Baleares presenta un ambicioso plan para llenar las islas de tiburones
Govern y expertos estudian medidas para mejorar el estado de conservación de tiburones y rayas.
La Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural llevó a cabo este miércoles la primera reunión del comité de expertos en el marco del proyecto de la Estrategia Balear de Tiburones y Rayas para estudiar medidas y mejorar el estado de conservación de estas especies.
En el acto, que fue presidido por la directora general de Medio Natural y Gestión Forestal, Anna Torres, y el director general de Pesca, Antoni M. Grau, se abordó todo un abanico de posibles medidas para mejorar el estado de conservación de los peces condrictios en las aguas de las Islas.
El objetivo es "considerar las poblaciones de tiburones y rayas como indicadoras del estado de salud de los ecosistemas marinos de Baleares y convertir al archipiélago en un referente en la recuperación de las distintas especies", aseguró la directora general de Medio Natural y Gestió Forestal del Govern balear, Anna Torres.
En Baleares hay catalogadas un total de 32 especies de tiburones, la mitad de las cuales se encuentran amenazadas, según señala la lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Todos los miembros del comité lo son a título individual, pero entre los participantes hay técnicos del Govern y del Consell de Ibiza, científicos del Instituto Español de Oceanografía (IEO), expertos vinculados a organizaciones conservacionistas como Save the Med, SharkMed y Marilles y pescadores experimentados.
Torres destacó que este proyecto de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural quiere ser un referente en la recuperación de las poblaciones de elasmobranquios en Baleares.
En esta línea, Grau explicó que el objetivo es gestionar las pesquerías desde un punto de vista ecosistémico, tal como obliga la Política Pesquera Común, y promover acciones en favor de este grupo zoológico.
La reunión del grupo de expertos que se ha producido este miércoles es el primer paso de esta estrategia. En este contexto, indicó Grau, la presencia de representantes del sector pesquero es fundamental para poder tener una visión veraz de la aplicabilidad de las medidas y para que la pesca sea partícipe del mecanismo de toma de decisiones.
En el encuentro se estudiaron medidas restrictivas o voluntarias para la pesca recreativa y profesional; nuevas tallas mínimas; adiestramiento de los pescadores profesionales en el manejo de los tiburones para asegurar que se sueltan sanos y salvos; localización de zonas de concentración; extensión del proyecto de cría y liberación de pintarrojas a otras especies; estudio de la población de clavel de Formentera, que está en clara expansión; mejora y expansión de la red de seguimiento electrónico de peces Balearic Tracking Network, para disponer de más datos del movimiento y del espacio vital de los condrictios, así como estudios diversos sobre la biología o las capturas de condrictios.
Finalmente, se produjo un intercambio de opiniones, preguntas y propuestas sobre los tiburones, lo que pone de manifiesto el acierto y la necesidad de haber convocado este comité. Ahora, la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural analizará las conclusiones de la reunión y, cuanto antes, iniciará los procesos, con medios propios o con colaboraciones privadas, para llevar a cabo las medidas que sean más factibles.
Importancia de los selacios
En Baleares, y según el Libro rojo de los peces de las Islas, de las 56 especies de selacios registradas, un total de 34 (un 60%) están amenazadas, y de ellas, 17 están en peligro crítico o ya se han extinguido a nivel regional.
Aun así, Baleares es un área relativamente rica en selacios en el ámbito del Mediterráneo occidental. Habitualmente, los selacios están en el vértice de las cadenas tróficas y juegan un papel clave en la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas marinos, de forma que su declive puede conducir a consecuencias ecológicas graves, incluyendo efectos en cascada.
Con todo, la relación entre la desaparición de los condrictios y la pesca es indiscutible y podría ser parcialmente reversible.