Javi López (PSC), vicepresidente del Parlamento Europeo: "Para que haya paz, hay que disuadir a quien quiera guerra"

Javi López (PSC), vicepresidente del Parlamento Europeo: "Para que haya paz, hay que disuadir a quien quiera guerra"

El HuffPost entrevistó al eurodiputado socialista el martes, pocas horas después de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, presentara en el Parlamento Europeo su propuesta para el rearme.

Javi López, vicepresidente del Parlamento Europeo y eurodiputado socialista.

Hace unos días, Javi López (PSC-PSOE) escribía en Agenda Pública que asistimos a la "caída del muro de Berlín de nuestra generación". Era el punto de partida para "revisar" las "asunciones fundamentales sobre el sistema internacional y nuestro lugar como europeos en él". En Estrasburgo, El HuffPost pudo conversar con el también vicepresidente del Parlamento Europeo y miembro socialista en la Comisión de Defensa apenas unas horas después de que Ursula von der Leyen presentara ante los eurodiputados su plan de 800.000 millones de euros para el rearme europeo.

  • La presidenta de la Comisión Europea dijo en Estrasburgo que es el "momento de fuerza para la paz". ¿A qué se refería?

Primero: vivimos la crisis de seguridad más importante que Europa ha afrontado desde la Segunda Guerra Mundial. Segundo: vivimos una guerra en suelo europeo, una invasión a gran escala con una lógica imperial por parte de una fuerza nuclear a un vecino, la de Rusia sobre Ucrania, que ha roto la arquitectura de seguridad europea y los principios de convivencia de los países europeas. Tercero: el paraguas atlántico, como mínimo, se ha puesto en entredicho. No podemos dar por garantizado nuestro vínculo atlántico en materia de seguridad, y de una forma u otra Europa había externalizado su seguridad a Estados Unidos. Por la llegada de la Administración Trump y por razones estratégicas de fondo, hoy Estados Unidos ya no lo garantiza. Por eso es necesario que Europa tenga una capacidad de defensa y seguridad con una visión completa para protegerse. ¿Eso qué quiere decir? Necesitamos una fuerza en materia de defensa suficiente para ser una fuerza de disuasión frente a las amenazas que se proyectan sobre nosotros en el actual contexto internacional y con la vecindad que tenemos. Por eso [Von der Leyen] hace hincapié en que hay que tener una fuerza suficiente para la disuasión, para proteger la paz. Porque nuestro objetivo con el gasto anunciado por la Unión Europea no es prepararse para la guerra. Justamente lo que hace es garantizar la paz en un contexto donde la fuerza de disuasión lo que puede hacer es evitar un posible conflicto en el futuro.

  • Si Europa se rearma para disuadir e igualarse a sus vecinos, ¿no existe un riesgo de que el vecino diga que también quiere ir a más? Que entremos en una competición como ya lo fue la Guerra Fría.

Es evidente que uno de los riesgos del actual contexto es la escalada. Por eso es importante hacerlo de forma racional y por eso la UE defiende todos los mecanismos multilaterales de control y producción de armas de destrucción masiva o de control nuclear. Pero el problema es que, en la actualidad, la UE no es que no tenga un mecanismo de protección o de disuasión. Lo tiene, pero no es propio.

  • En Europa hay armas nucleares.

Hay armas nucleares, las tiene Francia.

  • Es la mayor disuasión...

Y por eso uno de los debates actuales es la europeización de la fuerza nuclear francesa, que es un debate que ha lanzado el presidente francés y que, de una forma u otra, ha cogido el guante Alemania. También ha introducido el debate en la opinión pública polaca su primer ministro. Es uno de los debates que tenemos, siendo conscientes de que existen normas que queremos proteger sobre la escalada de la producción nuclear. Pero en el actual contesto, no dices: 'No, es que tengo miedo de que esto produzca una escalada'. El problema es que nosotros contábamos con una fuerza de disuasión detrás, que era el paraguas atlántico, pero ahora tendremos que hacernos cargo de nuestra propia seguridad. Ese es el debate que tenemos.

  • Dando por hecho que el paraguas se ha roto, o al menos diluido, si ya no existe la seguridad de que Estados Unidos vaya a salir en apoyo de un país de la OTAN que ha sido agredido... ¿Qué sentido tiene la OTAN?

