El lago donde se ven objetos misteriosos y desaparecen aviones o barcos
Navegantes de la zona aseguraron que bajo sus aguas se oculta una enorme y extraña formación rocosa similar a Stonehenge.
Con cierta frecuencia afloran informaciones sobre recónditos parajes misteriosos en distintas partes de la Tierra. Historias que pueden ser comunes para los habitantes de dichos espacios, pero que resultan toda una rareza para aquellos que no habitan allí y ni si quiera sabían de su existencia.
Sin embargo, en ocasiones desconocemos que lugares muy famosos y conocidos tienen su historia con altas dosis de misterio y sucesos a los que no se les ha hallado explicación alguna. Les sonará el nombre del icónico Triángulo de las Bermudas y todos esos barcos o aeronaves que su leyenda engulló para no volver a aparecer nunca más.
Bien, pues imaginen ahora que sucede algo parecido con uno de los lagos más míticos del mundo. Pongamos que el quinto más grande del mundo. Y pongamos que hablamos de unas aguas retratadas hasta la saciedad en Hollywood. Efectivamente, se trata del lago Michigan (Estados Unidos).
Desapariciones misteriosas, inmensas olas y... ¿un Stonehenge?
Según ha publicado el diario argentino Clarín, el lago Michigan esconde un pasado misterioso marcado por la desaparición de aviones y barcos a lo largo de la historia. En este sentido, aluden a una serie de rarezas como el nombre que reciben sus arenas, 'cantantes'. Sin embargo, esta primera extrañez viene dada por el alto contenido en cuarzo, según el citado medio.
También ha traído de cabeza a lo largo de los años los huecos que se forman en las dunas de la arena y luego vuelven a desaparecer, una cuestión que los geólogos achacan a la descomposición de antiguos árboles -y sus tocones y restos-. Unos agujeros de seis metros que surgen y se van en cuestión de segundos y que ya se han cobrado vidas en el pasado, según Clarín. Ocurre algo similar con unas inmensas olas que pueden llegar a alcanzar decenas de metros.
En lo relativo a las desapariciones de navíos, el primer caso se remonta al 21 de mayo de 1891, con la goleta Thomas Hume. La embarcación se disponía a recoger una carga de madera al otro lado del lago, pero nunca llegó y no quedó rastro de ningún tripulante. También sucedió algo similar con el Strange, un barco que sí apareció destrozado semanas más tarde. Sin embargo, tampoco quedó rastro de su tripulación.
Sí hubo quien contara el caso del capitán George Donner, quien desapareció tras haberse ido a descansar a su camarote, cerrado con llave por dentro. Con todo, tampoco lo contaron los que iban embarcados en la goleta Rosa Bella en 1921. Según Clarín, viajaban los miembros de una especie de secta denominada Benton Harbor Casa de David. Sí que aparecieron los restos del navío meses más tarde, pero con la popa destrozada y la cabina arrancada con una precisión tan milimétrica como inexplicable.
De la misma forma, en 1950, tuvo lugar la desaparición más famosa de un avión sobre el lago Michigan. El vuelo 2501 de Northwest Airlines que partió de Nueva York con destino a Minneapolis con 56 pasajeros desapareció la noche del 23 de junio y testigos afirmaron ver una intensa luz aquella noche. Según declaró un jubilado de la Armada estadounidense al Sur Tribune: "Vi el avión sobre el cielo. Era cerca de la medianoche. De repente, un destello lo envolvió, y el avión desapareció".
Por otra parte, y puede que lo más curioso de la información mencionada, se corresponde con los testimonios de navegantes recogidos. En este sentido, apuntan que con las aguas calmadas, es posible advertir bajo la superficie lo que se asemejaría a una gran y misteriosa formación rocosa, que recordaría al de Stonehenge.