Las claves del nuevo desencuentro 'epistolar' entre México y España con el rey en el centro

Las claves del nuevo desencuentro 'epistolar' entre México y España con el rey en el centro 

La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, excluye a Felipe VI de su toma de posesión, un gesto que agrava la "pausa diplomática" planteada por López Obrador por el silencio del rey a sus exigencias de "disculpas". Moncloa reacciona contra una decisión "inaceptable e inexplicable" en palabras de Pedro Sánchez.

Claudia Sheinbaum y Andrés Manuel López Obrador, en un acto recienteGetty Images

Otra vez 'a la gresca'. México ha reactivado su enfrentamiento diplomático con España a raíz de la decisión de su presidenta electa, Claudia Sheinbaum, de no invitar al jefe de Estado español, Felipe VI, a su toma de posesión. Un gesto "inaceptable e inexplicable" en palabras de Pedro Sánchez y al que Moncloa ha reaccionado negando cualquier representación oficial española en el acto.

El desencuentro supone un nuevo capítulo en una polémica desatada por el hoy presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, hace ya cinco años con su carta a Felipe VI exigiendo disculpas por la conquista de América

Sin respuesta entonces, ni nunca, el populista mandatario norteamericano optó tiempo después por invocar una "pausa diplomática" que ha dejado resentidas las relaciones entre dos países considerados "hermanos".

De dónde viene todo

Corría el mes de marzo de 2019. De la nada, el recientemente elegido López Obrador comunicó que había enviado una carta a Felipe VI instándole a que España se disculpase por lo que llamaba "abusos" en la conquista de América... además de otra misiva al papa Francisco. Hubo hasta presentación en sociedad de una epístola en la que afirmaba que siglos después el proceso aún mantiene "heridas abiertas".

"Y es mejor reconocer que hubo abusos y se cometieron errores. Es mejor pedir perdón y, a partir de esto, buscar hermanarnos en una reconciliación histórica", apuntaba entonces el conocido como AMLO, para exigir que "el Estado español admita su responsabilidad histórica".

La carta no encontró jamás réplica ni de Zarzuela ni de Moncloa, que, eso sí, reaccionó con inmediatez para rechazar "con toda firmeza" las reclamaciones del presidente azteca. En una primera nota, el Ejecutivo añadía que "la llegada, hace quinientos años, de los españoles a las actuales tierras mexicanas no puede juzgarse a la luz de consideraciones contemporáneas".

Dicha misiva no mereció respuesta alguna de forma directa, como hubiera correspondido a la mejor práctica diplomática de las relaciones bilaterales
Claudia Sheinbaum

El silencio postal indignó a la cúpula mexicana, que estuvo alimentando el enfrentamiento un tiempo, al tiempo que encontraba respuesta en los sectores más conservadores españoles. Pero tres años más tarde, en febrero de 2022, López Obrador dio otro paso, llamando a una "pausa" en las relaciones entre los dos países.

Su objetivo, pasar página a una etapa en la que, según el mandatario, autoridades y empresas españolas se aprovecharon de su país. "Eran como dueños de México", apuntaba entonces, para rematar que en esos momentos "no es buena la relación". La pausa no se hizo del todo efectiva, pero sí provocó un cambio en las relaciones. Desde entonces, ni Felipe VI ni Pedro Sánchez han vuelto a México, donde sí estuvieron presentes uno y otro en el arranque de la legislatura de López Obrador.

Qué dice hoy el Gobierno mexicano (entrante y saliente)

La noticia saltaba a última hora del martes en España. La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, hacía oficial su decisión de no invitar al rey español a su toma de posesión, una cita histórica por ser la primera vez que una mujer se ponga al frente de este Gobierno. El motivo alegado, que Felipe VI no respondió a la misiva de López Obrador en 2019. 

"Lamentablemente, dicha misiva no mereció respuesta alguna de forma directa, como hubiera correspondido a la mejor práctica diplomática de las relaciones bilaterales. En cambio, parte de la carta se filtró en medios de comunicación”, justificaba Sheinbaum en un comunicado conocido ya este miércoles, donde hace referencia a una llamada con Pedro Sánchez un par de días antes en la que, a él sí, le invitaba al acto.

El comunicado de Sheinbaum llega tras conocerse que España no enviará a ningún representante a la toma de posesión en protesta por excluir a Felipe VI, habitual en eventos de este signo y especialmente en los celebrados en el continente americano, en los que lleva décadas representando a España, tanto en calidad de rey como de príncipe de Asturias.

