Guarido, el último 'alcalde rojo' de España: "IU es una marca histórica que debería ir sola a las elecciones"

Guarido, el último 'alcalde rojo' de España: "IU es una marca histórica que debería ir sola a las elecciones"

El regidor de Zamora, el único que tiene la formación en una capital de provincia, no ve acertada la presencia de Garzón en el acto de Sumar y critica la aparición de partidos como 'Teruel Existe' o 'Soria Ya': "No se soluciona el problema de la despoblación con el partido de mi pueblo"

Francisco Guarido, alcalde de ZamoraCedida

Francisco Guarido (Zamora, 1958) podría ser uno de los tantos miles de alcaldes en España que el próximo mes de mayo tienen una cita con las urnas para jugarse su reelección en los comicios locales. Pero lo que diferencia al actual regidor de Zamora del resto es que él es el único alcalde de Izquierda Unida que gobierna en una capital de provincia. En 2019 obtuvo, incluso, la mayoría absoluta. Casi 16.000 votos que se tradujeron en 14 concejales mientras que meses después, en las generales, la confluencia Podemos-IU sólo sumó 3.000 en la misma ciudad. 

¿Por qué Zamora ha brindado a Guarido un amplio apoyo mientras su partido apenas rasca votos en otras convocatorias electorales? El conocido como 'alcalde rojo' de España ha sido en los últimos años muy duro con el coordinador federal de IU y actual ministro de Consumo, Alberto Garzón. "El partido es una caricatura de lo que fue", dijo en diciembre de 2020 al conocer la decisión de vender la histórica sede que el partido tenía en Madrid. De hecho, Guarido siempre se ha mostrado en contra de las alianzas electorales forjadas con Podemos ya que, en su opinión, han sido un "grave error". "Yo siempre he defendido la posición de que IU vaya solo. A nosotros nos ha dado un buen resultado en Zamora. ¿Por qué en otros sitios no va a ocurrir lo mismo?", se atreve incluso a decir en una entrevista telefónica con El HuffPost. 

La conversación se produce en plena Semana Santa, mientras el consistorio que dirige ultima los detalles de este acontecimiento declarado de Interés Turístico Internacional en 1986. "¿Pero usted celebra la Semana Santa?", le preguntamos con curiosidad. "No la celebro, pero apoyo la Semana Santa. De hecho, nuestro gobierno le ha dado más respaldo que los anteriores. No es lo mismo celebrar que apoyar, son dos cosas distintas", matiza.

Durante la entrevista, Guarido habla de su posible pacto con el PSOE para seguir como alcalde, de la entrada de Vox en el pleno y de su futuro político. "Hay que dejar paso pronto a una persona joven que tenga fuerza para seguir liderando este proyecto", señala. Y no duda en mojarse sobre la despoblación, la irrupción de formaciones como "Teruel Existe" o "Soria Ya" y hasta sobre Yolanda Díaz: "Probablemente, la vicepresidenta sea de lo mejor que existe en estos momentos en la política nacional".

- Las encuestas le sitúan de nuevo como el candidato más votado para la alcaldía de Zamora, aunque también indican que su reelección pasaría por un pacto con el PSOE. ¿Qué panorama político contempla usted en la ciudad tras el 28-M?

- Tanto mi equipo de gobierno como yo nos vemos en una buena situación. Llevamos ocho años en el ayuntamiento y es obvio que eso puede provocar cierto desgaste, pero este equipo de gobierno se mantiene fuerte. Que de entrada las encuestas nos mantengan como el partido más votado después de dos legislaturas gobernando ya es un logro y tenemos confianza suficiente para revalidar la mayoría absoluta. Y si no es así, nosotros ya pactamos en 2015 con el PSOE y nos fue bien. 

-¿No ve usted nada traumática la fórmula de coalición? Lo digo por los problemas que hemos visto en estos últimos meses entre PSOE y Podemos en el gobierno nacional o entre PP y Vox en la Junta de Castilla y León...

- No lo veo nada traumático, para nada. La democracia es pactar, llegar a consensos y relacionarse bien con los grupos que son más afines a tu propia ideología. En todo caso, sólo IU puede conseguir la mayoría absoluta en Zamora capital. Los demás lo pueden decir, pero no pueden aspirar a ello.

- Las encuestas también hablan de una entrada de Vox en el pleno. Sería algo inédito, puesto que en 2019 no obtuvo representación. ¿Qué lectura hace de este cambio?

