En Argentina temen que el caso Milei en España les destroce el sueño europeo
Borrell se ha alineado con el presidente Sánchez ante los ataques a su esposa y ese aval sitúa el choque en una dimensión comunitaria.
La crisis diplomática abierta entre España y Argentina es llamativa por la dureza de los posicionamientos y porque se da entre dos estados profundamente vinculados, histórica y actualmente. Pero en estos tiempos nada escapa a una lectura global y las acusaciones del presidente argentino Javier Milei contra la esposa de su homólogo español, Pedro Sánchez, también han tenido eco en la Unión Europea, en la que nuestro país es uno de sus 27 socios.
El alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, el catalán Josep Borrell, no dudó en defender al Ejecutivo español tras conocerse la andanada del libertario. Envió un tuit en el que dejaba clara su postura. "La libertad política, la prosperidad, la cohesión social basada en la redistribución fiscal y el respeto en el debate público son pilares de la UE. Los ataques contra familiares de líderes políticos no tienen cabida en nuestra cultura: los condenamos y rechazamos, especialmente cuando provienen de socios", escribía.
Se trata del aval de un socialista que ha sido ministro con Sánchez y estamos a las puertas de unos comicios europeos, eso es cierto, pero el mensaje de Borrell no puede leerse meramente en clave electoralista, sino institucional.
Y eso preocupa en Argentina. Allí medios como La Tercera o El Comercial sostienen que Sánchez "evaluaría llevar el conflicto con su par argentino Javier Milei al seno de la Unión Europea, como una forma de canalizar las tensiones entre ambos gobernantes, aunque no se aventura una reacción en bloque de los estados que integran el organismo multinacional". Citan "fuentes del gobierno de ese país", aunque en la intervención de ayer del mandatario español no lo citó.
Es un runrún que causa inquietud porque se entienden las consecuencias de ponerse en contra no de un Gobierno, sino de un bloque de Gobiernos. Por ejemplo, el periodista Alejandro Bercovich, de C5N, ha hecho un comentario destacado sobre lo que quieren decir las palabras de Borrell. "Esto convierte el repudio de lo que dijo Milei en un acto europeo", de los Veintisiete, "no sólo en un repudio español".
Y esto es importante, no sólo por la fuerza del grupo, sino porque hay en juego proyectos con Europa que van más allá de cómo estén las cosas con Madrid. Se refiere el informador y economista al acuerdo Mercosur-UE, un proyecto en el que Argentina llevó siempre la voz cantante junto a Brasil, que se intentó conseguir en el semestre de la presidencia del Consejo europeo que tuvo España entre julio y diciembre del pasado año y que no prosperó, sobre todo, por presiones de Francia.
La Unión Europea, como bloque, es un socio comercial relevante para la Argentina, es el tercer socio comercial más importante para el país, después de Brasil y China. Si hay interferencias o marejada por crisis como la de Buenos Aires-Madrid, el sueño europeo se le puede complicar a los argentinos.
"Es importante", dice Bercovich, por lo que pueda pasar si se retoman estas negociaciones para las que, denuncia, Milei no ha llamado aún al otro tótem en el debate, el brasileño Lula da Silva. Denuncia que el Gobierno que se supone que quiere el Mercosur "desprecia el Mercosur". Además, recuerda cuáles son los amigos españoles del presidente argentino: Vox,un partido de ultraderecha que es "antieuropeo". Por eso el tuit de Borrell puede entenderse como "un repudio a Vox a través del repudio a lo que dijo Milei". La pelea es también europea y es ideológica en un momento en el que la derecha extrema espera buenos resultados en las elecciones del mes que viene.
El portavoz presidencial, Manuel Adorni, calificó como "poco meditada" la decisión de España de llamar a consultas a su embajadora y se mostró confiado en que, "superadas las instancias elecciones en Europa que motivan esas acciones", se puedan "reconducir las relaciones" bilaterales, esto es, también entiende que la pugna es sólo electoral. Respecto a las críticas de Borrell, expresamente, dijo que son "opiniones" y negó que el episodio impacte negativamente en las inversiones españolas en Argentina. La canciller argentina, Diana Mondino, se limitó ayer a dar una entrevista a un medio local, en la que afirmó que "las reiteradas acusaciones personales" buscan "arrojar" a Milei "al fango de la política socialista frente a las próximas elecciones europeas" del 9 de junio. Misma línea.
Vox ha llegado a pedirle a la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, que cese inmediatamente a su jefe de la diplomacia comunitaria por "utilizar su cargo" para condenar las palabras del presidente de Argentina. Su candidato al Parlamento Europeo, Jorge Buxadé, ha remitid una carta a la alemana en la que denuncia que el español utilizó los recursos de la UE para emitir un mensaje en redes sociales que constituye "una clara injerencia en la política interna de España y Argentina, así como en el proceso democrático electoral". Por ahora, nadie ha criticado o afeado el gesto de Borrell desde las altas instancias europeas.