La camiseta pacifista de Belarra, el café de Feijóo o la primera vez de Bildu en Moncloa: las stories de una 'ronda exprés'
Sánchez ha citado a los líderes de los partidos en el Congreso para abordar la seguridad europea y el previsible aumento del gasto en defensa... y no todos han salido contentos.

Dicen que lo bueno, si es breve, es dos veces bueno. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha convocado este jueves a los partidos con representación en el Congreso (salvo a Vox) a un encuentro en el Palacio de la Moncloa para abordar la seguridad europea y el previsible aumento del gasto en Defensa. Las reuniones, eso sí, han sido muy cortas. Apenas media hora con cada líder para informar de la posición que defiende y para escuchar los planteamientos de sus interlocutores. Y es que el jefe del socialista no tenía ánimo de plantear ningún acuerdo ni de presentar un plan de defensa. Sólo intercambiar opiniones y propuestas.
Y eso no le ha gustado nada al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que ya llegaba enfurruñado a las escalinatas de Moncloa por el hecho de que la reunión no se celebrara en el Congreso de los Diputados. No es la primera vez: en diciembre de 2023, antes del que ha sido hasta hoy su último encuentro, el líder de los populares ya se negó a visitar la residencia del presidente. "Para usted la perra gorda", le dijo Sánchez entonces.
Esta vez, a Feijóo no le ha quedado otra que ir a Moncloa. Y ha salido muy disgustado porque el socialista no le ha aportado información sobre sus planes en materia de defensa. "Se ha pretendido despachar al primer partido de España con un café", ha dicho posteriormente. Al líder del PP le ha dolido que Sánchez le haya dedicado el mismo tiempo que a partidos que "tienen el 1% de voto en unas elecciones generales". Sólo le ha faltado decir que una cita en First Dates dura más.
También es verdad que Feijóo ya acudía al encuentro con la voluntad de dar calabazas a su pretendiente. "En las cuestiones de Estado, el PP está dispuesto a negociar. Pero lo que he escuchado en esta reunión no es ni serio ni limpio. No me ha dicho cuánto quiere gastar, ni cómo pretender pagarlo, ni ha pedido ayuda para este desafío. Lo que no puede esperar es que le firmemos un cheque en blanco. Hoy, Sánchez no nos ha dado información ni garantías de nada", se ha lamentado.
Con sus parejas de baile habituales en el Congreso, Sánchez tampoco ha tenido mejor suerte. ERC sólo votará a favor de aumentar el gasto en defensa si el Ejecutivo les explique "muy despacito" y "muy bien" el porqué de este incremento. "Tenemos que ir más allá de la pancarta, en el 'no a la guerra' todos estamos de acuerdo, pero el mundo es complejo, y más allá de nuestras convicciones está la gestión de la situación", ha señalado Gabriel Rufián.
Más 'batalladora' ha llegado Ione Belarra, con una camiseta en la que se podía leer de forma clara y nítida 'No a la guerra'. "Entrar en una deriva belicista implica cavar su propia tumba, porque un régimen de guerra solo alimenta que la derecha y la ultraderecha puedan llegar a la Moncloa", ha dicho la líder de Podemos al 'señor de la guerra", como 'cariñosamente' ha renombrado a Sánchez en anteriores ocasiones.

Belarra conoce perfectamente los pasillos del Palacio de la Moncloa, después de haberlo visitado reiteradamente durante su etapa como ministra. Para Mertxe Aizpurua, de Bildu, hoy ha sido su primera vez en el complejo presidencial. Y también para su partido, puesto que nunca antes las puertas de Moncloa se habían abierto para la izquierda abertzale. Los socialistas se han jactado en estos últimos meses de estar "llevando a Bildu al marco constitucional y democrático”. Pero hasta 2019, ni siquiera se sentaban con ellos. Sin desvelar sus cartas, Aizpurúa sólo ha prometido a Sánchez que abogarán "por la diplomacia, la negociación y el acuerdo como mejor fórmula para garantizar la paz".
Entre la derecha, a excepción del PP, los mensajes de Sánchez han calado mejor. Aitor Esteban (PNV) ha asegurado que su partido es cercano a los planteamientos del Gobierno sobre seguridad europea y gasto en defensa, y entiende que Sánchez aún no ofrezca detalles al respecto porque hay que esperar a una posición común de la UE. Más escueta ha sido Miriam Nogueras, de Junts: "La reunión ha sido informativa y esperaremos a que se concreten más cosas". Eso sí, los de Puigdemont no han desaprovechado la ocasión para pedir que esas inversiones a nivel industrial y tecnológica relacionadas con la defensa se hagan en Cataluña.
Entre las fuerzas del grupo mixto, variedad de opiniones. Cristina Valido (Coalición Canaria) ha exigido garantías para la seguridad de Canarias ante la influencia de Rusia en el Sahel y de EEUU en el Sáhara; Alberto Catalán (UPN) ha recalcado que el Gobierno "no puede ir por libre" en política exterior y Néstor Rego (BNG) ha desvelado que Sánchez le ha dicho que "probablemente no" dejará en manos del Congreso la decisión de aumentar el gasto en defensa. "Me da la impresión de que hay una hoja de ruta de la UE y que España la va a seguir", ha añadido.
Una "sospecha" que otros líderes como Feijóo y Rufián también se han llevado de su reunión con Sánchez. "Basta ya de regatear con la Constitución. No puede haber un incremento de gasto sin que esté autorizado por el Congreso. Lo contrario conduce a la autocracia", ha defendido el presidente del PP.
En su comparecencia al término de las reuniones, Sánchez no ha desvelado cuáles son sus intenciones al respecto. "Aquellas cosas que tengan que pasar por el Parlamento, lo harán. Y otras cosas que tengan que ver con la gestión, serán aceleradas por el gobierno de España", se ha limitado a decir. Más contundente ha sido cuando ha dicho que España está preparada "para cumplir con el presupuesto en defensa del 2% del PIB", llegando a este objetivo incluso antes de la fecha prevista inicialmente, que es 2029. Y lo ha defendido de esta manera: "Ya es hora de que Europa aumente sus capacidades en seguridad y defensa. Nadie mejor que nosotros mismos para cuidar de nosotros mismos".