En el recipiente de la Alianza Atlántica, en la organización, hay acumuladas décadas y décadas de conocimiento en materia de seguridad, que es propio de la OTAN, no solo de Estados Unidos o de sus miembros. Esa carcasa en materia de seguridad acumula un conocimiento que en ningún caso habría que desaprovechar. Hay que trabajar con todos los miembros de la Alianza, tener las mejores relaciones posibles, solo que tendremos que ser socios más confiables y sólidos, y ser autónomos dentro de la OTAN, poder actuar en pie de igualdad con el resto. Hay que recordar también que dentro de la OTAn hay socios muy importantes que no forman parte de la UE, como Noruega o Canadá. Es un vínculo de protección y seguridad. Por eso la OTAN es importante y continuará siéndolo. Otra cosa es que queramos reforzarnos como actor autónomo dentro de la organización.

  • Donald Trump pedía justamente que la Unión Europea aportara más en Defensa. ¿No se está saliendo con la suya, la consecuencia de que abandone Europa es que Europa haga lo que quería?

Pero en su esquema no está ni que Europa se compacte ni que Europa se una...

  • ¿Lo pide, pero no espera que Europa lo haga?

Digamos que no lo imagina así. Nosotros lo que defendemos es que Europa se compacte en materia de seguridad, que dé un paso adelante en su integración y que se haga autónoma en la protección de su seguridad. Trump lo que espera es que se gaste más para comprar a empresas estadounidenses, que es otra cosa. Nosotros lo que queremos es reforzar la voz de Europa como actor global en el mundo, coordinando mejor nuestras capacidades, gastando en proporción a las necesidades y las amenazas que afrontamos, y gastando europeo. Más europeo. Por eso las conclusiones del Consejo Europeo tienen también que ver con desarrollar una base industrial europea. Gastar mejor, gastar más, gastar más europeo para evitar la fragmentación pero también para evitar que toda la base industrial de la defensa esté fuera de la UE. Tenemos además buenos ejemplos en España de empresas muy competitivas en el sector. Airbus, Navantia, Indra...

  • Hasta ahora, el 80% de la compra era extracomunitaria. ¿Cómo se hará para reducir ese porcentaje, con ayudas para las empresas?

Sin duda, hay que ayudar a la base industrial europea, y que sea suficiente, competitiva y autónoma. Eso no se hará de la noche a la mañana, pero es el camino que estamos convencidos en recorrer. Y para eso decimos que los pasos que hemos dado la semana pasada son de enorme relevancia: créditos por valor de 150.000 millones y el margen fiscal que podría sumar hasta un máximo de 800.000 millones. Pero no es suficiente. Para evitar la fragmentación, para el desarrollo de la base industrial europea, se necesitan sin duda instrumentos financieros comunitarios, que deberían estar basados en deuda común.

  • ¿Pero a través de una política comunitaria o de cada país?

Podría ser como los fondos Next Generation. Inversión europea, deuda europea, objetivos europeos, implementación nacional, utilizando una economía de escala que nos permite un continente como el nuestro, de 450 millones de habitantes. Es la mejor vía para que en ningún caso entren en competición los recursos destinados a bienestar social con los recursos destinados a la seguridad. Porque la seguridad es la defensa, pero lo es también la ciberseguridad, la innovación, la competitividad industrial... Nuestro modelo social es también fuente de seguridad. Sería un suicidio para la UE sacrificar gasto social en nombre de la seguridad.

  • ¿De dónde saldrá el dinero? España va muy por detrás en los objetivos, con un 1,28% del PIB en Defensa. Si no es quitando, ¿no se deja de poner en otro sitio el dinero? ¿De qué manera se puede evitar esa competición?

En el caso de España, durante el actual Gobierno, ha aumentado un 20% el gasto en Defensa. Es cierto, además, que al ser uno de los países que más ha crecido durante los últimos años, como el gasto está hecho en proporción al PIB y nosotros hemos tenido fuertes crecimientos, eso en el PIB tiene su impacto de forma negativa, aunque el crecimiento haya sido del 20% en Defensa. De hecho, esa inversión estaba cerca del 1% en la etapa de Rajoy. Eso en primer lugar. En segundo lugar, tenemos que ser capaces también de hacer un cómputo y un cálculo que tenga en cuenta no solo el gasto en Defensa sino en muchas otras derivadas, como innovación, ciberseguridad... Una serie de capacidades vinculadas directamente a la seguridad que no son solo Defensa.

