Ayuso vincula sin pruebas inmigración con agresiones sexuales en Alcalá de Henares
Habla de "caos y un brote de sarna" tras la llegada de 1.200 migrantes a un centro de acogida y difunde un bulo sobre violaciones basándose en una denuncia anónima.
Después de acusar al Gobierno central de querer "rendir por sed" a los madrileños, de negarles la electricidad o de poner en cuestión su seguridad al coger un tren de cercanías, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha decidido agitar ahora la bandera de la inseguridad ciudadana vinculando sin pruebas a inmigrantes de un centro de Alcalá de Henares con delitos de violencia sexual.
Este miércoles, la líder madrileña denunciaba durante una comparecencia "caos, varias reyertas en las que han participado personas con antecedentes, agresiones sexuales y hasta un brote de sarna" en la ciudad de Alcalá de Henares desde la llegada en noviembre de 1.200 inmigrantes enviados desde Canarias por el Gobierno central. Por ello, exigía un plan coordinado entre administraciones para atender a estas personas.
Unas acusaciones de tinte xenófobo a las que se sumaba la alcaldesa del municipio, la también popular Judith Piquet. "En los últimos días, el buen nombre de Alcalá ha sufrido un quebranto por incidentes provocados por la imprevisión del Gobierno central", señalaba la regidora.
Los comentarios de Ayuso provocaron rápidamente que los partidos de la oposición la acusaran de relacionar a estas personas con supuestos actos delictivos. Al mismo tiempo, el delegado del Gobierno, Francisco Martín, señalaba de forma tajante que "no hay ninguna investigación por agresión sexual" que tenga que ver con los migrantes que se encuentran en el centro de acogida Primo de Rivera de esta localidad.
Para intentar contradecir al Delegado del Gobierno, con quien Ayuso mantiene una enemistad manifiesta, el equipo de la presidenta difundía este jueves a los medios una imagen de dos denuncias anónimas al 112 fechadas el 11 de diciembre sobre dos intentos de agresión. Sobre la implicación o no de los inmigrantes de este centro no hay ni rastro. En el texto del aviso, únicamente, se destaca la descripción de un “joven de raza negra” como autor de una de estas supuestas agresiones. Nada más.
Por este motivo, la propia Ayuso ha tenido que admitir que deberá ser un juez quien determine si los presuntos agresores a los que se ha denunciado son vecinos de Alcalá o personas "de fuera". Eso sí, también ha ironizado al decir que los testimonios de las mujeres denunciantes apuntan a que los agresores eran inmigrantes y que “ahora parece que no importa el 'yo sí te creo, hermana'”.
Además, Ayuso ha aprovechado su propia historia para reprochar que es el Gobierno central quien "está tratando esto de manera inhumana e insensata" a estos inmigrantes, al hacerse eco de una denuncia de Red Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado difundida también por el equipo de Ayuso. Su secretario, Rafael Escudero, asegura en un email enviado al gabinete de la presidenta que estas personas están siendo "maltratadas", "marcadas con boli para identificarlos" y que sufren "duros controles" para poder salir del centro habilitado por el Gobierno.
Por el momento, el discurso de un escenario de agitación y barbarie en Alcalá sólo lo compra Vox. Según su principal dirigente en Madrid, Rocío Monasterio, los vecinos del barrio en el que se ubica el centro de acogida viven una "tremenda situación", pues "hay madres que nos dicen que han cambiado las rutas de sus hijas de 17 años y que no dejan salir de sus casas a sus hijos adolescentes".
"¿Por qué tienen que perder su libertad cuando los inmigrantes ilegales tiene toda la libertad para vagar por las calles?", ha comentado en una visita a la zona. Pero la ONG encargada de la asistencia de estos inmigrantes asegura que los vecinos no han trasladado quejas de ningún tipo con respecto a la instalación.
El Centro de Emergencia, Acogida y Derivación de Alcalá entró en funcionamiento en noviembre en el Acuartelamiento Primo de Rivera, cuando recibió a las primeras 264 personas migrantes en ser alojadas allí. Su capacidad máxima es de 1.134 plazas. Según datos de la delegación del Gobierno, de enero a septiembre de 2023 hubo hasta 41 agresiones sexuales y delitos contra la libertad sexual en Alcalá de Henares. En aquellos meses, el centro todavía no estaba abierto.