Almeida se vende como líder único en Madrid ante la amenaza del "trío del apocalipsis" de la izquierda en un debate muy tenso
El cara a cara entre los seis candidatos a la alcaldía deja numerosos enfrentamientos y un baile de cifras y propuestas. Villacís y Ortega Smith se ofrecen a Almeida frente a la unidad de la izquierda.
Sí, esta vez sí se habló de Madrid y las posturas han quedado muy claras. El debate entre los seis candidatos a la alcaldía de la capital ha dejado una imagen radicalmente diferente al celebrado una semana antes por la Comunidad. Barro, más cuerpo a cuerpo, más política de bloques, más municipalismo y mucho menos Sánchez y ETA, en una noche muy tensa y de numerosos enfrentamientos directos.
Sabedor de su presumible victoria amplia, tal y como señalan las encuestas, Martínez-Almeida se ha vendido como la única opción de gobierno conservadora y "en condiciones de alcanzar una mayoría amplia", en apelación al voto útil en torno a sí mismo. Sabe que uno o dos escaños no le quitarán el 'triunfo', pero sí pueden darle o quitarle la alcaldía... y él ya sabe lo que es gobernar sin ganar, como ocurrió en 2019.
Así, el candidato del PP ha querido opacar el papel de Vox y obviar a la que ha sido su número dos, Begoña Villacís, y ha intentado no caer en peleas personalistas, salvo con la propia Villacís, a cuenta su desprecio a Vox, "cuyos votos le han valido cuatro años de coche oficial".
La candidata de Ciudadanos, que lucha por su mera supervivencia política, se ha visto muy agresiva, por momentos desbordada, entrando en enfrentamientos con todos, en una amalgama de registros.
Siempre defendiendo ese "buen gobierno" que quiere revalidar y la necesidad del "proyecto liberal", Villacís no ha dejado de polemizar en todo y con todos. También con Vox, aunque ambos han coincidido al final al ofrecerse como socios de una futura coalición con Almeida "si dan los números". Llegado el caso, al regidor popular no le van a faltar los socios... si es que tiene donde elegir en el parlamento.
Tres registros de izquierda
Frente al papel del actual alcalde, el bloque de izquierda ha jugado a la unidad con una triple imagen y no sin reproches internos. Rita Maestre, con un tono más presidencial y recurrentes propuestas, ha vendido la gestión de Carmena de la que ella formó parte y ha confrontado contra la "inacción" de Almeida.
Su actitud seria, sin estridencias. ha contrastado con la agresividad verbal y gestual de Roberto Sotomayor y las aportaciones de Reyes Maroto, que ha ido asentándose en el debate haciendo valer su experiencia ministerial, si bien ha pagado el peaje de verse un tanto desdibujada en el día a día municipal.
Entre unos y otros, desdibujado, Ortega Smith se ha movido de las críticas al “fanatismo” de la izquierda al “electoralismo” del alcalde, al que ha afeado los pactos no cumplidos. Suya ha sido, por cierto, la única alusión a ETA... Sólo una mención, nada mal.
A lo largo de dos largas horas, por el plató montado por Telemadrid han volado las cifras, los gráficos, las propuestas, especialmente en materia de impuestos, transporte y vivienda, y el barro. Decenas de choques directos, con alusiones personales, con especial virulencia de Sotomayor y Villacís, los dos más urgidos por unas encuestas que les sitúan en el umbral de quedarse fuera del pleno.
Rozando la medianoche, Martínez-Almeida presumía de ser "el único" capaz de volar solo, sin mochilas. A su izquierda, un juego de sumas; a la derecha, un juego de supervivencias. Madrid tiene mucho partido por delante y un par de puntos porcentuales lo pueden mover todo este domingo.