La tormenta no amaina para Sánchez

La tormenta no amaina para Sánchez 

Moncloa asegura que la legislatura no está en riesgo pero Junts no para de apretar. Cerdán y Turull se reúnen en un clima de desconfianza.

Jordi Turull y Miriam NoguerasEuropa Press via Getty Images

El PSOE llega enrarecido a su convención política. Las cesiones que tuvo que hacer Pedro Sánchez a Junts para salvar la votación en el Senado de la pasada semana ha dejado un sabor cuanto menos agridulce, tal y como publicó este periódico. Y aún tiene consecuencias. Según los independentistas, el Gobierno se comprometió a delegar por completo las competencias de inmigración. El presidente, tras varios días de silencio, ha limitado el impacto de esas transferencias. En privado, algunas voces de la formación socialista reconocen la opacidad de lo acordado y muestran su preocupación por el devenir de la legislatura.

En los últimos días, ha sido el propio Sánchez el encargado de dar la cara e intentar explicar lo acordado con Junts. El domingo fue portada en El País y el lunes inició la semana con una entrevista en RNE. Trató de mostrarse tranquilo, seguro de que la legislatura seguirá su cauce a pesar de las dificultades iniciales. “La única verdad es la realidad, tenemos mayorías fragmentadas”, según su propio diagnóstico. “Es imposible gobernar España si no se asume la pluralidad política y territorial”, añadió en El País. Y en ello está, a pesar de la controversia que provoca en sus propias filas.

  El presidente del Gobierno, Pedro SánchezSOPA Images

El País publicó el martes el contenido del acuerdo entre el Ejecutivo y Junts, que las partes interpretan de forma completamente diferente. “Se acuerda una ley orgánica de delegación de competencias y recursos para que Cataluña pueda hacer una gestión integral de la inmigración conforme al artículo 150.2 de la Constitución”. Según el Gobierno central, después de días de especulaciones, esto no incluiría fronteras o expulsiones. “Es inconstitucional”, responden, mientras el partido de Carles Puigdemont se revuelve.

En el propio Gobierno admiten que la “desconfianza” con Junts es evidente y mutua, y que en consecuencia hay que mejorar la coordinación para que cada votación en las Cortes no se convierta en una crisis política que genere inestabilidad. “Estamos en año electoral, las elecciones gallegas están a la vuelta de la esquina y las encuestas nos dan terceros pese a la crisis de los Pellets. Y, para rematar, vivimos con una sensación de vértigo constante, de que nos podemos caer en cualquier momento”, resume un parlamentario socialista, que admite desconocer qué se ha pactado realmente con Junts. En privado, la denuncia de falta de información es una constante en las estructuras territoriales.

  Emiliano García Page, presidente de Castilla La-ManchaJCCM

Precisamente, dos de los barones más críticos con Sánchez no estarán en la convención política, la primera en una década que se celebrará en Galicia para arropar a su candidato. Emiliano García-Page ha declinado la invitación aduciendo que estará de viaje oficial en China y tampoco estará Javier Lambán. De “mercadeo” tachó el presidente de Castilla-La Mancha la negociación con Junts. “Si lo pidiese Vox nos rasgaríamos las vestiduras… Y si fuese por Puigdemont, yo sería extranjero”, enfatizó a finales de la semana pasada. La interlocución de Page con Sánchez es inexistente, según las fuentes consultadas.

Y lo peor para Sánchez es que el foco continúa estando, día tras día, en las cesiones a los partidos minoritarios y la ley de amnistía. Junts, de hecho, parece encantado de mantener ese protagonismo y ahora plantea todos los delitos de terrorismo por el procés y adelantar la amnistía. Este miércoles, Santos Cerdán, uno de los negociadores del presidente con los independentistas, se verá con Jordi Turull en las Cortes Generales. Un despacho “ordinario” según fuentes socialistas que sin embargo ha generado una expectación enorme para frustración de no pocos cargos del PSOE.

  El presidente del Partido Popular y líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, en una imagen de archivo.Isabel Infantes/Europa Press via Getty Images

De hecho, el PP no ha perdido la oportunidad e incluso ha exigido una comparecencia conjunta de Cerdán y Turull para saber el alcance de lo pactado. Fue el propio Feijóo el que hizo esta reclamación, en el marco de esa “ofensiva total” contra Sánchez que ha ordenado a los suyos, y que incluye tres plenos al mes en el Senado. “El Gobierno ha perdido la mayoría social porque está engañado a todo el mundo, salvo a dos personas, a Otegi y Puigdemont”, afirmó el gallego ante sus parlamentarios.

Para el principal partido de la oposición, no hay que descartar que Sánchez acabe aceptando un referéndum en Cataluña, como día tras día exigen los independentistas, a fin de mantener viva la legislatura. Y de ahí que vaya a continuar también la movilización en la calle, con una agenda “por la igualdad” en todo el territorio nacional y una “gran concentración” el próximo 28 de enero en la plaza de España de la capital. “Por mucho que Sánchez diga que quiere aguantar, la incertidumbre es enorme. Y, además, este año tenemos tres citas electorales. La gente quiere seguir protestando en la calle”, según la dirección nacional del partido. 

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Corresponsal político de El HuffPost.