- Yo creo que hay que desdramatizar. Si Vox entra en la corporación será un partido marginal e intentaremos aislarlo lo máximo posible. No tenemos absolutamente nada que ver con ellos. Tienen un discurso simplista basado en cuatro tópicos y otras cuatro bestialidades. No tienen ni idea de Zamora como ciudad ni sobre cómo mejorar la vida de los zamoranos. Sólo hablan de su percepción de España, de los toros y de ponerse en contra de los derechos de las mujeres. Todo lo que dicen es mera propaganda electoral para ayudar a su líder Abascal.

- ¿Ha hablado usted alguna vez con Javier Eguaras, el candidato de Vox a la alcaldía?

- Ni lo conozco ni tengo necesidad de hablar con él.

- ¿Y ha notado diferencias en las relaciones con la Junta desde la llegada de Vox al gobierno autonómico?

- En lo que se refiere a los proyectos que teníamos ya en marcha apenas he apreciado cambios. Teníamos diferentes obras programadas con el anterior gobierno de la Junta y se están cumpliendo, como el conservatorio de música que va a costar 17 millones de euros y que va a revitalizar la ciudad, el nuevo museo de Semana Santa o un centro cívico. Otra cosa son las relaciones que tenemos con las áreas de Vox, como puede ser el empleo. Hasta ahora, el ayuntamiento cofinanciaba unos planes de empleo junto con la Junta y desde la llegada de Vox estos planes ya no existen. Parece que dicha consejería, ahora en manos de Vox, no quiere seguir la línea del PP.

¿Y ha tenido alguna relación institucional con el vicepresidente, Juan García-Gallardo?

- No, ni institucional ni política. De manera protocolaria recibimos en Zamora al presidente de las Cortes de Castilla y León, que también es de Vox. Pero nada más. 

- Usted lleva 24 años en el consistorio, entre oposición y alcalde. Hace poco dijo: "Estoy buscando sustituto, pero no me ayudan". ¡A ver si se va a hacer usted un Manuel Fraga!

- (ríe) Yo llevo 24 años, sí, y creo que lo he hecho bien tanto como alcalde como en la oposición. Yo fui elegido por primera vez en 1999 con el 5% de los votos y en las últimas elecciones sacamos el 50%. La ciudadanía premió en el pasado esa labor de oposición y ahora también valora la acción de gobierno. Yo recuerdo que cuando ganamos en 2015 decían que IU iba a enfrentarse con todos los sectores sociales, pero el tiempo ha demostrado que IU sabe gobernar para todos. Hemos llevado tranquilidad a la sociedad y la economía ha ido muy bien, dejando un buen remanente en las cuentas y potenciando las inversiones. No me quiero comparar con esa persona que usted ha mencionado (Fraga), pero sí puedo decirle que si tengo que volver a la oposición no se me caerán los anillos. Lo importante es cumplir con el cargo que te asignan los ciudadanos.

- ¿Pero esta será su última legislatura o piensa ampliar su carrera política más allá?

- Yo no tengo ninguna carrera política. Nunca me ha gustado ese término. Yo he sido militantes de un partido que siempre ha estado en la batalla desde su creación y tengo mi puesto de trabajo fuera de aquí. Obviamente, creo que hay que dejar paso pronto a una persona joven que tenga fuerzas para liderar este proyecto. Yo no soy el indicado para seguir una vez pasen estos próximos cuatro años.

- Una asignatura que tendrá pendiente ese sucesor será pelear contra la despoblación de Zamora. En 1998 vivían en la ciudad 68.000 personas y en 2022, 59.000. ¿Cómo ha intentado usted evitar esta situación?

- Bueno, no es algo que afecte sólo a Zamora. También a toda Extremadura, Salamanca, León... Los territorios del oeste fronterizos con Portugal hemos ido poco a poco perdiendo población. Lo que hay que hacer son políticas de Estado. Los ayuntamientos podemos contribuir a esa lucha, pero la gran política es la que nos puede salvar de esta crisis demográfica. ¿Pero cuáles son esos proyectos que diseña para nosotros la política capitalista? Crear macrogranjas o poner placas solares para llevar la energía y los alimentos a otros territorios. Es muy similar a lo que hacía el régimen anterior con los pantanos. El fin a este problema llegará con la digitalización, con la reindustrialización y con los beneficios fiscales. Mientras, los ayuntamientos podemos aportar haciendo buenas inversiones, los máximos planes de empleo posibles, evitando la corrupción y haciendo, en general, una buena gestión económica.

- ¿Y qué opina del nacimiento de partidos como 'Teruel existe' o 'Soria ya' para hacer frente a esta despoblación?

