Las 48 horas de vértigo que dieron la vuelta a la política catalana y pueden marcar el futuro de la española

Las 48 horas de vértigo que dieron la vuelta a la política catalana y pueden marcar el futuro de la española

Anuncios, renuncias, mensajes cruzados y ahora la amnistía. Todos los escenarios que se abren tras las elecciones catalanas y el veto del Senado.

Pedro Sánchez y Salvador Illa conversan durante un mitin del PSCAnadolu via Getty Images

Que Cataluña iba a ser un 'polvorín' político en las horas y jornadas posteriores al 12-M es algo que no puede coger a nadie por sorpresa... pasara lo que pasara en las elecciones catalanas. Pero sucedió algo realmente relevante, un vuelco histórico por el que cuatro décadas después, el independentismo no suma, en favor de un PSC que se aúpa como primera fuerza y opción casi única para formar gobierno

El contexto, no obstante, deja abierta una opción muy grande al bloqueo institucional. Especialmente tras la negativa de pacto de Pere Aragonès, hasta el lunes candidato de ERC y al que el desastre de su partido se lo ha llevado por delante. La primera víctima de ese nuevo tiempo al que Carles Puigdemont se quiere apuntar... incluso antes de que la amnistía vea la luz. 

Porque, y esto tampoco coge por sorpresa, la amnistía no ha superado el esperado bloqueo del Senado, por lo que necesita regresar al Congreso para obtener el visto bueno definitivo.

Este es el repaso a las 48 horas de vértigo que han modificado por completo el panorama catalán y apuntan a marcar el futuro político nacional. Pero que nadie tenga prisa por ahora, con unas elecciones europeas el 9 de junio y justo el día antes de la constitución del nuevo Parlament.

El reloj rozaba las 21:00 del domingo cuando ya se veía por dónde iba a ir Cataluña. Salvador Illa ganaba las elecciones con una amplia mayoría, aunque insuficiente para gobernar por sí sólo. La suma daba perfecta para un tripartito de izquierdas con PSC, ERC y Comuns.

Los focos apuntaban hacia Illa, hombre mesurado hasta cuando gana elecciones. Pero las cámaras también esperaban al otro gran protagonista, por derrotado, Pere Aragonès. Su primer mensaje ya era lapidario, por ERC no habrá tripartito, porque irán a la oposición. Su otro gran titular se lo guardaba para la mañana siguiente, tras reflexionar.

Oriol Junqueras observa el final de la comparecencia de un derrotado Pere AragonèsEuropa Press via Getty Images

Apenas pasado el mediodía del lunes, Aragonès anunciaba su salida de la "primera línea política". No recogerá el acta de diputado y favorecerá una "transición" tanto en la Generalitat como en el partido republicano. Al menos en sus filas ha durado poco el 'duelo'. Apenas 24 horas más tarde, el líder de iure de la formación, Oriol Junqueras, ha dado un paso al frente en otra carta a la ciudadanía —estamos en temporada alta epistolar—.

 "Me veo capaz y con fuerza para seguir trabajando para nuestro país", adelantaba, ofreciéndose a liderar el partido y ser su próxima baza electoral, aunque bajo el formalismo de afrontar "el lugar que determine la militancia a través de los máximos órganos soberanos". Pero sin Aragonès, el futuro de ERC pasa sí o sí por Junqueras... a la espera de qué ocurra con la amnistía, ya que está inhabilitado para ir en listas electorales hasta 2030.

Esa incertidumbre sobre el qué y el cuándo de la amnistía la puede sentir Carles Puigdemont. Más madrugador que la competencia, el lunes a primera hora se adelantaba a todos para anunciar su voluntad de presentarse a la investidura, a pesar de que los números no le darían en ningún caso... salvo con algunas sumas que se antojan imposibles.

Pedro Sánchez perdió las elecciones españolas, pese a venir de presidir cuatro años al Gobierno español, y hoy sigue en el cargo gobernante en minoría
Carles Puigdemont, al PSOE

Con todo, el expresident se ve fuerte y confiesa que "no hay teatro" en su desafío. Los contactos entre Junts y ERC ya han empezado, en un intento desesperado por "rehacer puentes que, si existen, son muy débiles", señalaba él mismo en su comparecencia.

Acción-reacción, el PSC no tardó en tumbar los planes del responsable de Junts. "Que le quede claro", apostillaba la portavoz socialista, Nuria Parlòn, sobre la posilibilidad de favorecer una investidura de Puigdemont con la que garantizar la continuidad en La Moncloa. Los socialistas sólo ven un escenario, Illa candidato a la investidura, bien con el tripartito de izquierdas o bien como gobierno en minoría que buscase los acuerdos votación por votación.

