Guardiola (PP) es investida presidenta extremeña con el apoyo de Vox
Tras cambiar de posición e integrar a la ultraderecha en el Gobierno autonómico, se consuma un nuevo pacto entre las derechas.
Sin giros de guion cuando ya se habían sucedido demasiados giros de guion. La popular María Guardiola ha sido investida presidenta de Extremadura este viernes con los votos a favor de Vox. Se convierte así en la primera mujer en presidir esta comunidad autónoma, pero también en hacerlo de la mano de la misma ultraderecha de la que aseguró que nunca podría gobernar con ella.
En la segunda sesión del debate de investidura de la cacereña -por cierto, la primera también de esta provincia en ostentar el Ejecutivo autonómico-, Guardiola ha obtenido el respaldo de los 28 diputados del PP y los 5 de Vox. El resto de grupos han votado en contra criticando que haya cedido ante el partido ultra. Con todo, la alianza de derechas ha hecho valer su mayoría por un único asiento, a pesar de que el PSOE del ya exmandatario extremeño Guillermo Fernández Vara fue la lista más votada.
De esta forma, el Partido Popular recupera el poder en Extremadura desde la etapa del expresidente José Antonio Monago. De la mano de Guardiola, se ha formulado la promesa de gobernar con "seriedad, estabilidad y lealtad". Tampoco ha evitado mostrar su agradecimiento al nuevo socio, que como cuota contará con la Consejería de Medio Ambiente y Gestión Forestal, señalando el "apoyo" para materializar el "gobierno del cambio".
"Nosotros hemos firmado un acuerdo, un buen acuerdo, y este acuerdo ha sido posible porque hemos apartado lo que nos diferencia y nos hemos centrado en lo importante, en todo aquello que nos une", ha defendido Guardiola, en la línea de sus declaraciones desde que hace varias semanas anunció que tras un período de reflexión había cambiado de opinión.
Otra vez ha vuelto a reclamar ser juzgada por sus actos y políticas como presidenta de Extremadura, en referencia al inesperado -pero inevitable si quería arrebatarle la Junta al PSOE- giro político en el que pasó de asegurar que jamás podría pactar con "un partido que niega la violencia machista" a anunciar el acuerdo en apenas una semana.
El "gobierno del cambio" de Guardiola quiere mantener la central nuclear más vieja de España
Guardiola ha asegurado que el acuerdo con Vox es "bueno" porque se han centrado en "todo aquello que nos une" y lo cierto es que ha deslizado una serie de políticas en materia energética y medioambiental que el PP ya había comenzado a andar en tiempos de Casado y que ella ya había asumido. La nueva mandataria extremeña ha dejado claro que la transición ecológica estará supeditada al interés económico, al recordar que hay una energía "verde" que no puede desaparecer de Extremadura. La energía nuclear.
Guardiola ha recordado que la propia Unión Europea considera como verde esta energía en una situación transicional -medida convulsa que generó una brecha comunitaria y acumula incontables críticas de greenwashing- y por ello ha pedido prolongar la vida útil de la central nuclear de Almaraz, de segunda generación, pero actualmente la más vieja de España. Eso sí, previamente ha asegurado que "contamos con un patrimonio natural que es la envidia de toda España y les puedo asegurar que nuestro Gobierno lo va a cuidar, lo va a potenciar y lo va a proteger".
Sin embargo, Guardiola también ha anunciado que revisará 34% del territorio protegido mediante normativa medioambiental. "La protección medioambiental de la mayor parte de nuestro territorio dejará de ser un lastre a nuestro crecimiento. Realizaremos todos los trámites necesarios para revisar la protección ambiental de cada zona y analizaremos los usos posibles en cada lugar para propiciar proyectos compatibles”, ha anunciado. Para hacerse una idea de la magnitud de este ámbito, la superficie forestal de esta comunidad alcanza el 65% del territorio.
El toque de atención de Vox: "Observé en su discurso alguna laguna..."
A pesar de que Guardiola agradeció el apoyo de la ultraderecha y señaló el acuerdo logrado, el responsable de Vox en la región, Ángel Pelayo Gordillo, dejó claro que esperan que la consejería esté dotada de recursos: “Observé en su discurso alguna laguna llamativa, no hizo apenas mención al acuerdo suscrito con nosotros. Esperamos que las competencias que hemos asumido, cuente con los medios materiales necesarios para su desarrollo”.
Gordillo dejó en segundo plano la cuestión de la violencia machista en su discurso, en la que tuvo más peso la afirmación de que la okupación de viviendas es uno de los grandes problemas de Extremadura, obviando que el número de casos se ha reducido un 35% este año.
Eso sí, el líder de Vox en Extremadura sí se refirió a la violencia señalando que “la violencia es violencia y sus autores deben cumplir íntegramente sus penas”. Guardiola, quien aseguró que sus principios siguen intactos, recriminó incluso a la bancada de la izquierda falta de sororidad y apoyo -a pesar de haber pactado con una formación que niega la violencia machista- y que era un hecho que estaba rompiendo el "techo de cristal" al convertirse en la primera mujer en presidir Extremadura.