El Gobierno acusa a Sevilla de deslealtad tras el plan de cobro en Plaza de España
El delegado del Ejecutivo en Andalucía advierte de que se trataría de una actuación que no se puede adoptar sin la participación del Ejecutivo central.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, ha acusado este lunes al Ayuntamiento de Sevilla de "deslealtad absoluta" por su pretensión de cerrar la Plaza de España y cobrar la entrada para acceder a este enclave, ya que se trataría de una actuación que no se puede adoptar sin la participación del Ejecutivo central.
En un audio enviado a los medios de comunicación, Fernández ha salido así al paso de la decisión que pretende adoptar el Gobierno municipal de cerrar uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad con el objetivo de que los turistas paguen una entrada y así poder mantener un servicio de vigilancia durante 24 horas y contar con un taller de restauración.
Fernández se ha pronunciado sobre este asunto, del que ni la Delegación del Gobierno y la subdelegación del Gobierno en Sevilla han tenido "conocimiento oficial", y ha recordado que el Gobierno de España es titular, a través de Patrimonio del Estado, tanto de la galería como del edificio anexo a la plaza.
"Se ideó precisamente como un abrazo a Iberoamérica"
Dicho edificio alberga, según ha explicado Fernández, un "sinfín" de servicios públicos que se prestan a los ciudadanos en su conjunto, desde el acceso de la propia galería hasta la propia Plaza de España.
"Estamos hablando de que Patrimonio del Estado es el que tiene responsabilidad sobre un espacio que da acceso a la Plaza de España", ha señalado el delegado del Gobierno, quien ha añadido que le parece una "deslealtad absoluta" que desde el Ayuntamiento se haya realizado este planteamiento.
Según Fernández, esta iniciativa "afecta de manera directa a los ciudadanos y ciudadanas que vienen a recibir un servicio público del Gobierno de España, incluyendo extranjeros, porque también están ubicadas extranjerías, además de otra serie de administraciones públicas que tienen aquí su sede".
En este sentido, ha dicho que al Gobierno no le parece "de recibo, más allá de que no comparta el concepto de cerrar una plaza que se ideó precisamente como un abrazo a Iberoamérica como abrirse al mundo", y que de repente y "por una decisión absolutamente arbitraria, se pretende cerrar".