La inminente mandataria cuenta con un apoyo de peso, el del presidente saliente, quien ha mostrado públicamente su respaldo en base a que "si ella ya tiene una postura la suscribo, la respaldo, porque le tengo mucha confianza".

Para López Obrador "es importante aclarar que estas diferencias con el Gobierno de España no se tienen con el pueblo español", limitando el desencuentro a "diferencias con la monarquía española, a la que se le pidió de manera respetuosa que ofrecieran una disculpa a los pueblos originarios por las atrocidades cometidas durante la invasión europea de nuestro país”, ha añadido. "¿Qué les cuesta ofrecer una disculpa? Ya lo han hecho en otros casos, ¿por qué con los pueblos originarios de México no?", insistía López Obrador en su rueda de prensa diaria

Qué dice el Gobierno español... 

El Ministerio de Asuntos Exteriores ha sido el encargado de responder en primera hora en forma de otro comunicado, para rechazar la "inaceptable" actitud del Gobierno mexicano para con el rey, un comportamiento que "no se entiende" a ojos de Moncloa. 

Por ello, el departamento de José Manuel Albares ratificaba que no habrá representación española "a ningún nivel", después de que se manejaran hasta tres figuras españolas en el acto de Sheinbaum: Felipe VI, la vicepresidenta Yolanda Díaz y el propio Albares. Con respecto a Díaz, ha acatado la directriz del ministerio y ha decidido no acudir al llamamiento de Sheinbaum.

Es una lástima que se trate de utilizar la figura de nuestro jefe de Estado en una polémica que no obedece al sentir de la población española
Pedro Sánchez

Sí lo hará, pero al Congreso, el ministro de Exteriores, que comparecerá a petición propia en el pleno para explicar los pormenores de la polémica, en una comparecencia a petición propia cuya solicitud ha presentado este miércoles la Secretaría de Estado de Relaciones con las Cortes.

Horas más tarde era Pedro Sánchez el que respondía, desde Nueva York, en el marco de la Asamblea General de la ONU para sentenciar como "inaceptable" la exclusión del jefe del Estado. En su rueda de prensa ha mostrado su "enorme gratitud" a "un país hermano como México" por la acogida de "miles de exiliados" tras la Guerra Civil. 

"Reivindico ese México y me siento más próximo a esos valores, pero allá cada cual; detrás de esto hay una enorme tristeza porque dos países hermanos no podamos tener las mejores relaciones por intereses partidistas". "Es una lástima que se trate de utilizar la figura de nuestro jefe de Estado en una polémica que no obedece al sentir de la población española; ante esto el Gobierno de España defiende sus instituciones y no acepta algo inaceptable como es esta exclusión", ha rematado.

... Y el resto de la política española

Pese a las palabras del Gobierno español, sí habrá representación política española. Hasta tres diputados han confirmado que sí asistirán al gran día de Sheinbaum: el diputado de Sumar y dirigente de los 'comunes', Gerardo Pisarello, el miembro de Bildu Jon Iñárritu y el coportavoz de Podemos, Javier Sánchez Serna. Junto a ellos podría intervenir la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, ya en México y con previsión de acudir al evento.

La sintonía esta vez la ha encontrado el Gobierno en el principal partido de la oposición. El portavoz del PP, Borja Sémper, ha exigido este miércoles a México "respeto" ha recalcado que "si el Rey no está invitado, España no está invitada". "Respeto a su majestad el Rey y un respeto a España", ha espetado a las puertas del Congreso.

Por contra, Sumar se ha limitado a "respetar" la decisión del Ministerio de Exteriores, como competente en la materia, "aunque sí nos hubiera gustado que hubiera representación española", matizaba Íñigo Errejón. Más allá han ido otros socios de legislatura, como ERC o Podemos se han puesto del lado de México reprochando que la política exterior esté "atada" al rey, como ha expuesto la exministra Ione Belarra.

Para la responsable de Podemos, la decisión de México se justifica en que Felipe VI "cometió una falta de respeto enorme en la toma de posesión de Gustavo Petro, intentando humillar al presiente de Colombia y no levantándose ante la espada de Bolívar". "Y después de eso, es evidente que México no invita al Rey, porque el Rey es un problema para las relaciones internacionales, basadas en el respeto mutuo y en los Derechos Humanos", ha rematado, sabedora de que "el facherío patrio se enfadará".

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Miguel Fernández Molina (Sabiote, Jaén, 1987) es periodista licenciado por la UCM. Trabajó ocho años en el medio digital 'Mundotoro' antes de llegar a 'El HuffPost', donde ejerce de responsable de cierre y escribe sobre deporte, internacional y política, entre otros campos. Puedes contactar con él en miguel.fernandez@huffpost.es