Nuevas generaciones, viejas aspiraciones: para qué valen las juventudes políticas hoy (aparte de para hacer ruido)

Nuevas generaciones, viejas aspiraciones: para qué valen las juventudes políticas hoy (aparte de para hacer ruido)

Un vistazo a su papel más allá de lucir camisetas con el lema 'Que te vote Txapote' o sacar unas copas gratis, analizado por varios especialistas en comunicación política.

Miembros del PP y de las NNGG del PP posan con camisetas del etarra Txapote.TWITTER: NNGG PP RIVAS

Nadie podrá reprocharle a las juventudes de los partidos políticos que no madruguen. Ni había empezado oficialmente la campaña electoral y ya estaban dando que hablar. Copas gratis por aquí, vídeos manipulados a uno y otro lado del espectro y hasta camisetas con el 'Que te vote Txapote'

Barra libre de ocurrencias para disparar la crispación, a imagen de sus mayores. Nadie escapa el tono muy duro, absolutamente polarizado de la campaña electoral del 23-J. Pero hay límites que (por ahora) no parecen dispuestos a cruzar los grandes nombres de la política española. Sí sus cachorros. Y, por supuesto, con un motivo que va más allá de dar que hablar.

¿Hooligans por convicción o por necesidad?

No duda en utilizar ese término tan clarificador el politólogo y profesor de la Universitat Autónoma de Barcelona Gabriel Colomé cuando se le pregunta por los aparatos de juventud de las grandes formaciones. Tirando de metáfora, para él "estos hooligans de la política" son soldados "en una guerra que es la suya, la de las redes". Porque explica que en TikTok, Twitch o Twitter la batalla es diferente a la convencional. 

"Lo que buscas no es movilizar a los tuyos, eso no lo haces con un tuit agresivo, pero sí captar a los que dudan". Una legión de potenciales votantes, jóvenes o de mediana edad entre los que el porcentaje de indecisos se dispara hasta un 40%, según diversos estudios. "Son personas que no tienen recuerdo de voto, deciden según lo que ven, una suerte de like de última hora que no se puede conseguir con una campaña tradicional", continúa el también director del ICPS.

Algo más mesurado en su calificativo, el profesor de la Universidad Pompeu Fabra Toni Rodon cree que ese tono agresivo "no es que sea una de las funciones de las juventudes, porque el partido no da esa orden directa, pero sí es algo que termina ocurriendo". 

Eso de las bebidas gratis que fue tan llamativo encaja en que en el PP, que son muy listos, han visto que en algunos puntos los jóvenes de derechas empezaban a tirar hacia Vox
Toni Rodon, profesor de la UPF

"Si miras el perfil de juventudes y aparato principal en los partidos, parece que el moderado es el partido adulto... aunque luego usan ese extremismo de la cantera a su gusto, porque cada cual tiene su estrategia", sostiene este docente de Ciencias Políticas y Sociales. Pone los ejemplos de las juventudes independentistas catalanas, muy presentes en las revueltas en la región por el referéndum ilegal y el posterior juicio al procés.

En estas asociaciones juveniles, María del Mar Soria, docente del Máster en Comunicación Política de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), ve lagunas en la "creación de verdaderas estrategias" más allá del corto plazo. Pero sobre todo observa fortalezas, porque "son ellos los que llevan el peso en internet y consiguen desarrollar un ejercicio de movilización tirando de creatividad". Tanto que, salvando las discrepancias por el tono empleado, cree que habría que aprender de su experiencia. 

Lo que pueden aportar... aparte de unos chupitos gratis

Por ello, la profesora de la UNIR cree que entre estos colectivos tan movilizados hay "gente" que debería trabajar "en Gobiernos" o "junto a los nombres fuertes de cada partido" para desarrollar campañas de comunicación. De hecho, considera que hoy "las juventudes tienen menos peso del que deberían, porque cuentan con un valor real para movilizar a sus iguales".

"Incorporar a primeras filas políticas a jóvenes de 18-24 años y darles voz al elaborar los programas electorales es necesario. No tienen experiencia política pero sí saben lo que necesita la gente joven. Y esto es algo que podría reducir un problema en España y Europa, la poca movilización de gente joven a la hora de votar", sostiene Soria. 

Siguiendo con el testimonio de la profesora jiennense, "el storytelling es clave. Si un igual te cuenta por qué confía en ese partido, el resultado es positivo". El problema, matiza su colega catalán Toni Rodon, "es que el jefe y los poderosos de las juventudes suelen estar lejos del chaval medio al que quieren llegar y eso dificulta el enganche masivo".

