoria del izquierdista Lula da Silva.
Más tarde, a principios de marzo, volvieron a confluir para apoyar la proposición no de ley del PSOE para adaptar la biodiversidad a las consecuencias del cambio climático. Pero ese mes, sin duda, la unión de ambos partidos fue clave para tumbar la reforma de la ley Mordaza, en la que el voto de EH Bildu fue decisivo para condenar la reforma a una postergación sine die.
Antes de que acabara marzo también hubo tiempo para que ambos grupos parlamentarios coincidieran en votar a favor del bono social eléctrico y el bono social térmico a propuesta del PSOE y a apoyar la tramitación como Proyecto de ley para la ampliación de derechos de los pensionistas, la reducción de la brecha de género y el establecimiento de un nuevo marco de sostenibilidad del sistema público de pensiones.
La última, el 11 de mayo
Mientras que estallaba toda la polémica sobre las listas de EH Bildu, al mismo tiempo ambos partidos también apoyaban la misma iniciativa, el Proyecto de ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario.
La campaña electoral se nota más que nunca, y aunque ETA se disolviera hace años, su sombra es un comodín manoseado por una buena parte del espectro político. Quedan poco menos de dos semanas para la primera cita electoral del año, y todo apunta a que la baza de la banda terrorista seguirá muy presente, aunque luego, para las cuestiones de fondo, no se hagan tantos ascos a unir fuerzas. Sulfuro y crispación de puertas para afuera, entendimiento hacia dentro. 12 días.