Palestinos en España ante el reconocimiento de su Estado: entre el aplauso y el reproche
Hay quienes lo ven como un acto de coraje que les da esperanza para pensar en volver un día a su tierra y quienes lo consideran un "lavado de cara" para España que, en realidad, no significa nada.
La comunidad palestina que vive en España ha recibido la noticia del inminente reconocimiento de su Estado por parte del país en el que residen con diversidad de opiniones: hay quienes lo ven como un acto de coraje que les da esperanza para pensar en volver un día a su tierra y quienes lo consideran un "lavado de cara" para España que, en realidad, no significa nada.
Así lo han manifestado diversas voces de la diáspora palestina en España consultadas por la Agencia EFE ante el anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados, de que el Ejecutivo reconocerá a Palestina como Estado el próximo día 28.
Un soplo de esperanza para volver
El anuncio ha caído en Adel Said, palestino de 68 años -los 30 últimos en España- como una inyección de ilusión en medio de la tragedia, por lo que se siente muy agradecido: "Para nosotros es un apoyo y nos da esperanza de que un día vamos a tener nuestro Estado libre con nuestra capital", señala.
Un gesto para el que, para este vecino de Valencia, hace falta "coraje" y que aviva en él un pensamiento que no se permite abandonar, el de regresar a su tierra: "no puedo perder la esperanza de un día volver allí a ver a mi familia, a mi gente... es mi país", subraya.
También Ahmad Jubran, de 73 años, originario de un pueblo situado a 7 kilómetros de Jerusalén y residente ahora en Madrid, aplaude el paso que dará el próximo 28 de mayo el Gobierno de España y expresa su deseo de que el resto de países que no lo han hecho ya "sigan el ejemplo" y abandonen la excusa de que "no es el momento".
"¿Por qué no es el momento? ¿Cuál es el momento, cuando más asentamientos haya y más duros sean? No puede ser esto, hay que reconocer a los palestinos como personas en el mundo", reivindica este médico jubilado, para quien este es un gesto "simbólico" pero lleno de valor.
Entre otras cosas, para hacer frente a algunas personas y partidos que miran a personas como él "como si fueran terroristas": "pues no, señor, no soy terrorista, lucho por la libertad y la independencia de mi país", asevera.
Desde Zaragoza, Ibrahim Abiat, que esta semana ha cumplido 22 años de exilio forzoso en España desde que fue expulsado de Palestina tras el asedio israelí a la Basílica de la Natividad, también celebra el inminente reconocimiento del Estado palestino como "un gesto político importantísimo".
Aunque llega tarde, lo ve como la "cosecha del sacrificio" de su pueblo "durante décadas de ocupación y de injusticia".
Un lavado de cara sin contenido
Pero la diáspora palestina en España es diversa y los sentimientos y opiniones respecto al reconocimiento anunciado por el Gobierno también, por lo que del mismo modo hay personas para las que este anuncio no significa "nada" o incluso "todo lo contrario" a un apoyo para su pueblo.
Es la opinión de Sausan Al-Khouli, de 41 años, nacida en España, residente en Sevilla y de ascendencia paterna palestina, para quien este anuncio es "un lavado de cara total y absoluto".
A su juicio, busca mandar el mensaje de "yo soy muy bueno porque he reconocido el Estado palestino" para poder mantener relaciones tanto con "el futuro Estado palestino" -"que no sabemos ni cómo va a ser ni en que va a estar basado ni nada", recuerda Al-Khouli- como con "el Estado sionista de Israel".
Jaldía Abubakra, que tiene 57 años y vivió hasta los 9 en su Palestina natal, coincide en que un reconocimiento del Estado "vacío de contenido" como este solo sirve para esconder que España "no está haciendo nada realmente para parar el genocidio", afirma desde su casa en Madrid.
En la misma línea, Lora Abuaita, de 29 años y vecina de Granada, recuerda que, de cara a la comunidad internacional, Palestina no es "un Estado con las fronteras claras" y que su pueblo no tiene "derecho a vivir", explotar sus recursos naturales, libertad de movimiento e igualdad: "entonces, ¿qué añade el reconocimiento del Estado palestino? nada", reflexiona.
Para Sausan Al-Khouli y Lora Abuaita la solución de dos Estados de la que habla Pedro Sánchez "ya no es factible": "Nosotras creemos en una Palestina entera, la histórica, del río al mar", sentencia la segunda.
Agradecidos con la ola de solidaridad ciudadana
Pese a las discrepancias, hay dos cosas en las que coinciden todas las voces consultadas: están profundamente agradecidas por la movilización sin precedentes de la sociedad española para apoyar a su pueblo y cada una de ellas cree que España, como Estado, podría hacer algo más para ayudarles.
A pesar de que las manifestaciones no se han dejado de suceder en España desde el pasado mes de octubre, a Ahmad Jubran no le deja de sorprender: "El otro día hubo una manifestación aquí en Valencia y saldrían 8.000 o 7.000 personas... los palestinos que había, los contaba yo, a lo mejor eran cuatro, el resto eran solidarios del pueblo español", relata, sin esconder su entusiasmo.
Ibrahim Abiat también se emociona al ver tantas personas salir a la calle movidos por la causa palestina, protestas protagonizadas en las últimas semanas por las acampadas de estudiantes en las universidades.
En su opinión, aunque no todo el mundo entiende la complejidad del conflicto y la geopolítica de la zona, lo que ha "movido y conmovido" a la gente son las imágenes que se pueden ver a diario -gracias, en parte, a las redes sociales- del "genocidio" al que es sometido el pueblo palestino.
"Es la única alegría que tenemos dentro de toda la situación que estamos viviendo: ver la solidaridad popular junto a nosotras es algo que conforta muchísimo", asegura también Jaldía Abubakra.
Tanto los que valoran positivamente el gesto del Gobierno como los que se cargan de reproches consideran que España puede y debe hacer algo ante el sufrimiento de su pueblo: cortar todas las relaciones con Israel y promover, junto al resto de la UE, sanciones económicas.
Algo parecido a la reacción de la comunidad internacional ante la invasión de Ucrania: "en el caso de Rusia sancionan al agresor y en caso de Palestina, le premian. Es una hipocresía", resume Ibrahim Abiat.