El Gobierno condena la agresión a dos agentes españoles en una zona próxima a Gibraltar
Ambos fueron apedreados al intentar abortar un alijo de tabaco de contrabando.
A vueltas con Gibraltar. El Gobierno ha negado, en un comunicado, que la zona próxima al peñón, donde dos agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera de España resultaron heridos graves tras ser apedreados al intentar abortar un alijo de tabaco de contrabando, sea de “supuesta soberanía británica”.
Esa es la respuesta del Ejecutivo a las declaraciones del ministro principal, Fabian Picardo, y al comunicado conjunto de los Gobiernos de Reino Unido y Gibraltar en el que afirmaban que “la incursión en las aguas territoriales británicas de Gibraltar, con funcionarios españoles desembarcando en territorio gibraltareño en la playa de Levante, es claramente una grave violación de la soberanía y la jurisdicción”.
En el escrito, Fabian Pichardo señalaba que “la evidencia que rodea este incidente revela una grave violación de la soberanía británica y, potencialmente, el incidente más grave y peligroso en muchos años (…) los hechos indican que las acciones de los funcionarios españoles son intolerables”.
El Ejecutivo rechaza “tajantemente” la reacción de Gibraltar
En ese sentido, desde el Ministerio de Asuntos Exteriores español han rechazado “tajantemente” los términos de la declaración conjunta emitida por representantes del Gobierno británico en relación con el incidente, “así como las pretensiones sobre una supuesta soberanía británica sobre el territorio y aguas de Gibraltar recogidas en ella”.
De hecho, Exteriores ha subrayado que “esta declaración resulta especialmente incomprensible en el momento en el que España ha puesto sobre la mesa un acuerdo para crear una zona de prosperidad compartida”.
Más allá de posicionarse en torno a la polémica, el departamento que lidera José Manuel Albares también ha centrado su mensaje en condenar “la agresión sufrida” por miembros del Servicio de Vigilancia Aduanera que, en la madrugada de este jueves, intervenían “en una operación de lucha contra el contrabando en territorio y aguas españolas cercanas al Peñón de Gibraltar, con resultado de heridas graves”.
“El Gobierno de España exige medidas eficaces de lucha contra el contrabando que perjudica a toda la zona y desea a los agentes españoles sus deseos de pronta recuperación”, ha expresado el Ejecutivo.