Inicia la búsqueda de la mayor fosa común de Madrid en la zona donde Almeida planea un cantón
El Ayuntamiento insiste en que "no hay nada", aunque hay dos zonas en las que podría haber restos de enterramientos en las inmediaciones de la futura instalación municipal.
La asociación científica ArqueoAntro ha iniciado este martes los trabajos para buscar una posible fosa común en el madrileño barrio de Montecarmelo tras ser contratada por el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática. Se cree que bajo el suelo sobre el que el Ayuntamiento de Madrid quiere construir un cantón de limpieza se encuentran los restos de 451 brigadistas internacionales que murieron en la Guerra Civil.
ArqueoAntro ha enviado una carta a la asociación vecinal Barrio Montecarmelo en la que indica que los trabajos durarán aproximadamente un mes, que es el el plazo que permitió el consistorio que dirige José Luis Martínez-Almeida, a la vez que pedía a los vecinos que se mantengan una distancia mínima de 75 metros con la máquina excavadora que se va a utilizar para mover los sedimentos de tierra. "El próximo día 13 de agosto iniciaremos la búsqueda y localización de la fosa común donde descansan los restos de los más de 450 brigadistas internacionales, cuyos cuerpos fueron profanados y reinhumados en algún lugar de la parcela donde el Ayuntamiento de Madrid quiere construir un cantón de limpieza", señalan en la misiva a la que ha tenido acceso este medio.
"Para la búsqueda utilizaremos medios mecánicos, es decir, una máquina retroexcavadora que nos permita retirar el sedimento con mayor facilidad. Dicha máquina llegará a la parcela el martes 13 y estará en las inmediaciones hasta que finalicen los trabajos", explican en la misma.
Desde la Asociación Vecinal de Montecarmelo, que lleva años luchando para evitar que se construya el cantón municipal en la zona y reclaman que se ubique en otra zona alejada de viviendas y colegios, han reiterado su "completo" apoyo a la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales (AABI) en la búsqueda y localización "de la que, al parecer, será la mayor fosa común conocida en la capital".
La AABI y vecinos de Montecarmelo avisaron de la posible existencia de la fosa en noviembre de 2023, pocos meses después de que el Ayuntamiento anunciara el proyecto, que incluirá también una base del Selur. La AABI solicitó al ministerio una autorización para llevar a cabo el estudio de la posible fosa en el mencionado terreno del cantón, que de llevarse a cabo se ubicaría junto a dos colegios, una escuela infantil, el cementerio de Fuencarral y varios bloques de viviendas.
El ministerio que dirige Ángel Víctor Torres encargó un estudio a ArqueoAntro mediante un contrato menor para llevar a cabo las catas arqueológicas que determinen si existe la mencionada fosa, pero el Ayuntamiento ya había encargado esos mismos trabajos a una empresa para hacer una exploración con georradar y tomógrafo.
El estudio indicaba que había un hallazgo “altamente compatible” con el enterramiento y otra "anomalía secundaria" incompatible con una fosa, pero que tampoco debía “descartarse del todo”. Pese a todo, este martes, la delegada de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, Marta Rivera de la Cruz, ha insistido en que en la zona delimitada por el futuro cantón de limpieza de Montecarmelo "no se ha observado ningún signo compatible con la existencia de una fosa" y que lo indicado por el estudio está a 12 metros de los límites.
Dejando el estudio del consistorio, ArqueoAntro solicitó en febrero al Ayuntamiento los permisos de ocupación de terreno para empezar a trabajar, pero el trámite burocrático y la exigencia de documentos y otros requisitos dilataron el procedimiento hasta que en mayo la solicitud fue archivada. No fue hasta el 26 de julio cuando la asociación tuvo el visto bueno de la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid.
Los 451 brigadistas internacionales que busca Memoria Democrática fallecieron durante la Guerra Civil y fueron enterrados en un cementerio que era propiedad de las Brigadas situado justo al lado del cementerio municipal de Fuencarral. Sin embargo, en 1941, por orden de las autoridades franquistas, esos cuerpos fueron profanados y llevados “a la fosa común del cementerio de esta localidad”, según figura en actas de las sesiones del entonces Ayuntamiento de Fuencarral.
A pesar de que hay una zona en la que hay fuertes indicios de que exista una fosa común, el Ayuntamiento no ha valorado hacer ningún tipo de trabajo arqueológico que lo confirme y ha dejado pasar los trabajos al Ayuntamiento. Tampoco acudirá nadie del Consistorio a ver cómo se desarrollan los trabajos a pesar de que este miércoles representantes del Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática realizarán una visita acompañados de concejales de la oposición.