El último baile de las europeas: los partidos reiteran sus ideas en el último debate
A pesar de los bloques, la guerra en Ucrania o Gaza y la ultraderecha centran la última contienda antes de las elecciones europeas.
“Se abre el baile”, arrojó el periodista Xabier Fortes después de que el director de campaña de Junts, Aleix Sarri, abriera el último de los debates antes de las europeas. Y se abrió la pista del gran plató a una coreografía que se ha ido repitiendo durante los últimos días. Cinco candidatos a un lado, cuatro al otro, comenzaron un contoneo que daba pistas de cierto agotamiento. Han sido tantas las campañas que uno, al atender la discusión, podría albergar alguna duda sobre si el objetivo era el Parlamento europeo o el Congreso de los Diputados.
‘Modelo de Europa: objetivos y retos’ fue el primero de los bloques del debate, y de lo que se habló fue de Carles Puigdemont, de amnistía, ultraderecha, de Israel y Palestina y de las lenguas oficiales, pero sobre todo de lo primero, aunque el tema de conversación, en principio, debía abarcar asuntos como la ampliación de la Unión Europea o la reforma de sus instituciones. Poco importó. Dolors Montserrat, la candidata del Partido Popular, aseguró que su partido seguirá defendiendo “el Estado de Derecho en el Parlamento europeo" para luego asegurar que “no hay nada más antidemocrático que entregar la igualdad, nada más ultra, a un prófugo de la justicia”.
Respondía a Montserrat la candidata socialista, Teresa Ribera, quien quiso recordar que en Europa “nadie le pregunta ya por Cataluña pero sí por la ultraderecha y por la inclinación de la derecha a blanquear a la ultraderecha”. Sobre Israel y Palestina coincidieron en abrir su turno de palabra las candidatas de Sumar, Estrella Galán, y de Podemos, Irene Montero. Mientras la primera pidió “a todas las fuerzas políticas una condena firme al genocidio que está sucediendo en Palestina”, la segunda enfocó sus palabras en la candidata del PSOE: “Si no vamos a la Corte Internacional de Justicia a acusar de genocidio a Netanyahu, ¿para qué narices vamos?”, preguntó.
En otro extremo se situaba Jorge Buxadé, el candidato de Vox, que provocó la primera interrupción del moderador al afirmar que “seguro que la mitad de espectadores han apagado la tele ante tanta palabra vacía”. “Esperemos que no”, imploró Fortes. El candidato de ultraderecha reiteró sus ataques a Partido Popular y PSOE, a quienes señala por “votar lo mismo el 90% de las veces”, y de nuevo vuelta al panorama político patrio: “Da igual que gane Feijóo o Sánchez”. ¿Su alternativa? Vox, una formación gracias a la cual, defendió, podrá saberse si la fruta es española o “viene de un país extranjero cuyo nombre a lo mejor no sabemos pronunciar”. A Buxadé le dijo el representante de Junts que se había puesto “un poco franquista” al sacar una foto de Puigdemont y pedir que “todos sean juzgados por tribunales españoles”.
Por su parte, las candidatas de Ahora Repúblicas, Diana Riba, y CEUS, Oihane Agirreotia, trataban de dirigir el debate hacia asuntos más de programa, sin entrar, como defendía la segunda, “al fango”. Riba habló de defender a la “clase trabajadora, a las pesqueras, a las agriculturas”, y Agirreotia sacó a colación los fondos europeos, solicitando que se pudiesen gestionar desde las comunidades autónomas. A punto estuvo la candidata del PNV de entrar a la discusión cuando Montero llamó “fascistas” a los de Vox. “Me encantaría entrar a hablar de fascismo, por la historia de mi partido, antifascista desde antes de la fundación de la UE, pero prefiero hablar del tema que nos toca”, deslizó. Casi pero no.
Energía, clima y economía
Agirreotia se expresó así durante el segundo bloque del debate, que abarcó la economía, la energía o el clima, unos temas que al menos sí lograron despertar el interés de los contendientes. Buxadé recordó el pin de la Agenda 2030 y lo acusó de ser el principal “responsable de la ruina de los españoles”. Durante el bloque, Buxadé se rió al menos un par de veces. La primera, cuando la candidata de Podemos le recordó que “Vox cobró un millón de euros de Irán” y que entre sus impulsores “había miembros de la oligarquía putinista”. La segunda, cuando la candidata del Partido Popular le pidió que explicase a los agricultores que “el comisario europeo de Agricultura es de Vox”.
