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El "doloroso dilema" del PP por elegir Valencia para su congreso europeo

El "doloroso dilema" del PP por elegir Valencia para su congreso europeo

A pesar de que han hecho intentos por cambiarla, finalmente Valencia será el lugar donde se reúnan los líderes del Partido Popular Europeo el próximo mes de abril, temerosos de cómo pueda afectarles la gestión de Carlos Mazón por la DANA.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el centro con Carlos Mazón y María José Catalá, alcaldesa de ValenciaRober Solsona/Europa Press via Getty Images

En 2010, The New York Times Magazine encumbró al periodista Mike Allen como el hombre con el que se despertaba la Casa Blanca. Desde la redacción del diario digital Politico, Allen publicaba cada mañana una newsletter, PlayBook, que ansiaban devorar, nada más levantarse, tanto políticos como periodistas. En PlayBook, se recopilan, resumen y comentan, con un estilo muy personal, no solo las noticias más destacadas del día sino también las habladurías del momento sin llegar a convertirlas en mero cotilleo. Años después, Politico replicó el formato en su edición europea. Y, al igual que sucedió con Allen, ahora cada mañana el enjambre político y mediático en Bruselas se levanta cada mañana con la lectura de Brussels PlayBook, un "informe imprescindible" sobre lo que sucede en la capital belga. Es, según fuentes del Parlamento Europeo, lo más esperado en cuanto a "salseo político". Bien, pues el 11 de marzo, Brussels PlayBook centró su atención en lo que llamaron el "doloroso dilema" del Partido Popular Europeo en Valencia.

En julio de 2024, el Partido Popular Europeo eligió la ciudad de Valencia como sede del congreso que celebrarán a finales del próximo mes de abril. Entonces, la elección parecía acertada. El PP gobernaba tanto en la ciudad como en la Generalitat. En España, el PP achacó entonces la decisión al "éxito" electoral de Alberto Núñez Feijóo en las elecciones europeas. Valencia, dijeron en el comunicado del anuncio, era, además, una referencia “de la buena gestión". Nadie podía aventurar, claro, lo que pasaría meses después con el paso de una DANA que dejó más de 200 muertos y con un presidente, Carlos Mazón, señalado por su prolongada ausencia en un momento en el que el agua inundaba ya las viviendas de sus vecinos.

"Inundar" es justo el verbo con el que más jugó Politico en su publicación de hace unos días. "El gran momento del Partido Popular Europeo bajo el sol español — escribieron — parece destinado a verse arruinado por un fiasco de su propia creación. [...] Se suponía que sería una muestra de dominio en una ciudad y región que el PP arrebató al PSOE hace solo dos años y una muestra de unidad que probablemente vería al líder del PPE, Manfred Weber, elegido para otro mandato. En cambio, el congreso corre el riesgo de verse inundado por la fallida gestión por parte del Partido Popular de las devastadoras inundaciones que dejaron 224 muertos".

Lo que parecía poder ser una demostración de poder ya no lo es tanto. En las últimas semanas, tras atender no solo a las protestas contra Mazón sino también al proceso judicial abierto en busca de las responsabilidades políticas, los líderes del PPE querían cambiar la sede del Congreso. Valencia ya no se veía como "un referente de la buena gestión", como presumió el PP. En un contexto como el actual, en pleno debate por el rearme europeo, ni la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ni Manfred Weber querían arriesgarse a que su congreso pudiera quedar empañado por la crisis política valenciana, ahora amplificada por el acuerdo de Mazón con la extrema derecha para aprobar los Presupuestos de 2025.

Hace unos días, y después de reunirse con el ganador de las elecciones alemanas y uno de los pesos pesados en el PPE, Friedrich Merz, Feijóo abrió la puerta a la posibilidad de cambiar la sede del congreso a Madrid. Pero lo hizo arguyendo motivaciones parlamentarias. Al celebrarse el evento entre semana, el líder del PP dijo que sus diputados, y él mismo, tendrían que votar en el Congreso, algo que les impediría acudir a Valencia. Culpó al Parlamento español de "falta de comprensión" al no permitirles cambiar el orden del día y aplazar las votaciones, si bien desde la Mesa del Congreso explicaron, según El País, que "la petición del grupo popular, efectuada en la reunión del 4 de febrero, no fue solicitada en tiempo y forma". La excusa les permitiría explicar la reubicación sin necesidad de culpar a Mazón. Pero había otro problema. Cambiar todo desde Valencia a Madrid tiene un coste.

Preparado desde hace casi un año, el PPE tenía reservado ya el recinto, hoteles, contratos con proveedores, etc. Según un funcionario del PPE consultado por Politico, desde Europa no podrían hacerse cargo de todos los gastos de cancelación, hasta posibles sanciones por incumplimiento, a través de fondos de la Unión Europea. Quizás de algo, pero el PP español tendría que hacer frente a una parte costosa de las facturas. El miedo a pérdidas económicas, al final, se ha impuesto al miedo a las protestas que puedan sucederse durante el congreso.

Este jueves, el propio Feijóo confirmó la decisión de mantener la sede del congreso en Valencia. Lo hacía, eso sí, insistiendo en el supuesto "veto" de las Cortes al "cambio de votaciones". El líder del PP denunciaba así que el Congreso les está "impidiendo acudir" a Valencia. "Lo hemos valorado con el presidente [del PPE] y hemos asumido el riesgo de que no podamos acudir los diputados y senadores. Comprenderán que ser el anfitrión y que no se pueda ir al congreso que hemos invitado a celebrar es una anomalía. Pero después de valorarlo hemos tomado la decisión de dejar el congreso donde estaba. Tendrán que asumir los primeros ministros y colegas que acudan que la delegación española no podrá formar parte del congreso", se quejó Feijóo para después enumerar las complicaciones logísticas que enfrentaría para estar tanto en la Sesión de Control al Gobierno como en el evento del partido en Valencia. "No podré estar en la cena del martes ni en las primeras horas del miércoles, y espero llegar para la clausura", dijo.

A preguntas de los periodistas, Feijóo señaló, además, con relación a Carlos Mazón, "que las autoridades de la Comunitat o locales acudan al congreso será lo normal". "Desde luego van a estar invitadas, y si su agenda se lo permite, deben acudir", propuso. Visto así, puede darse la posibilidad de que los líderes europeos del PPE se vean en el Congreso con Carlos Mazón, pero sin Feijóo. "Fantástico", respondió hasta tres veces el presidente de la Generalitat hace una semana cuando le preguntaron su opinión sobre la decisión de conservar la sede en su capital.