Intentar enganchar con 'iguales' al estrato social más joven con derecho al voto o a punto de poder votar no es precisamente algo rupturista. Por mucho que ahora hagan ruido, las nuevas generaciones del PP, las juventudes socialistas y de otras fuerzas llevan años y años haciéndose notar y desempeñando diferentes roles dentro de las estructuras orgánicas. El primero, explica el profesor de la UPF es "obvio, ser una cantera que consiga atraer a gente aún falta de formación política a la que moldear al abrigo del partido". 

La 'otra' meta, el 'relato'

No obstante, pone el foco en un segundo aspecto más relevante a largo plazo. Cómo "las juventudes marcan un aspecto más ideológico, ganar la batalla cultural y el relato de cada momento". "Los partidos necesitan un ejército de soldados para hacer cosas del día a día. Y sólo unos pocos son los que están siempre, día tras día; esos son los que nosotros llamamos 'gladiadores'". El resto, cuenta Rodon, "llegan con estímulos positivos". ¿Por ejemplo asegurándoles copas gratis en las discotecas? "Por ejemplo", responde con alguna risa.

"No es tan raro. Salvando las distancias, los sindicatos también lo hacen, con eventos más informales para atraer y socializar a gente con los valores de la organización", prosigue antes de señalar que "eso de las bebidas gratis que fue tan llamativo encaja en que en el PP, que son muy listos, han visto que en algunos puntos los jóvenes de derechas empezaban a tirar hacia Vox".

Incorporar a primeras filas políticas a jóvenes de 18-24 años y darles voz al elaborar los programas electorales es necesario
María del Mar Soria, profesora de la UNIR

Hoy esa batalla cultural juvenil se la está llevando Vox. En una década han cambiado los escenarios. Si, como recuerda el profesor de la Pompeu Fabra, "en el 15-M se vio muy fuerte por la izquierda, ahora se está moviendo por el lado de la extrema derecha. Hay una especie de nueva ola muy activa, especialmente del lado de Vox y similares como ha ocurrido en otros países de Europa".

Gabriel Colome, bastante crítico con el partido de Abascal, admite que "no era normal que en España, dentro de Europa, este fenómeno no existiera. El PP lo ha blanqueado mucho, hasta hacer parecer que no sea tan peligroso..." y su éxito en la "batalla cultural" entre los jóvenes ha hecho el resto, remata.

Así lo recoge un estudio reciente de la empresa Science4Insgiths, especializada en  investigación de mercados y al estudio del consumidor. La red social de moda, TikTok, evidencia que algo ha cambiado en la política entre los jóvenes. Las grandes formaciones de siempre, apenas cuentan con decenas de miles de seguidores; Vox se eleva hasta los 230.000... y Podemos se acerca al medio millón... pese a su hundimiento electoral reciente. Cifras aparte, el triunfo a nivel de influencia se queda en 'casa Abascal'.

"Para querer ser mayoritarios hay que pensar a largo plazo y esto pasa por fortalecer las asociaciones juveniles; es lo que busca Vox y en ese contexto se entiende que este partido gane el relato en TikTok, con los youtubers y demás personajes. El intento es penetrar en distintos segmentos para que su relato gane y vaya ‘calando’ en el futuro", vuelve a plantear Toni Rodon.

Pero no es sólo Vox. "Ayuso también lo hizo en la reciente campaña del 28-M y acertó de lleno. Supo meterse en redes, conectarse con influencers y mostrar los insights, los problemas y las emociones que tienen los jóvenes. Esto es neuromarketing", retoma María del Mar Soria, hablando de una de las políticas relevantes que más se ha dejado ver junto a las nuevas generaciones.

Votos para hoy y una siembra para el futuro en un grupo social que podría decantar la balanza en estas o en futuras elecciones. En campaña política no hay puntada sin hilo y las juventudes de los partidos tienen mucho que hacer. Además de ruido.

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Miguel Fernández Molina (Sabiote, Jaén, 1987) es periodista licenciado por la UCM. Trabajó ocho años en el medio digital 'Mundotoro' antes de llegar a 'El HuffPost', donde ejerce de responsable de cierre y escribe sobre deporte, internacional y política, entre otros campos. Puedes contactar con él en miguel.fernandez@huffpost.es