- No perjudican, pero la solución no pasa por la atomización de la política. En estas elecciones hay un partido que se presenta que se llama "Por Zamora", algunos tránsfugas de Ciudadanos han constituido otro que se llama "Zamora sí"... pero no puede haber una solución global a este problema haciendo 'el partido de mi pueblo'. De hecho, veo que es la forma con la que algunos cargos políticos se aseguran el sillón otros cuatro años. No creo que estos partidos tengan gran futuro. Nacen, crecen y mueren al poco tiempo. La solución debe venir de los partidos de carácter nacional.

- Según Newtral, usted cobra 36.000 euros al año por ejercer de alcalde. Es de los alcaldes de capital de provincia que menos ganan. Pero, ¿cree que los sueldos que cobran actualmente la mayoría de alcaldes son demasiado altos? José Luis Martínez-Almeida, por ejemplo, cobra más que Pedro Sánchez

- Yo no creo que los sueldos de los cargos políticos deban ser fijos. Deberían fijarse en función de lo que hicieras en tu vida anterior. Si tu sueldo como político multiplica por cinco al que cobrabas antes, te vas a atar con cadenas a la silla para no irte. Entrar en política no debería cambiarte mucho la vida. Hay que hacer ver a la ciudadanía que no se hace política por dinero, sino porque tienes una ideología y el deseo de servir a tus vecinos. 

- Hablemos ahora de política en clave nacional. Alberto Garzón estuvo el pasado domingo en la presentación de Sumar. ¿Vio usted conveniente su presencia en dicho acto?

- Bueno, es bien conocida la postura que mantiene la asamblea de afiliados de Zamora sobre Alberto Garzón. Pero las asambleas las ganan quienes las ganan y yo represento al sector que perdió. No me parece conveniente que Garzón estuviera en ese acto, pero democráticamente es el coordinador de IU y él es el que decide. Aunque yo no esté en esa posición.

- ¿Y qué camino debe tomar IU en las próximas generales: ir en coalición con Sumar, con Podemos, o presentar su propia candidatura? 

- Hemos llegado a un punto de no retorno. Fue un gravísimo error aliarse con Podemos y no nos hemos recuperado de esta decisión y quizá no nos vayamos a levantar nunca. Yo siempre he defendido la posición de que IU vaya solo. A nosotros nos ha dado un buen resultado en Zamora, ¿por qué en otros sitios no va a ocurrir lo mismo? No veo bien este sistema de coaliciones actual que cambian de nombre siempre mareando la perdiz, inventando coaliciones nuevas, intentando agregar, sumar... Y electoramente parece que no hemos sacado mucho más de lo que tenía IU en 2013. Hay uno que dijo que iba a asaltar los cielos pero se estrelló contra un muro. Lo más sencillo es presentarte con una marca como IU que es histórica, aunque sé que el tiempo juega en contra de esta posibilidad.

- Algunos le dirían entonces que usted está promoviendo la división de la izquierda...

- Eso se lleva diciendo desde hace años y parece que esa sopa de siglas tampoco está dando grandes resultados. Incluso las perspectivas de futuro tampoco son halagüeñas. Siempre pensamos que vamos a dar el pepinazo, pero luego nos quedamos con un resultado del 13%-14%. 

- Hace cuatro años, en una entrevista en El País, usted dijo: “Podemos ha pasado de ir contra la casta a arrodillarse por tener ministerios”. ¿Sigue pensando lo mismo?

- Lo que yo pueda opinar tiene poca importancia porque los dirigentes de IU son los que tienen que actuar. No quiero expresar calificativos que vayan en contra de IU o de otras formaciones. Son otros los que tienen que decidir la política nacional y yo sólo mantengo mi opinión como modesto militante.

- ¿Y qué opinión tiene usted sobre Yolanda Díaz?

- Si tengo que elegir, probablemente Yolanda sea de lo mejor que existe en estos momentos en la política nacional. Pero yo soy militante de IU y mantengo que mi partido debe tener una referencia electoral propia. Yolanda ha hecho un trabajo aceptable dentro del gobierno, aumentando el salario mínimo o culminando una reforma laboral pactada con los agentes sociales. Son hitos que la sitúan en un nivel importante de fortaleza como vicepresidenta. Pero ella esta en un partido y yo en otro.

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Licenciado en periodismo por la Universidad Carlos III. Actualmente, es jefe de política en El Huffington Post, tras nueve años como coordinador en ABC, cuatro como director digital en el grupo COPE y seis meses en Mediaset. Puedes contactar con él en javier.escartin@huffpost.es