Recuperar el control de la agenda como sea
El bloque económico del Gobierno se enzarza por la reducción de la jornada laboral. Feijóo se encerrará con sus barones con la preocupación latente a un Vox que sigue fuerte.
Pedro Sánchez quiere recuperar el control de la agenda política. El presidente ha pedido a los suyos que trabajen en una serie de anuncios potentes, de corte progresista, para impulsar la acción gubernamental. Hasta la fecha, el Ejecutivo parecía dedicado a resistir. A superar los días, las semanas, pero en una situación agónica. Pero eso no basta, reconocen las fuentes consultadas en el gabinete, como insistentemente repite Yolanda Díaz, la vicepresidenta de Sumar.
No lo tiene nada fácil el presidente. Aún en plenas fiestas, este viernes, el Ejecutivo se apresuró a sacar pecho de que España cerró diciembre con la cifra de paro más baja en 17 años. Se crearon 502.000 puestos de trabajo en 2024, como informó El HuffPost. Una buena noticia en el ámbito económico que fue poco a poco sepultada por el cúmulo de polémicas que rodean al Gobierno.
Para empezar, el bloque económico del Ejecutivo decidió mostrar sus diferencias en relación a la reducción de la jornada laboral. Díaz estalló contra Carlos Cuerpo, uno de los ministros mejor laborados y esquivo con las polémicas. De “mala persona” le llegó a calificar la vicepresidenta. “Ni siquiera la señora Calviño se atrevió a tanto”, dijo en otro momento de su entrevista en RNE. “El ministro socialista tiene que decidir de qué lado está: si con los trabajadores o con la patronal”, resumió.
Fuentes socialistas descalificaron a la titular de Trabajo: “Está muy nerviosa por las encuestas”. Y enfatizaron que “si de verdad quiere legislar, las cuestiones del Gobierno se han de abordar en el seno del mismo y no en una entrevista a un medio de comunicación”.
No era ni la hora de comer del mismo viernes, y siguiente alerta a los móviles, también de este periódico. El Fiscal General del Estado cambió de terminal móvil una semana después de que el Tribunal Supremo le abriera una investigación por revelación de secretos en el caso de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. Al menos, esa es la conclusión a la que llega la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. En su última comparecencia pública, el presidente salió en su apoyo, una vez más. Pero hay voces socialistas que reconocen lo “compleja” que es la situación de Álvaro García Ortiz.
Para rematar, el caso Koldo y las declaraciones ante el juez de sus principales protagonistas coparon gran parte de las tertulias de radio y televisión el tres de enero. “Sánchez no me dio ninguna razón de mi cese. Me dijo que el viaje había concluido”, aseguró José Luis Ábalos al juez. Sus palabras se repitieron con insistencia en los medios, como también las de su ex asesor o Víctor de Aldama, que insistió en denunciar una financiación opaca del PSOE.
Con todo, Sánchez parece decidido a intentar recuperar el control. El próximo día ocho se celebrará el primer acto por el aniversario del aniversario del dictador Francisco Franco, al que finalmente no asistirá el jefe del Estado por cuestiones de agenda. Aunque esta ausencia del monarca, sugieren las fuentes consultadas, es el menor de los problemas para Moncloa. “Tenemos que recuperar nuestra agenda social. Hablar de vivienda y que se nos escuche, poner encima de la mesa soluciones”, se exaspera un diputado socialista, que coincide en la necesidad de “hacer algo”.
Retiro con los barones de Feijóo
Para el PP, Sánchez puede “sacar a pasear a Franco” o hacer “lo que considere” pero está “completamente acorralado”. Si bien Alberto Núñez Feijóo quiere diversificar su acción de oposición para trasladar también la opinión pública que es una “alternativa real” de Gobierno. Por ejemplo, relanzando su plan de vivienda aunque aún no ha dado la fecha de su presentación en el Congreso de los Diputados.
Sobre la estrategia a seguir, Feijóo debatirá con sus líderes territoriales el próximo fin de semana en Asturias. Será un retiro de tres días en el que “hablar de todo”. “Por su puesto, seguiremos denunciando la corrupción del PSOE, pero no solo eso”, exponen fuentes de la dirección nacional. Existe preocupación en algunos sectores ante el hecho de que Vox sigue “muy fuerte”, principalmente en la Comunidad Valenciana, por la gestión de la DANA por parte de Carlos Mazón. “Si hoy se celebraran elecciones generales, tendríamos que ir de la mano”, resume un alto cargo del partido.
El debate interno sobre qué relación tener con Junts también es intenso. Feijóo lo acota a “contactos puntuales” en el Congreso, principalmente en materia económica. De hecho, también quiere hablar con los de Carles Puigdemont sobre vivienda. Para el PP de Madrid -pero no solo-, todo coqueteo con Junts provoca una fuga de votos hacia el partido de Santiago Abascal. Replican desde otras estructuras: “Aquí o se aglutinan mayorías o no se gobierna. O se habla con todos o no se logran derrotas parlamentarias de Sánchez”.