Las incógnitas tras la amnistía: fechas, su efecto en las elecciones catalanas... y Puigdemont
La aprobación de la amnistía en el Congreso abre un camino que no será rápido ni fácil, con unas elecciones en Cataluña de por medio y la perenne incógnita del expresidente regional.
La política española vuelve a hablar 'catalán'. En apenas unas horas, el adelanto electoral decretado por Pere Aragonès y la aprobación de la amnistía en el Congreso han provocado un vuelco gigantesco al horizonte legislativo nacional. Un 'tsunami' de causas-efectos que ya se ha llevado por delante los Presupuestos Generales del Estado de 2024 y que puede darle la vuelta a muchos otros aspectos.
De momento, el independentismo catalán celebra el primer paso dado por el Congreso. El visto bueno mayoritario a la proposición de ley de la amnistía esta vez sí ha incluido a ERC y a Junts, tras el renuncio de los post-convergentes hace semanas. Pero lo votado este jueves en la Cámara Baja no supone en sí misma la validación legal del controvertido texto.
Ahora, la amnistía se enfrenta al filtro del Senado, que se sabe de antemano que bloqueará su tramitación. En los dos sentidos, porque la mayoría absoluta del PP garantiza que se rechazará el texto, pero también que se dilatarán los plazos legislativos al máximo.
Esto supone hablar de dos meses, de acuerdo con la última reforma del artículo 133 del Reglamento del Senado. Con la modificación, la Cámara Alta puede decidir, a través de su Mesa (con predominio popular), tramitar como ordinarias las proposiciones calificadas como urgentes en el Congreso. Y hacerlo por la vía 'convencional' supone abrir un proceso de hasta dos meses completos.
Primero, Venecia
Pero antes, este mismo viernes, debe llegar otro posicionamiento relevante, el dictamen oficial y definitivo de la Comisión de Venecia, el órgano del Consejo de Europa al que se agarró el PP para intentar frenar el texto en las 'arenas' comunitarias. De momento, el informe preliminar supuso un balón de oxígeno para el Gobierno, que pese a varios 'toques de atención' del organo, celebró el posicionamiento a favor.
El reloj empezará a contar el próximo martes 19 de marzo, el día en el que la Mesa calificará la iniciativa llegada del Congreso. A partir de ahí, a echar cuentas.
Tras un largo periodo de comisiones, comparecencias y demás debate se espera que la votación llegue alrededor del 19 de mayo. Entonces la amnistía regresará a la Cámara Baja. Allí, de nuevo por la vía de urgencia, en el plazo de una o dos semanas, el texto saldrá adelante en una segunda votación (si no hay una penúltima sorpresa...).
Una vez aprobada, la amnistía será publicada en el Boletín Oficial del Estado, que marcará la fecha definitiva de su entrada en vigor. Sea la que sea, las cuentas no salen de cara a las elecciones catalanas anticipadas del 12 de mayo.
Puigdemont, 'telecampaña' y posible vuelta tras las elecciones
Precisamente, Junts desconfía de la fecha anunciada por Pere Aragonès; han llegado a hablar de un posible 'pacto' entre ERC y PSOE, como un "cálculo" para evitar que la amnistía hubiera beneficiado para entonces a Puigdemont.
Junts no esconde que su intención es lanzar al expresidente catalán como candidato, pese a que este siga en Bruselas, donde se refugió tras su fuga de la Justicia española en plena causa del procés.
Tampoco lo disimula el propio Puigdemont, que este miércoles ya se dejaba querer. A día de hoy, nada le impediría presentarse a las elecciones, porque no está inhabilitado y 'sólo' pesa sobre él una orden de detención. De hecho, figuró como 'número uno simbólico' en las listas de Junts para las catalanas de 2021. El problema estaba y sigue estando en que si el político catalán pone un pie en España tendría que ser detenido hasta que no le blinde la futura amnistía.
Su esperanza más inmediata es lograr una excepción personal para su propio caso que le permita acceder a España antes de la fecha en la que entre en vigor una amnistía modificada para asegurar su protección.
Dicha 'excepción' no está sobre la mesa en estos momentos. Así las cosas, el horizonte temporal que se maneja, finales de mayo o primeros de junio, impediría a Puigdemont hacer campaña en 'casa', ya que esta empieza el 26 de abril. Por ello, tendría que movilizarse a nivel europeo, o bien lanzar a los mítines a sus compañeros de Junts.
Pero ese mismo calendario sí permitiría al expresidente regresar para una cita clave, la sesión de investidura del nuevo mandatario regional. Tanto es así, que el propio líder de facto del partido asegura que "es evidente que podré estar presente en el debate de investidura y me haría mucha ilusión".