A vueltas con la justicia social: el desprecio de Milei y Ayuso a un "monstruo" que aboga por la igualdad de oportunidades
El presidente de Argentina ha intentado abrir un debate inexistente en España.
"La justicia social es aberrante". Javier Milei vendió el pasado 21 de junio sus recetas económicas ultraliberales ante Isabel Díaz Ayuso. Su visita a Madrid ha servido para abrir un debate que se antojaba inexistente para la gran mayoría de partidos políticos en España.
El mandatario argentino hizo varios comentarios desde la Real Casa de Correos de la capital española que han sido objeto de polémica en los últimos días. "Quiero alentarles de los riesgos que ocasiona ese modelo, sería bueno quitarse esos dolores. No dejen que el socialismo les arruine la vida. Los socialistas creen en un monstruo llamado justicia social", aseguró.
Aunque Milei la tacha de "injusta" y la considera un "robo", el Diccionario del Español Jurídico tiene una concepción bastante distinta de la justicia social y la define como la "obligación que tiene el Estado de procurar el equilibrio entre la población a favor de las personas desfavorecidas".
Un "invento de la izquierda"
Ayuso, que acompañó en el acto al mandatario argentino, no se pronunció el mismo viernes sobre el concepto, pero meses atrás ya dejó bastante claro que respalda una idea muy similar a la del dirigente ultraliberal.
En plena campaña de las elecciones autonómicas de mayo de 2023, la presidenta de la Comunidad de Madrid dejó unas declaraciones muy parecidas. Aseguró que la justicia social se trataba de un "invento de la izquierda" y que sólo servía para promover "la cultura de la envidia y de buscar falsos culpables".
"Hay que repartir los beneficios. Hay que buscar la pretendida justicia social. Hay que dividir entre ricos y pobres y, sobre todo, buscar culpables donde no los hay", ironizó Ayuso en el acto que celebró el PP madrileño en Aranjuez hace poco más de un año.
Tanto las declaraciones de Ayuso como las de Javier Milei en la Puerta del Sol de Madrid contrarrestan de lleno con la postura defendida por Génova. Días después de la entrega de la medalla, el portavoz popular, Borja Sémper, recalcó que el modelo de su partido es "un modelo de crecimiento económico, prosperidad y no dejar a nadie atrás". "Con la solidaridad de todos podemos responder a los graves problemas sociales", añadió.
Lejos de la teoría del mandatario ultraliberal, la justicia social no es algo que haya inventado ni el socialismo ni Pedro Sánchez. De hecho, sólo hace falta revisar lo que figura en la Constitución Española.
Aunque no se nombra el concepto de forma nítida, el artículo 1 de la Carta Magna resalta que España se constituye "en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político".
Lo que ocurriría si se pierde la justicia social
La dicotomía entre el mensaje del PP y el que lanzó en mayo y aplaudió la pasada semana Ayuso sobre la justicia social parece evidente. Pero para entender lo que supondría cumplir con las directrices planteadas por Javier Milei y la propia dirigente madrileña, lo mejor sería revisar qué efectos tendría su desaparición.
Según recoge UNICEF, la justicia social se basa en "la igualdad de oportunidades y en los derechos humanos" que va más allá de la justicia legal. "Está basada en la equidad y es imprescindible para que cada persona pueda desarrollar su máximo potencial y para una sociedad en paz", explican.
Uno de los términos que repiten por activa y por pasiva Ayuso y Milei, el de la libertad, es una de las competencias que se incluyen en la definición de dicho concepto. "Poder aplicar ideales como la libertad, la igualdad y el respeto de la diversidad, en clase y en la vida cotidiana, así como situarlos en el contexto mundial", apuntan desde la organización en defensa de los derechos de la infancia.
Desde las Naciones Unidas defienden que debe ser "el objetivo central que guíe todas las políticas nacionales e internacionales cobra cada vez más fuerza". En su resolución aprobada en la Asamblea General de noviembre de 2007, recordaron la importancia del "compromiso de promover sistemas económicos nacionales y mundiales basados en los principios de la justicia, la equidad, la democracia, la participación, la transparencia, la rendición de cuentas y la inclusión".
La ONU reconoció en dicha reunión que el desarrollo y la justicia sociales "son indispensables para la consecución y el mantenimiento de la paz y la seguridad en las naciones". "No pueden alcanzarse si no hay paz y seguridad o si no se respetan todos los derechos humanos y las libertades fundamentales", apuntó.
Unas medidas que, en el caso de España, se pueden llevar a cabo mediante el pago de impuestos. Aunque el presidente de Argentina los considera "un robo", la situación es bastante distinta. Sin el pago de estos, desparecería todo lo público. Por ejemplo, la sanidad, la educación o las pensiones públicas, entre muchas otras.
Ejemplo de ello fue la respuesta que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dio el pasado mes de mayo, desde la tribuna del Congreso de los Diputados, a las declaraciones de Milei sobre "la aberración de la justicia social".
"Voy a darle algunas cifras. ¿Saben ustedes cuánto costó una cama UCI durante la pandemia al día? 3.700 euros diarios. ¿Cuánto cuesta un trasplante de pulmón? 135.000 euros. ¿Cuánto cuesta la matrícula de un estudiante en un bachillerato o en una universidad pública? Entre 7.000 y 9.000 euros al año. Díganme ustedes qué familia trabajadora o de clase media se podría permitir estos costos si no hubiera un estado de bienestar público y soberano", justificó.
"El fascismo del siglo XXI es el odio del penúltimo contra el último"
Julen Bollain, economista, explica que hay que "entender el contexto de donde surgen" tanto Milei y Ayuso y "por qué estos discursos tienen tantísimo auge". "Parece que es verdad que el fascismo del siglo XXI es el odio del penúltimo contra el último", explica.
"Muchas veces pretenden decirle a alguien que está jodido, porque vivimos en un sistema económico que quizá no le ofrece las oportunidades que merecen o necesitan, que hay otra persona que está peor y que es la responsable de que le vaya mal", apunta.
Julen Bollain destaca que los datos económicos evidencian que en la sociedad actual "no hay una igualdad de oportunidades real" porque no todo el mundo parte desde el mismo punto. "Hace falta actuar donde crecen las desigualdades", reclama.
El economista aboga por "garantizar la existencia material de todas las personas" para que haya una mayor igualdad. "La justicia social, que a veces suena tan vacío, es lo que hace crecer más económicamente a los países. El mayor crecimiento económico, durante la época dorada del capitalismo, es cuando había más impuestos entre los más ricos y se lograba una mayor redistribución. Cuanto mayor sea la igualdad, mayor es el crecimiento económico en esas sociedades", razona.
A diferencia de lo que defiende Milei, Julen Bollain considera que dentro del "papel importante que juegan los impuestos", la progresividad "se ha ido perdiendo". "Estamos en un punto en el que España no puede decir que tenga impuestos progresivos. Según datos oficiales, el 10% más rico paga un tipo efectivo del 27% y el 100% de los más pobres paga un tipo de un 28%", señala.
El acto del presidente de Argentina ha servido para soltar sus ideas ultraliberales, aplaudidas por Ayuso, en Madrid y dejar claro que está contra una justicia social que es la base sobre la que se sostiene un principio básico para numerosos organismos internacionales, como lo es la igualdad de oportunidades.