Durante su turno, Montero insistió en la defensa de la paz, denunciando que “en una economía de guerra, ninguna propuesta que hagamos en materia de clima o energía será posible”. “La paz es la medida económica, energética y climática más urgente de todas”, señaló. Por su parte, la candidata de Sumar sostuvo la importancia de abordar “una política fiscal justa” y la candidata de Ahora Repúblicas reclamó para Europa una mayor “soberanía energética, económica y climática”. Teresa Ribera, la candidata socialista, esperaba el bloque para celebrar y auparse como responsable de la excepción ibérica.
Quizás el momento más interesante del segundo bloque, aunque solo fuera por las horas, las 23.00 de un jueves noche, fue cuando Irene Montero le preguntó a Jordi Cañas si pensaba hacerle “mansplaining” cuando este dijo que le explicaría a la candidata de la formación morada qué es la economía de guerra. “¿Qué es eso?” preguntó en varias ocasiones, a lo que Riba le comentó que quizás debería buscarlo durante el descanso.
Migración y fronteras
Tras el descanso llegó el tercer bloque, la migración y las fronteras, uno de los temas más tratados en la campaña. Mientras el candidato de la formación de ultraderecha reiteró sus posiciones antiinmigración asegurando que hay una “relación directa entre la inmigración y la delincuencia”, la candidata del Partido Popular insistió en acercar sus posturas a las de Vox, pidiendo expulsar a los inmigrantes que cometan algún delito y abogando por “fronteras más seguras”, una postura que también compartió el candidato de Ciudadanos, que llegó a utilizar el verbo “invadir” en referencia a las personas migrantes.
Frente a estas posturas se situaron Galán, Montero, Ribera, Agirreotia y Riba. La candidata de Sumar denunció que “el pacto migratorio aprobado por populares y socialistas es un retroceso enorme en materia de derechos humanos”. “Necesitamos políticas migratorias más humanas que dejen de convertir Europa en una fortaleza”, defendió. En la misma línea se expresó la candidata de Podemos. Además de señalar que “ningún ser humano es ilegal”, pidió una Europa que “en sus fronteras tenga mantas, agua y comida caliente y no concertinas ni muros”.
“No quiero que la bandera de Europa esté en tanques sino en lanchas de salvamento marítimo”, señaló Montero. De igual modo opinó la candidata de Ahora Repúblicas, que recordó que “ser racista es muy caro”. “Europa ha regalado 400 millones a Marruecos, Mauritania y Túnez para que vulneren allí los derechos humanos”, dijo para pedir que se deje “de trasladar los muros de Europa” y se trabaje “en una integración humana”, algo que también apoyó la candidata del PNV. Por su parte, Ribera denunció asimismo “la xenofobia y el racismo” de Vox.
Un último bloque que fue todos los bloques
El último bloque, a pesar de ser el definitivo, la realidad es que ocupó la totalidad del debate de principio a fin: defensa, guerra, política exterior. También en este asunto logró la candidata del Partido Popular incluir a Carles Puigdemont. Lo hizo hablando de “turbios vínculos de Putin con el movimiento independentista catalán” para luego asegurar que trabajarán “para que los prófugos de la justicia no campen a sus anchas por Europa”. Buxadé prefirió quedarse en el tercer bloque, insistiendo en que el principal problema de seguridad es la inmigración.
De Putin se pasó a Netanyahu, a quien la candidata de Sumar aseguró querer “ver sentado en un banquillo juzgado por crímenes de guerra”. “Tenemos que parar el genocidio: embargo de armas, sanciones a nivel europeo y romper relaciones diplomáticas de forma inmediata con Israel”, solicitó Galán. Por su parte, Agirreotia, candidata de CEUS, apostó por una visión “holística” en paz y seguridad, añadiendo, “por ejemplo, una línea de trabajo con la ciberseguridad”.
Montero, que participó en el debate con un pañuelo palestino en el hombre derecho, situó la “sumisión a los intereses bélicos de los Estados Unidos” como la “principal amenaza europea” y abogó por “las negociaciones de paz” en lugar de incrementar la política belicista. En la misma línea se posicionó la candidata de Ahora Repúblicas, que recordó que “Europa se construyó para la paz, no para la guerra”. “La política armamentística ha secuestrado nuestra política exterior”, denunció Riba. Por su lado, Teresa Ribera abogó por el fortalecimiento de la "diplomacia y la Unión Europea" para que esta siga siendo el "reducto de paz, derechos y democracia".
Pasadas las 0.00 horas, entrado ya el viernes, último día de campaña, llegó el momento favorito de las candidatas y candidatos, el momento redes sociales o minuto de oro en el que no hay interrupciones ni debate. Las luces se apagaron y el baile llegó a su fin.