  • ¿Defensa no es solo comprar tanques?

No es solo munición y ejército, digamos. En eso, España tiene también mucho valor añadido. En tercer lugar, que se tenga en cuenta el gasto y el papel que tiene España en las misiones internacionales o de paz. Nuestro protagonismo en el Líbano, por ejemplo, no se tiene en cuenta en el cómputo. Dicho esto, España ha reiterado su compromiso con lo acordado en el seno de la OTAN del objetivo del 2%, y ha dicho que adelantará el objetivo.

  • ¿Ha esperado mucho Europa para afianzar su independencia? ¿Se ha dependido demasiado de Estados Unidos? Parece que hubiera habido un shock por la victoria de Donald Trump y ahora haya que pisar el acelerador. ¿Se ha confiado Europa?

Hemos disfrutado de los dividendos de la paz. Hemos disfrutado de un mundo, el que nació después de la caída del muro de Berlín, que permitió la ampliación con una lógica unipolar, con la Pax Americana... Un mundo diferente al actual, donde las amenazas eran menores, donde Estados Unidos jugaba un papel de garante del sistema internacional. Y ahora han anunciado que no quiere jugar de forma muy explícita.

  • Pero durante la invasión de Ucrania, ya se sabía que Trump podía regresar. ¿Europa no podía haber supuesto esto?

Es posible que la Presidencia de Joe Biden haya actuado como un espejismo para la UE. Era un presidente con el que la UE se llevaba muuy bien. También es cierto que durante los últimos tres años ha habido aumentos notables en gasto en materia de seguridad y defensa, sobre todo en países del Este, que están interpelados muy directamente por la amenaza de Rusia. Eso se ha hecho. Lo que pasa es que la Presidencia de Biden sí pudo actuar como espejismo. Eso es una realidad. Hemos disfrutado de los dividendos de la paz y el mundo ha cambiado y es hoy un lugar más peligroso y hostil. Lo que queremos es una Europa unida, segura, que actúe como actor global y que proteja su modelo de bienestar y libertades, un modelo de justicia social, igualdad de oportunidades y servicios públicos. Y para eso, la UE tiene que hacerse cargo de su propia seguridad, y tiene un coste. Hay que afrontar ese coste y hacerlo de forma unida. Lo que ha evitado dar ese paso es una mezcla entre fragmentación y falta de necesidad. Se lleva hablando de defensa europea 70 años, desde el principio de los años 50. De hecho, hubo un primer intento en los primeros años de la integración europea que acabó frenando la Asamblea Nacional francesa. Es decir, es un debate recurrente, pero temo que ahora es la hora de la verdad.

  • ¿No existe la posibilidad de que algo así vuelva a pasar? Al final, cada país debe encontrar su propio consenso, y es complejo.

La necesidad es tan evidente, el contexto internacional está cambiando tan drásticamente, los mensajes de Washington son tan explícitos sobre la UE y su desinterés sino desprecio por los intereses europeos... Las opiniones públicas y los sistemas políticos europeos son lo suficientemente maduros como para dar el paso que tenemos que dar.

  • Con las relaciones atlánticas rotas, o diluidas, ¿puede la UE buscar alianzas que antes parecieran improbables?

Europa va a trabajar por mantener la mejor relación posible con Estados Unidos en los próximos años. Veremos cuál es esa relación. Compartimos espacios relevantes, pero la nueva realidad es evidente. Sí, es una nueva oportunidad. La autonomía estratégica no se hace en el vacío, no solo se hace teniendo capacidades propias, también tiene que ver con tus alianzas en el resto del mundo. La UE tendrá que pensar su relación con el resto del mundo. Y ha dado algunas señales ya. Primero, es una oportunidad para arreglar un nuevo entendimiento con el Reino Unido, en primer lugar en materia de seguridad. Segundo, es una oportunidad, y especialmente para España, para redimensionar las relaciones con América Latina y el Caribe. Son unas relaciones infrautilizadas que siempre empujadas por parte de España. Hoy existe una oportunidad para darle un carácter estratégico a las relaciones entre la UE y América Latina. Tercero, recientemente hemos tenido una visita del colegio de comisarios de la presidenta Von der Leyen a la India, que es uno de los nuevos grandes actores, la democracia más poblada del mundo y que juega un papel importante en el Indopacífico. Y luego, obviamente, nuestras relaciones con China. En esto, tomaría las palabras de la presidenta Von der Leyen, los europeos queremos ser pragmáticos con Estados Unidos y constructivos con China.

