Las leyes del gobierno de Sánchez que contaron con el voto a favor (o en contra) de Junts
Ni apoyó la investidura del candidato socialista ni votó sus presupuestos, aunque sí ha respaldado algunas leyes de cuestión social
La aritmética parlamentaria es implacable. Pedro Sánchez necesita, al menos, la abstención de JxCat para poder ser investido de nuevo en septiembre presidente del gobierno. Los resultados de las elecciones generales del 23-J, celebradas este domingo, obligan al líder socialista a entenderse con un partido que, en la anterior legislatura, no sólo no ha sido un aliado natural sino que, además, se ha alineado en varias ocasiones con PP y Vox para votar en contra de algunas de sus leyes.
Una posición de absoluta distancia que ahora el PSOE deberá limar para arrancar del partido de Puigdemont una abstención que le permita ser presidente con más "síes" que "noes" en la segunda votación de investidura. Si no lo consigue, España se verá abocada a unas nuevas elecciones.
Desde luego, convencer a Junts no será fácil. En la investidura de Sánchez en enero 2020 tras las últimas generales, Laura Borràs ya anunció que su partido votaría "no" porque seguía "sin fiarse" de las palabras y promesas de diálogo de Sánchez y pedía "compromisos concretos sobre la libertad de los políticos presos encarcelados tras el juicio del procés". El primer gobierno de coalición en democracia pudo finalmente salir gracias a los votos a favor de PSOE, Unidas Podemos, PNV, Más País-Equo, Compromís, Nueva Canarias, Teruel Existe y BNG y las abstenciones de ERC y Bildu.
El gobierno progresista tampoco ha contado con el voto a favor de Junts en ninguno de los tres presupuestos que ha logrado aprobar en esta legislatura ni en la accidentada aprobación de la reforma laboral porque excluía "al 99,8% del tejido empresarial catalán". Sí apoyó los ERTE en la pandemia, la revalorización de las pensiones conforme al IPC, el ingreso mínimo vital o los nuevos gravámenes sobre los beneficios de la banca y las energéticas. Además, se abstuvo la convalidación del real decreto que incluía el mecanismo ibérico para limitar el precio del gas y rebajar la electricidad porque, según explicó su diputada Pilar Calvo, la formación tenía "muchas dudas sobre el impacto real del decreto” que calificó como “denso y opaco”.
En cuestiones sociales, Junts votó a favor de la ley del "sólo sí es sí" y la ley de eutanasia y se abstuvo en la ley trans y el aborto y en la reforma educativa. Por el contrario, se opuso a la ley de memoria democrática al considerar que la norma redactada era "insuficiente" y también votó en contra de la ley de vivienda porque "invadía" competencias autonómicas.
Por último, y al igual que las otras fuerzas independentistas, también dio su apoyo en diciembre del año pasado a la polémica reforma legal que suprime el delito de sedición, modificaba el de malversación y cambiaba la ley del Poder Judicial para desbloquear la renovación del Tribunal Constitucional. Algo que la oposición vio como un pago de Sánchez a los secesionistas por sus apoyos parlamentarios durante toda la legislatura.
Qué quiere Junts en su programa electoral
En lo que respecta al programa político con el que Junts se presentó a las elecciones generales del 23-J, la formación independentista pide denunciar la represión judicial y la parcialidad y la politización de la Justicia y la Fiscalía españolas, reformar la Ley mordaza para introducir cambios sobre las pelotas de goma o las devoluciones en caliente, instar al Estado español a que trabaje para que la lengua catalana sea considerada una lengua oficial en la UE, reducir a la mitad el presupuesto del cuerpo diplomático español, dar a la Generalitat la titularidad de todos los impuestos y tributos generados en Cataluña o establecer un salario mínimo catalán de 1319 euros.