Se esperaba contrarréplica y ha llegado, esta vez desde X. Puigdemont se ha revuelto ante el 'no' del PSC a cualquier pacto con él... con un dardo dirigido a Pedro Sánchez. Porque tras recordarle que perdió las elecciones generales del 23-J y aún así gobierna, ha reclamado su derecho a "intentar formar Govern".

"Discutir la legitimidad de que ahora en Cataluña se pueda hacer lo mismo me parece muy incoherente y extraño, puestos a dar calificativos". "Descalificarlo de entrada, sobre todo por parte de los que se han beneficiado siempre de este juego y consideran que criticarlo es no reconocer la legitimidad del gobierno resultante, es un error", escribía en la red social.

Por el momento, Puigdemont no ha prometido 'guerra parlamentaria' en Madrid, pero de sus declaraciones recientes sí se pueden extraer mensajes interpretables. Como el "si el PSOE cumple, Junts cumplirá" que verbalizó a las pocas horas de los comicios. La amnistía no parece peligrar, sin embargo.

Volvemos a hablar de esa vieja 'amiga' que marcó tantos meses de política. La amnistía ha regresado al primer plano en estas 48 horas de embrollo. A primera hora de la tarde del martes, la mayoría absoluta del PP en el Senado rechazaba la proposición de ley para mandarla de vuelta al Congreso. 

El camino legislativo esta vez será mucho más sencillo en la Carrera de San Jerónimo, con un rápido debate y posterior votación de cuya fecha dependerá el horizonte inmediato en Cataluña.

Asumiendo que nada cambie en la cuenta de apoyos al Gobierno por la amnistía, esta llegará al Pleno en la sesión del 30 de mayo. De no poder ser esa fecha, la siguiente tendría que ser el 13 de junio, tras las elecciones europeas... y después de la sesión de constitución del Parlamento catalán.

Si para entonces la amnistía no es una realidad (previa publicación en el BOE y cumplimiento del plazo marcado para su entrada en vigor), Carles Puigdemont no podría pisar Cataluña

'Bonus track': discrepancias en el PP por el 'procés'

De ningún análisis político escapaba el éxito del PP en las elecciones catalanas, con un crecimiento sobresaliente de 3 a 15 escaños hasta convertirse en la cuarta fuerza con el impulso de Alejandro Fernández como cabeza de lista. Sabidas fueron sus discrepancias con el presidente de la formación, Alberto Núñez Feijóo, que casi dan al traste con su candidatura, pero finalmente resistió y su nombre sonará mucho en el nuevo Parlament.

Pese a las palabras de cariño y los gestos de apoyo entre ambos durante toda la campaña, las turbulencias han reaparecido en apenas horas de resaca. La lectura de los resultados y el golpe al independentismo ha vuelto a separar a Feijóo y a Fernández.

Núñez Feijóo y Alejandro Fernández en el Comité Ejecutivo del PP este martesEuropa Press via Getty Images

Por dos veces, el candidato catalán celebraba el 'final' de la causa independentista. Ya el domingo a medianoche que los catalanes habían "finiquitado el 'procés' en las urnas" y el martes añadía que el veredicto de las urnas es "inapelable en el sentido de que los catalanes han trasladado un mensaje: el proceso se acabó, se tiene que acabar".

Minutos después, Feijóo decía justo lo contrario en su discurso ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP. "El 'procés' no ha muerto porque el sanchismo lo necesita para subsistir en Moncloa",subrayaba el líder popular

Su mensaje ha condicionado el de Alejandro Fernández, quien tras compartir sesión con Núñez Feijóo ha matizado su posición, en respuesta a otro mensaje cruzado, el del alcalde de Badalona y excandidato catalán del PP, Xabier García Albiol, que pedía huir de análisis "simplistas".

"Vale ya de manipular, please. Los catalanes hemos votado "finiquitar el proceso". Pero es evidente que Sánchez, Illa y Puigdemont pretenden continuarlo", culminaba Fernández en el enésimo choque abierto en el PP por Cataluña.

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Miguel Fernández Molina (Sabiote, Jaén, 1987) es periodista licenciado por la UCM. Trabajó ocho años en el medio digital 'Mundotoro' antes de llegar a 'El HuffPost', donde ejerce de responsable de cierre y escribe sobre deporte, internacional y política, entre otros campos. Puedes contactar con él en miguel.fernandez@huffpost.es