  • Sin embargo, en el Parlamento Europeo, la resolución que se ha votado de la Comisión de Von der Leyen, también incluye a China como una motivación para el rearme.

Ese es el nuevo contexto de superpotencias, pero como he dicho, tomaría las palabras de Von der Leyen: pragmáticos con Estados Unidos y constructivos con China. China es una realidad, una sexta parte de la humanidad, un gran actor global, un gran inversor, un partner para la lucha contra el cambio climático y además un país que juega un papel constructivo en el sistema multilateral como estabilizador.

  • ¿Los aranceles de Trump pueden ser una ocasión para comerciar más con China?

Tenemos buenas relaciones con China y queremos tenerlas. Con China y con el resto del mundo. Y es lo que deberíamos hacer. Diría... Colaborativos sin ingenuidades. Constructivos sin ingenuidades.

  • Esta semana, el grupo The Left, la izquierda europea, echó en cara a Von der Leyen el haber abandonado la diplomacia. ¿Se puede mantener la diplomacia para lograr la paz con un rearme?

Rechazaría la disyuntiva. Honestamente, en el mundo actual tienes una fuerza diplomática mayor cuando tienes una fuerza de disuasión detrás. Hacernos cargo de nuestra seguridad nos va a dar credibilidad y legitimidad como actor global en el ámbito diplomático. Antes corrías el riesgo, también en el ámbito diplomático, de ser visto como una fuerza subalterna, como un actor dependiente, y eso te restaba margen de maniobra y credibilidad en el ámbito diplomático. El caso de Ucrania me parece claro. Había gente que decía: ‘No queremos apostar por la asistencia militar, queremos apostar por la diplomacia’. Y yo siempre les decía: es que no es una cosa por la otra, es que, de hecho, la asistencia militar es la condición previa a que luego pueda actuar la democracia. Porque sin asistencia militar no es que no vaya a haber guerra, es que no va a haber Ucrania. La asistencia militar es lo que permite que ahora haya diálogos, porque si no, habría desaparecido del mapa el país. No existe disyuntiva entre diplomacia y gasto militar. La UE es una gran fuerza diplomática, también fragmentada. Lo que tenemos que hacer es actuar más unidos y compactados en el mundo.

  • Con el Parlamento Europeo más fragmentado y polarizado de su historia, ¿cuánto preocupan las tesis antieuropeístas, que además avanzan?

Está conectado. ¿Para qué queremos hacernos cargo de nuestra seguridad? Para proteger a nuestra democracia. Y es evidente, hoy más que nunca, que las amenazas externas a nuestra seguridad están conectadas a las amenazas internas a nuestra democracia. Putin en Moscú, pero también Trump fuera, están conectados con la extrema derecha europea. Y ese es el nuevo mapa. La extrema derecha no va a poder defender los intereses nacionales ni europeos a la vez que dice ser embajador de Trump en la UE, como le pasa a Vox en España. ¿Cómo va a defender los intereses nacionales o va a defender Europa siendo embajadores de Trump en el Parlamento Europeo o en el Congreso de los Diputados? Tenemos que ser muy claros. Queremos hacernos cargos de nuestra seguridad para proteger nuestra democracia y para garantizar la paz. Los enemigos de nuestra democracia hoy en Europa son la extrema derecha.

  • ¿Es ilusorio pensar que viviremos unos próximos años en Paz, entendiendo que ahora no lo estamos?

Hemos vivido una guerra en suelo europeo, algo que no pasaba en décadas. Esperemos que se pueda llegar a una salida negociada del conflicto, en la que se garantice una paz duradera y justa, que quiere decir que se respete la soberanía del país y que se generen garantías de seguridad suficientes para Ucrania. Eso es clave, para evitar que haya un futuro conflicto o que el Kremlin decida repetir la operación en Ucrania u otro país, incluso dentro de la UE. La mejor forma de trabajar por la paz, y de pensar en un escenario de paz, es preparándose para tener una fuerza suficiente para disuadir a cualquiera que quiera hacer la guerra en Europa.

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