Ayuso desmonta el monumento del 11-M en Atocha
Crea una mesa de trabajo para que las víctimas decidan qué hacer con las piezas de vidrio tras su retirada y qué tipo de monumento lo sustituirá.
El monumento de Atocha a las víctimas del 11M, conocido como El cilindro, comenzará a desmontarse a partir de la segunda quincena de agosto por obras en el Metro de Madrid, y será sustituido por otro símbolo aún por decidir, en memoria de las 193 víctimas mortales de los atentados yihadistas de 2004.
Las obras de ampliación de la línea 11 de Metro a su paso por la estación de Atocha conllevan eliminar el cilindro de vidrio de 11 metros de alto, según ha explicado el Gobierno de la Comunidad de Madrid en una reunión con periodistas.
El consejero de Transportes, Vivienda e Infraestructuras, Jorge Rodrigo, se ha reunido este martes con las nueve asociaciones de víctimas con la intención de comunicarles el proyecto y crear una mesa de trabajo para que las víctimas decidan qué hacer con las piezas de vidrio tras su retirada y qué tipo de monumento lo sustituirá.
El monumento ocupa una superficie de 440 metros cuadrados en su parte inferior y el nuevo cuadruplicará el espacio hasta los 1.993 metros cuadrados, en los que se integrará el nuevo vestíbulo de la estación de Atocha, que se estima que será una de las más transitadas de Metro, con 15 millones de viajeros al año.
En el nuevo vestíbulo habrá un espacio de 166 metros cuadrados separado por una mampara de cristal a modo de zona de recogimiento, mientras en el resto del espacio habrá referencias a los atentados de acuerdo con las propuestas que hagan las víctimas en sus reuniones con la consejería.
Las obras, que comienzan en agosto, tendrán una duración aproximada de un mes, y la Comunidad de Madrid estima que en septiembre se podrá celebrar la primera reunión de la mesa de trabajo con las víctimas, una vez concluido el desmontaje de la primera parte, la inferior del cilindro, que es un espacio de reflexión con los nombres de las víctimas grabados con láser.
La Comunidad de Madrid también acometerá las obras para retirar la parte superior de este monumento, que es la que se ve desde la calle, y será el Ayuntamiento de Madrid el encargado del nuevo proyecto de la parte exterior.
Además, la consejería ha explicado que el desmontaje se hará con el “máximo respeto”, y ha añadido que con este proyecto buscan “dar más dignidad a ese espacio”, ya que consideran que en su forma actual muchos ciudadanos “ni lo conocen”, por lo que se trata de darle mayor presencia y que la ciudadanía tome contacto con el atentado más grave de la historia en España.