Muere Julián Muñoz, el exalcalde que marcó la era oscura de Marbella
De los 46 millones de euros que debía al Ayuntamiento de Marbella, solamente pagó 1.021 euros.
El que fuera alcalde de Marbella, Julián Muñoz, ha fallecido en la madrugada de este lunes a consecuencia de un cáncer de pulmón que llevaba padeciendo varios años. Una de las figuras más relevantes de la escena política marbellí de los años 90 y principios de los 2000 marcada por la corrupción urbanística en la Costa del Sol.
Aunque nació en 2948 en El Arenal (Ávila), desembarcó en la política marbellí en los años 90, cuando Marbella era la ciudad de moda y vivía un desarrollo urbanístico sin precedentes, que llevaba consigo una trama de corrupción. Allí, se unió al Grupo Independiente Liberal (GIL), partido fundado por Jesús Gil en el que Muñoz fue ascendiendo poco a poco hasta que en 2002 asumió el cargo de alcalde de Marbella, sucediendo al propio Jesús Gil. No obstante, su mandato estuvo marcado por las constantes irregularidades en la gestión y un creciente descontento ciudadano.
La corrupción urbanística se instalaba en el despacho de la Alcaldía y se sucedían las licencias de construcción ilegales así como numerosos tratos de favor. Un café para todos que pronto salpicaron su gestión con numerosos casos judiciales.
En 2006, Muñoz fue detenido asociado a uno de los casos más mediáticos de los últimos años: el 'caso Malaya'. Tras ser encarcelado en prisión preventiva, se fue completando un esquema que mostraba cómo funcionaba el Ayuntamiento de Marbella con un esquema masivo de sobornos, concesiones de licencias ilegales y desvío de fondos públicos.
Convertido en un símbolo de impunidad, desfachatez y abuso de poder en pleno boom imbomiliario, Muñoz fue condenado por cohecho, malversación de fondos públicos y prevaricación urbanística, relacionados con la concesión de licencias ilegales. Después de cumplir tres cuartas partes de estas penas y obtener la libertad bajo fianza, Muñoz salió de prisión el 17 de octubre de 2008, tras pasar casi dos años y medio encarcelado.
En 2013, fue sentenciado a siete años y medio de cárcel y diez años de inhabilitación para ejercer cargos públicos por prevaricación, aunque fue absuelto de los delitos de malversación de caudales públicos y fraude. En octubre del mismo año, la Audiencia Provincial de Málaga le condenó a otros dos años de prisión y 16 años de inhabilitación por fraude y prevaricación, en relación al caso Malaya.
Durante su estancia en prisión, Muñoz desarrolló diversas patologías, incluyendo una cardiopatía isquémica-hipertensiva, diabetes mellitus tipo 1 y una arteriopatía. Su salud se deterioró notablemente, llevándole a ser hospitalizado en 29 ocasiones en los últimos dos años de su reclusión. La subdirectora médica de la prisión informó que su riesgo de muerte a medio plazo era superior al 50%, a pesar de recibir tratamiento médico constante y en agosto de 2015 se le concedió el régimen de tercer grado, decisión que fue posteriormente revocada por la Audiencia de Málaga, al considerar que Muñoz mantenía su "capacidad de delinquir".
Días después, la misma Audiencia le eximió de asistir a las sesiones del juicio por el caso Fergocon, en el que también está implicado, debido a su estado físico. Finalmente, el 6 de mayo de 2016, abandonó definitivamente la cárcel y cumplió su tercer grado en el Centro de Inserción Social de Algeciras.
Como consecuencia del caso Malaya, su partido, el GIL, acabó por desaparecer y provocó la intervención del Ayuntamiento de Marbella, que estuvo gestionado durante varios años por administradores judiciales.
Mientras su actividad profesional se desarrollaba, la vida personal de Julián Muñoz ocupaba tantos titulares como su actividad delictiva. Comenzó una relación con la cantante Isabel Pantoja, mientras aún estaba casado con Maite Zaldívar. Este romance, que dejó imágenes históricas en la prensa rosa y la cultura pop española se convirtió en uno de los más mediáticos de la década, provocando que el alcalde escalara aún más en la exposición mediática. No obstante, su vida sentimental acabó por arrastrar a prisión a sus dos parejas. Tanto Maite Zaldívar como Isabel Pantoja fueron encarceladas acusadas de sendos delitos de corrupción.
Aunque llevaba desaparecido años de los medios de comunicación debido a su enfermedad y ha vivido bajo arresto domiciliario en Fuengirola, sí ha dado algunas entrevistas en las que ha expresado su arrepentimiento por el saqueo al que sometió a Marbella bajo su gestión.
76 millones de deuda
El expolio sufrido por Marbella sigue pesando sobre las arcas municipales. Las diferentes sentencias indican que el Ayuntamiento debe recibir indemnizaciones por un valor total de 294 millones de euros. Tan solo han recuperado 15 millones de euros.
La dificultad para localizar el patrimonio de los condenados ha sido uno de los principales obstáculos en la recuperación de los fondos ya que muchos de los responsables, como Julián Muñoz, han sido declarados insolventes, mientras que otros han ocultado sus bienes en el extranjero o detrás de complejas estructuras societarias.
En los archivos municipales, figuran 256 personas físicas y jurídicas implicadas en casos de corrupción relacionados con Marbella. De ellas, 38 personas y cinco empresas han sido condenadas a devolver dinero al Ayuntamiento en sentencias tanto penales como contables. Sin embargo, la mayoría de estas condenas son solidarias, lo que significa que las responsabilidades son compartidas entre los implicados.
Hasta la fecha, solo un pequeño grupo de condenados ha aceptado pagar o se les ha encontrado patrimonio suficiente para cumplir con sus responsabilidades hacia la ciudad. Julián Muñoz, que debía 46 millones de euros al Ayuntamiento de Marbella, solo pagó 1.021 euros.