España fuerza la salida de dos espías de EEUU tras su infiltración en el CNI
El diario 'El País' desvela que el Gobierno protestó ante la embajadora de Washington por la acción hostil contra el servicio de inteligencia español.
El diario El País ha desvelado este jueves que la crisis entre España y Estados Unidos por los espías del CNI que trabajaban para Washington tiene más ramificaciones de las esperadas. Según su información, la ministra de Defensa, Margarita Robles, de la que depende el Centro Nacional de Intelitgencia, convocó a su despacho tras el verano a la embajadora estadounidense en Madrid, Julissa Reynoso, para pedirle explicaciones por una acción que se considera hostil e insólita entre dos países aliados.
No fue la única: también el titular de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, llamó a la representante del presidente Joe Biden en Madrid y le trasladó el malestar del Ejecutivo central, según fuentes gubernamentales citadas por el medio. Al menos dos agentes estadounidenses destinados en la Embajada de Estados Unidos en Madrid, implicados directamente en la captación de los espías del CNI, han sido expulsados discretamente de España.
La información, firmada por el especialista en Defensa del diario, Miguel González, sostiene que operación que culminó hace dos meses con la detención de dos agentes del servicio secreto español comenzó "antes del verano", cuando en un control de seguridad del CNI "se descubrió que habían accedido a información clasificada que no necesitaban para su trabajo ni estaban autorizados a conocer".
La investigación interna confirmó que al menos uno de los agentes, que detalla como un cuadro intermedio del centro de inteligencia, había sido captado por espías estadounidenses para que les consiguiera información secreta a demanda a cambio de una fuerte suma de dinero. Se trata, según fuentes próximas al CNI, de un jefe de área, una de las secciones que forman parte de la división de inteligencia, mientras que el otro detenido es su ayudante.
En su explicación del proceso, la noticia explica que la directora del servicio secreto, Esperanza Casteleiro, denunció los hechos ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional cuando el CNI ya había terminado de investigar, y esta fiscalía, a su vez, trasladó el caso a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Ahí empezó al fin el proceso legal que ahora se sigue.
Con todo amarrado, España ya informó a EEUU y le trasladó sus quejas por lo ocurrido. "Se trataba de un asunto muy grave, pues la captación de agentes secretos del estado anfitrión para que traicionen a su propio país se considera una acción abiertamente hostil, que se practica con gobiernos enemigos o adversarios, pero nunca con amigos y aliados", sostiene El País. Una práctica que ha dolido, porque las comunicaciones entre los dos países son fluidas y, según Madrid, a los norteamericanos se les suele dar lo que piden, como aliados que son.
La embajadora Reynoso, agregan las mismas fuentes citadas en la noticia, "pidió disculpas por lo sucedido", que dejaba en una situación embarazosa a la propia Embajada, y prometió la máxima colaboración con la investigación en curso.