Madrid firma, Madrid se cae y Madrid condiciona: el lío de las universidades que condiciona a 1.000 profesores universitarios
A pesar de que negoció el plan de estabilización de los profesores universitarios, ahora, a última hora, quiere cambiar el texto firmado por 16 comunidades autótomas.
Ayuso recula con la situación límite de las universidades madrileñas. La Comunidad de Madrid ha anunciado este martes que está ultimando la firma del convenio para reducir la temporalidad en las plantillas de sus universidades públicas. Este acuerdo, que hasta ahora había sido rechazado a pesar de estar firmado por 16 comunidades autónomas, implicaba renunciar a 169 millones de euros provenientes del Gobierno para reforzar el sistema universitario, que atraviesa serias dificultades económicas.
La Consejería de Educación ha indicado antes de reunirse con los rectores que quieren aportar los 112 millones que le corresponden para financiar el programa en los próximos seis años. Sin embargo, había letra pequeña. Quieren cambiar ese acuerdo y condicionar la firma a eliminar "referencias de tipo ideológico y nulo valor jurídico" que incluso el PP ha firmado.
La ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, se tomaba con bastante escepticismo este cambio de postura de Madrid. "No sé si alegrarme o pensar que estamos ante una nueva excusa para no firmar", explicaba al respecto en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros justo cuando se conocía la nueva posición de la Comunidad de Madrid
De hecho, avisaba que si Madrid no firmaba, "muy probablemente en tres años habrá que despedir a 1.000 profesores" en el mundo universitario madrileño, que ya sufre enormes carencias ya que el gasto por alumno es un 21 % inferior a la media nacional. "Hay una clara amenaza de desaparición de la universidad pública en Madrid, que ya está en una situación límite. Invito a toda la sociedad a defenderlas democráticamente", indicaba.
La noticia ha sido recibida con el mismo excepticismo en la oposición. "Esto parece un intento de captar titulares y mantenerse en el foco de la actualidad pública hasta el último momento. Decir ahora que se necesita revisar un convenio que ya han firmado 16 comunidades autónomas, y que además fue negociado de forma conjunta, incluida la Comunidad de Madrid, resulta llamativo", explica el diputado Esteban Álvarez, portavoz Educación en la Asamblea de Madrid. "Lo que en su momento consideraron adecuado como contenido del convenio, ahora, al parecer, ya no les convence", añade.
"Esta estrategia de renegociar a última hora parece diseñada para imponer su criterio. Además, si el Ministerio no acepta estas condiciones, siempre podrán culparlo del desacuerdo. En realidad, esto es fruto de la enorme presión que están recibiendo, tanto de las universidades como de la sociedad en general. Se trata, una vez más, de intentar estar en el centro del debate político", resume sobre el alargar la firma del Programa María Goyri para nuevas contrataciones.
Álvarez destaca que mientras se sigue retrasando este desembolso de fondos, "la situación de las universidades públicas en Madrid sigue siendo un absoluto caos". "Estamos presenciando un proceso de demolición de la educación pública: primero se las insulta y desacredita, después se las asfixia económicamente, y finalmente se las pone en desventaja frente a las universidades privadas, bajo la excusa de la "libertad". Claro, una libertad reservada para quienes puedan permitírselo", señala.
Antonio Sánchez, diputado de Más Madrid y portavoz de Educación rebaja las expectativas. "No nos llevemos a engaño. Esto está más cerca de ser un paso 0,5 que un paso completo", resume pidiendo poner el foco en lo importante: "Madrid va a seguir siendo la Comunidad que menos euros invierte en sus Universidades por alumno, la que menos presupuesto para infraestructuras tiene, la que menos becas para alumnos desfavorecidos y la temporalidad del profesorado más alta", explica poniendo énfasis en que Madrid tiene "el dudoso honor de tener al profesorado peor pagado de España si se tienen en cuenta el coste de la vida".
Por ello, no duda en tachar el movimiento de Ayuso como un "caballo de Troya de la necesaria movilización educativa, social y política".
“La Comunidad gobernada por Ayuso va seguir siendo la que tiene el dudoso honor de tener al profesorado peor pagado de España si se tienen en cuenta el coste de la vida y es una comunidad en el que el aumento del presupuesto para infraestructuras que acaba de ofrecer para las seis universidades sigue siendo el inferior al presupuesto de una única universidad en el país vasco” comenta al respecto asegurando que “Ayuso ha intentado engañar a los rectores, acercando el encuentro, que siempre ha esquivado, al debate de los presupuestos, para así generar una sensación de urgencia que pudiera llevar a pactar lo mínimo”.
”Pero la comunidad universitaria ha empujado y respaldado la petición original que los rectores hicieron a Ayuso. Sin esa presión no habría sido posible ni siquiera este pequeño medio paso. No podemos permitir que un plan necesario, que Ayuso ha firmado la última y para el 2026, y que ya veremos si cumple, sea el caballo de Troya de la desmovilización. El objetivo de Ayuso es cansar y estirar todos los debates, agotar a una comunidad universitaria a la que maltrata y a la que insulta“, explica.